The Crown, la serie de Netflix que quiere convertirse en una monarquía
Nuestra propia diosa, nuestra gloriosa Gloriana
The Crown es una serie única. Ya sea por su monumental manufactura, su ambiciosa historia o por tocar temas tan delicados de una monarquía y, especialmente, la de una mujer convertida en reina desde temprana edad y que actualmente es la jefa de Estado más anciana del mundo: la reina Isabel II.
Peter Morgan es el creador de la serie que, según ha contado en varias entrevistas, la idea de The Crown nació mientras escribía The Audience una obra de teatro que se desarrolla en las audiencias semanales, y privadas, que la reina mantiene con el primer ministro en turno del Reino Unido (la reina Isabel II ha trabajado con una docena de ellos durante su reinado). Morgan ha dicho que se imaginó a una joven reina Isabel frente a su primer ministro, Winston Churchill, casi en sus ochenta años. El drama que nos muestra en la serie a partir de esta idea primigenia es uno que tiene varios carices y, por tanto, una serie que vale mucho la pena ver.
Sí, porque Netflix busca que The Crown se convierta en su joya y estar a la altura de producciones como las de HBO. Para esta serie basada en la realeza del Reino Unido invirtió un tremendo presupuesto de 100 millones de dólares para llevar a las pantallas la vida de Isabel II desde su coronación hasta nuestros días. Sí, 6 temporadas, con 10 episodios cada una, de drama, realeza, conflictos, cambios sociales y, sobre todo, los retos de una mujer convertida en reina a los 25 años, tras la repentina muerte de su padre, el rey Jorge VI.
The Crown está muy lejos de ser una drama cualquiera que usa la estrafalaria vida de la realeza para esconder sus defectos; por el contrario, el tratamiento de sus personajes y las historias nos darán una grata sorpresa pues son abordados con gran ingenio. Nos llevará a un nivel personal con los personajes, nos recordará en repetidas ocasiones que hasta la reina más famosa de la faz de la Tierra es una persona de carne y hueso y como tal tiene los conflictos, sentimientos y retos personales como cualquier otra.
Por otro lado, ni siquiera cabe ahondar mucho en la preciosa y meticulosa producción de The Crown pues resulta bastante obvio; basta ver el tráiler para darnos una idea del mucho trabajo (y dinero, claro) que se invirtió para recrear la época de principios de los años cincuenta y algunas décadas anteriores pues la historia tiene varios saltos a la niñez de Isabel y su hermana Margarita y las circunstancias familiares que le otorgaron la corona con la que ha permanecido 64 años.
Recordemos que a la muerte del rey Jorge V fue sucedido por su hijo mayor, Eduardo VIII, quien abdicó solo 11 meses después, debido a su relación no aceptada con Wallis Simpson por ser esta una mujer divorciada. Su hermano menor, Alberto, tuvo que tomar el trono, quien se convirtió en el rey Jorge VI, por tanto, su primogénita Isabel pasó a ser la primera en la línea al trono. Este intenso drama real de la monarquía es puesto en la serie de Netflix como un telón de fondo que constantemente se ilumina pues, supuso una gran herida para la familia y una crisis para la monarquía.
Otras líneas a seguir es el drama propio de la reina y su esposo el príncipe Felipe; el de la reina Margarita y, mi preferida, la relación de la reina Isabel con el primer ministro Winston Churchill quien, por cierto, es interpretado de manera gloriosa y sorprendente por John Lithgow.
Mucho se ha dicho sobre Claire Foy, la actriz que da vida a la joven Isabel II, sin embargo, su actuación está a la altura; nos recuerda muy de cerca que una reina se hace y no surge de la nada solo por pertenecer a la familia real. A su lado, figura Matt Smith como el príncipe Felipe; Vanessa Kirby como la princesa Margarita; el excelente Jared Harris como el rey Jorge VI. En este sentido, el reparto es un total acierto y, con seguridad, se disfrutarán mucho sus actuaciones.
Cabe decir que la familia real verdadera estuvo muy inquieta al conocer la intención de la serie. Se ha sabido que aún sin proclamarse oficialmente se ha opuesto a que esta se lleve a cabo. No es para menos pues al paso del tiempo la familia real ha sufrido varias crisis familiares y escándalos que no pocas veces ha alimentado la prensa rosa. Para Peter Morgan esto no es una sorpresa y ya otras veces ha llamado la atención de la familia pues fue el escritor de The Queen, cinta de 2006 dirigida por Stephen Frears, en donde se aborda la compleja situación de la reina Isabel tras la muerte de la princesa Diana en 1997.
Esta serie no es, como tal, una biopic pues mucho de lo que vemos en pantalla es una parte muy personal y privada de los personajes, por tanto, sobra decir que se trata de una interpretación de los creadores de la serie y sería muy ocioso pedir fidelidad en estas situaciones. En cambio, en lo que respecta a los hechos históricos el caso es el contrario, bien podemos aprender mucho de historia con ella. Una de las reflexiones a la que nos acerca la serie es a los conflictos a los que se enfrenta una mujer en un sistema liderado por hombres, incluso en una nación de gran devoción por sus reinas. También de forma muy sutil pero muy inteligente nos demuestra que el poder por sí solo es una baratija, esté en manos de hombres o de mujeres, en ello no ha distinción.
Así pues, The Crown promete muchas cosas con sus tráilers y las cumple. Dedicar tiempo a esta serie puede curar el síndrome de abstinencia tras haberse terminado Downton Abbey; y sin ser injustos con esta última que tanto drama y aristocracia nos dio, The Crown es una excelente sucesora pero con su propia gama de conflictos, un drama sensacional y una producción sin precedentes para Netflix. Es la oportunidad para sumergirnos en la historia de la familia real de una nación (antiguo Imperio) y, sobre todo, de una mujer en la que aún brilla la corona de una de las monarquías más famosas y poderosas del mundo.
Fuente: Hipertextual
Enlace: https://hipertextual.com/2016/11/the-crown?utm_medium=feed&utm_source=feedpress.me&utm_campaign=Feed%3A+hipertextual
Comentarios
Publicar un comentario