«Influencers», marcas y el negocio de la publicidad engañosa
El negocio es redondo gracias a una ecuación infalible: una marca y un producto en manos de un «influencer» adecuado dan como resultado millones de ventas. Pero el juego de este tipo de publicidad en la red está a punto de escribir un nuevo capítulo en su historia. La Comisión Federal de Comercio de EE.UU. (FTC, por sus siglas en inglés), harta, empieza a tomar cartas en el asunto. A quienes aún no le suenen las palabras «youtuber» o «instagramer» debe saber que se trata de personas muy populares. Son conocidos como «influenciadores» digitales, capaces de difundir mensajes a sus miles de seguidores con una influencia hasta ahora impensable. Todas las marcas tienen una estrategia y un mismo objetivo: aumentar las ventas. Y, para ello, necesitan a los «influencers», quienes protagonizan sus anuncios, publican en sus redes sociales que utilizan un determinado maquillaje o calzado deportivo, viajan con la marca y acuden a los eventos que organizan... Las actividades son infinitas. El probl