El orbitador europeo Mars Express detectó metano en Marte por primera vez en 2004. El hallazgo descolocó por completo a los científicos, que no esperaban en absoluto hallar la firma de este gas en la atmósfera del Planeta rojo. Desde entonces, lo han buscado sin descanso para esclarecer su origen. ¿El motivo? Pues que podría estar provocado por procesos geológicos sí, pero, y ahí radica lo más emocionante, también por procesos biológicos, como ocurre en la Tierra. Podría ser una señal de la existencia de vida extraterrestre, que podría sobrevivir bajo la superficie. El misterio creció todavía más cuando, seis años más tarde, telescopios de Hawái observaron columnas de metano, lo que sugería que balsas de vida podrían encontrarse en tres lugares cerca del ecuador del planeta, una hipótesis muy controvertida. En 2014, el rover Curiosity de la NASA volvió a detectar el gas, esta vez desde dentro del planeta, proveniente de una misteriosa fuente fluctuante que lo expulsa periódicamente a l