Pokémon Go, la fiebre de «cazar» bichos se enfría
Acudiendo al rescate de Isaac Newton, queda claro que todo lo que sube tiene que bajar. Las leyes de la Física se pueden aplicar también a la economía de las aplicaciones. El fenómeno del verano en los dispositivos móviles, Pokémon GO, ha comenzado a perder fuelle tras un increíble inicio que le ha permitido romper récords de descargas en sus primeras semanas a disposición de los usuarios. Han sido 74 días de una gloria que acaba de ceder a otro juego popular de mayor veteranía, Clash Royale. El ritmo registrado en los primeros compases del verano (debutó el 6 de julio) ha sido tan elevado que, como era de esperar, no ha podido mantenerse en la actualidad. Esta divertida aplicación, pese a caerse de los primeros puestos de los más descargados, mantiene su pulso como uno de los servicios que más dinero recaudan gracias a su modelo de negocio basado en los micropagos. Con más de 500 millones de descargas, esta «app» une navegación GPS y tecnología de realidad aumentada. Su éxito se debe, en parte, a su acertada decisión de recuperar la esencia de una franquicia, Pokémon, con veinte años a sus espaldas, que tiene fama internacional. El resultado ha sido un juego que ha obligado a los usuarios a salir a la calle en busca de las criaturas virtuales salvajes que se encuentran en los rincones de las ciudades y que ha estado acompañado de cierta polémica sobre su excesivo uso: despistes, atracos, accidentes al volante y un sinfín de anécdotas. Pero ahora se aplica la lógica impuesta por el mercado de las aplicaciones. Incapaz de seguir el ritmo inicial, la aplicación ha perdido unos diez millones de usuarios en las últimas semanas.Los expertos dudan de que recupere el terreno perdido y regrese a los índices de popularidad de sus comienzos. «Al principio, si no lo has probado es divertido. La gracia de todo esto es que para mucha gente ha sido la primera vez que probaba la realidad aumentada. Se han enganchado, pero como muchas personas no son usuarias de juegos, ya que la gran mayoría han sido atraídas por todo este “boom”. Hasta que no pasen de tres a seis meses no se conocerá quién se ha mantenido», sostiene Óscar Hormigos, responsable de The App Date, quien se muestra convencido de que «cuando llegan a ciertos niveles de dificultad lo abandonan». A pesar de la excesiva exposición mediática, la «app» ha traído algunos aspectos positivos. «Lo primero, frescura, una nueva manera de jugar, una manera de jugar que nos obligó a salir a la calle y a sentirnos identificados con otros jugadores», señala a este diario Mauro Fuentes, director de social media de la agencia Ogilvy y con nivel 24 en el juego. «Es lógico que tras el “boom” inicial muchos jugadores hayan abandonado la plataforma, es un juego «exigente», reconoce. Para incentivar su consumo, la compañía desarrolladora, Niantic, ha mantenido una estrategia basada en las novedades puntuales. Y para ello ha seguido lanzando nuevos detalles en cada actualización para tratar de despertar el interés de los jugadores. Mantener viva al llama Mantener viva la llama es uno de los grandes desafíos de las aplicaciones de este tipo. Otro de los servicios que casi desde el primer momento no se han bajado del podio, WhatsApp, ha apostado por cubrir una necesidad, la comunicación y la mensajería instantánea, pero en el caso de los juegos móviles la llegada de mejoras se hace indispensable para seguir cosechando éxitos que solo son equiparables con títulos como Cash Royale o Candy Crush.
Fuente: ABC Tecnología
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