Ahora es el momento de hacer limpieza digital en las redes sociales
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A lo largo del año atender las dichosas redes sociales en las que tenemos presencia es algo engorroso. Aunque estamos en ellas por diversos motivos (personales, informarse, seguir a ídolos, laborales…) mantenerlas en condiciones requiere de mucho tiempo y esfuerzo que, en muchas ocasiones, no estamos dispuestos a conceder. Hubo un tiempo, en plena vorágine «dospuntocerismo», que uno se sentía en la obligación de abrirse cuenta en la red social de moda por entonces. Lo fue Facebook, lo fue Twitter. Luego las aplicaciones de mensajería, otras plataformas específicas donde la imagen es lo primordial. Ahora Snapchat… Y lo que venga, claro. Por lo pronto, hay que decidir dónde estar. Y, sobre todo, para qué estar. Lo cierto es que Twitter, por ejemplo, es un buen canal desde donde consultar información de última hora o acercarse a la comidilla de turno ese día protagonizado por alguno de esos «tuiteros» que engrosan sus cuenta por miles o incluso millones de seguidores. Pero, seamos claros, la falta de atractivo de esta red para muchas personas radica, precisamente, en su filosofía y conceptualización. ¿Para qué estar en un lugar donde la polémica del día aparece en todos los medios de comunicación? Esto, sumado a su dudosa política para hacer frente a los acosadores, ha desembocado en su actual situación: una incapacidad para generar nuevos usuarios. Todo lo contrario que Facebook, considerado por muchos usuarios como su templo virtual donde comunicarse con amigos, ponerse al día con ciertas amistades que no se suelen ver habitualmente, almacenar nuestros movimientos (quehaceres diarios, viajes, logros alcanzados, pensamientos) y, de paso, informarse. Aunque su uso ha descendido un 8% en el último año, según datos de la consultora The Cocktail Analysis, la plataforma creada por el empresario Mark Zuckerberg sigue siendo la red de las comunicaciones digitales. Pero vayamos al grano, como dirían los dermatólogos. Pasa el tiempo y sumamos nuevos seguidores y contactos en todas nuestras plataformas que si le echamos un vistazo en algún momento muchos de ellos no nos aportan nada interesante. Ahora que finalizan las vacaciones es el mejor momento para ponerse manos a la obra y hacer limpieza digital. Dejar de seguir a usuarios inactivos en Twitter En Twitter esta tarea es puñetera. Uno sigue a otro usuario por aquello que le aporta, no por reciprocidad. Es decir, la relación entre «tuiteros» no debe ser simultánea, al contrario que Facebook en donde hay que aceptar la solicitud. Sin embargo, y aunque desde aquí no lo aconsejamos pese a que muchos usuarios sí lo hacen, es posible dejar de seguir a aquellos usuarios que no nos siguen. Bien, ya sea por ego o por otros motivos, existen herramientas para conocer a los usuarios que no nos han devuelto la «amistad». Una de ellas es manageflitter.com. Una vez registrado con la cuenta de Twitter uno puede consultar diversas estadísticas y acceder a un listado de usuarios inactivos. Y ahí está la gracia. En algún momento muchos decidieron abrirse cuenta en esta red pero, pasado el tiempo, vieron que aquello no iba con ellos, pero en lugar de eliminarla, aún la conservan. ¿Para qué seguir a alguien que no publica nada desde hace un año o más? Desde friendorfollow se puede conocer también a los seguidores que se siguen mutuamente y obrar en consecuencia. Mientras, con crowdfireapp se puede conocer quién nos ha hecho «unfollow» recientemente, además de conocer a los inactivos, algo que también permite followerwonk. Limpiar las secciones y otros en Facebook En otras plataformas como Facebook eliminar a ciertos «amigos» es más complicado. Por la moralidad que conlleva eso. Ya se sabe, para algunos usuarios ser borrado por otro es motivo de afrenta personal. Las relaciones hoy en día están muy virtualizadas y, por ello, eliminar a un contacto de esta red social puede destapar la caja de los truenos. Siempre, no obstante, queda una opción: gestionar la privacidad de las publicaciones. Se puede meter en listas a ciertos contactos como «restringidos», con lo que estas personas únicamente verán las publicaciones que hagamos públicas. A menudo aceptamos casi por compromiso a algunos contactos del trabajo y otros ámbitos, pero no siempre son considerados amigos en la vida real y no queremos que «cotilleen» todo lo que hacemos. Hay muchas personas que, por ejemplo, no desean que vean las fotos de nuestros hijos. Son varios los consejos que se pueden dar forma para mejorar nuestros perfiles. Es necesario limpiar la sección de noticias. Si no quieres ver las publicaciones de un conocido de forma repetida y quieres ver más de tus mejores amigos se puede hacer limpieza y clasificar a tus amigos. Y es que, a veces, demasiada información sobre ciertos conocidos que quizá no son tan cercanos no es tan imprescindible. Puedes utilizar la opción de «Dejar de seguir» a una persona determinada. No recibirás sus notificaciones pero seguiréis siendo amigos. Otra forma cómoda de hacerlo es crear una lista de conocidos para ver menos contenidos publicados por ellos. Por el contrario, si no quieres perderte ninguna publicación de un buen amigo, elige la opción «Ver Primero» en el botón «Siguiendo» que aparece dentro de su perfil. Desde ese momento sus publicaciones serán prioritarias en tu perfil. Si no, se puede revisar uno por uno la lista de contactos y eliminar aquellos que sean prescindibles. Seguro que tienes unos cuantos... Otro de ellos es actualizar las notificaciones. Es más que probable que haya pasado tiempo desde que revisaste los ajustes de notificaciones en Facebook. Y, como todo, se deja pasar hasta que se hace insoportable ya. Por ello, es conveniente hacer de esas alertas diarias algo útiles. Para ello, hay que verificar qué quieres que te sea notificado y qué no. La operación es sencilla: haz clic en el globo que aparece en la parte superior derecha de tu perfil, después en «Configuración» y entra en «Notificaciones» para gestionar las notificaciones por correo electrónico, ordenador y móvil .
A lo largo del año atender las dichosas redes sociales en las que tenemos presencia es algo engorroso. Aunque estamos en ellas por diversos motivos (personales, informarse, seguir a ídolos, laborales…) mantenerlas en condiciones requiere de mucho tiempo y esfuerzo que, en muchas ocasiones, no estamos dispuestos a conceder. Hubo un tiempo, en plena vorágine «dospuntocerismo», que uno se sentía en la obligación de abrirse cuenta en la red social de moda por entonces. Lo fue Facebook, lo fue Twitter. Luego las aplicaciones de mensajería, otras plataformas específicas donde la imagen es lo primordial. Ahora Snapchat… Y lo que venga, claro. Por lo pronto, hay que decidir dónde estar. Y, sobre todo, para qué estar. Lo cierto es que Twitter, por ejemplo, es un buen canal desde donde consultar información de última hora o acercarse a la comidilla de turno ese día protagonizado por alguno de esos «tuiteros» que engrosan sus cuenta por miles o incluso millones de seguidores. Pero, seamos claros, la falta de atractivo de esta red para muchas personas radica, precisamente, en su filosofía y conceptualización. ¿Para qué estar en un lugar donde la polémica del día aparece en todos los medios de comunicación? Esto, sumado a su dudosa política para hacer frente a los acosadores, ha desembocado en su actual situación: una incapacidad para generar nuevos usuarios. Todo lo contrario que Facebook, considerado por muchos usuarios como su templo virtual donde comunicarse con amigos, ponerse al día con ciertas amistades que no se suelen ver habitualmente, almacenar nuestros movimientos (quehaceres diarios, viajes, logros alcanzados, pensamientos) y, de paso, informarse. Aunque su uso ha descendido un 8% en el último año, según datos de la consultora The Cocktail Analysis, la plataforma creada por el empresario Mark Zuckerberg sigue siendo la red de las comunicaciones digitales. Pero vayamos al grano, como dirían los dermatólogos. Pasa el tiempo y sumamos nuevos seguidores y contactos en todas nuestras plataformas que si le echamos un vistazo en algún momento muchos de ellos no nos aportan nada interesante. Ahora que finalizan las vacaciones es el mejor momento para ponerse manos a la obra y hacer limpieza digital. Dejar de seguir a usuarios inactivos en Twitter En Twitter esta tarea es puñetera. Uno sigue a otro usuario por aquello que le aporta, no por reciprocidad. Es decir, la relación entre «tuiteros» no debe ser simultánea, al contrario que Facebook en donde hay que aceptar la solicitud. Sin embargo, y aunque desde aquí no lo aconsejamos pese a que muchos usuarios sí lo hacen, es posible dejar de seguir a aquellos usuarios que no nos siguen. Bien, ya sea por ego o por otros motivos, existen herramientas para conocer a los usuarios que no nos han devuelto la «amistad». Una de ellas es manageflitter.com. Una vez registrado con la cuenta de Twitter uno puede consultar diversas estadísticas y acceder a un listado de usuarios inactivos. Y ahí está la gracia. En algún momento muchos decidieron abrirse cuenta en esta red pero, pasado el tiempo, vieron que aquello no iba con ellos, pero en lugar de eliminarla, aún la conservan. ¿Para qué seguir a alguien que no publica nada desde hace un año o más? Desde friendorfollow se puede conocer también a los seguidores que se siguen mutuamente y obrar en consecuencia. Mientras, con crowdfireapp se puede conocer quién nos ha hecho «unfollow» recientemente, además de conocer a los inactivos, algo que también permite followerwonk. Limpiar las secciones y otros en Facebook En otras plataformas como Facebook eliminar a ciertos «amigos» es más complicado. Por la moralidad que conlleva eso. Ya se sabe, para algunos usuarios ser borrado por otro es motivo de afrenta personal. Las relaciones hoy en día están muy virtualizadas y, por ello, eliminar a un contacto de esta red social puede destapar la caja de los truenos. Siempre, no obstante, queda una opción: gestionar la privacidad de las publicaciones. Se puede meter en listas a ciertos contactos como «restringidos», con lo que estas personas únicamente verán las publicaciones que hagamos públicas. A menudo aceptamos casi por compromiso a algunos contactos del trabajo y otros ámbitos, pero no siempre son considerados amigos en la vida real y no queremos que «cotilleen» todo lo que hacemos. Hay muchas personas que, por ejemplo, no desean que vean las fotos de nuestros hijos. Son varios los consejos que se pueden dar forma para mejorar nuestros perfiles. Es necesario limpiar la sección de noticias. Si no quieres ver las publicaciones de un conocido de forma repetida y quieres ver más de tus mejores amigos se puede hacer limpieza y clasificar a tus amigos. Y es que, a veces, demasiada información sobre ciertos conocidos que quizá no son tan cercanos no es tan imprescindible. Puedes utilizar la opción de «Dejar de seguir» a una persona determinada. No recibirás sus notificaciones pero seguiréis siendo amigos. Otra forma cómoda de hacerlo es crear una lista de conocidos para ver menos contenidos publicados por ellos. Por el contrario, si no quieres perderte ninguna publicación de un buen amigo, elige la opción «Ver Primero» en el botón «Siguiendo» que aparece dentro de su perfil. Desde ese momento sus publicaciones serán prioritarias en tu perfil. Si no, se puede revisar uno por uno la lista de contactos y eliminar aquellos que sean prescindibles. Seguro que tienes unos cuantos... Otro de ellos es actualizar las notificaciones. Es más que probable que haya pasado tiempo desde que revisaste los ajustes de notificaciones en Facebook. Y, como todo, se deja pasar hasta que se hace insoportable ya. Por ello, es conveniente hacer de esas alertas diarias algo útiles. Para ello, hay que verificar qué quieres que te sea notificado y qué no. La operación es sencilla: haz clic en el globo que aparece en la parte superior derecha de tu perfil, después en «Configuración» y entra en «Notificaciones» para gestionar las notificaciones por correo electrónico, ordenador y móvil .
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