Las farmacias se han convertido en un bazar: homeopatía y pseudoremedios mientras conservan sus privilegios
«Porque vende (y una farmacia no deja de ser un negocio)». «Porque el cliente la pide (y es más cómodo dársela que explicar que no funciona)». «Porque hay farmacias que creen en ella». «Porque las administraciones no hacen nada». «Porque cuentan con "avales" dentro de la Profesión». «Porque es una moda que no se pueden permitir pasar por alto...»
Ese es el motivo, según lo que los propios farmacéuticos nos han explicado, de que baste bajar a la farmacia más cercana para comprobar que se ha llenado de complementos alimenticios extraños, productos homeopáticos y cosméticos que prometen más de lo que parece razonable. Productos que tienen dos cosas en común: muchos colores y muy poca evidencia científica detrás. Pero, entonces... Si los mismos negocios que protegemos administrativamente para proteger la salud de los ciudadanos no cumplen con su función, ¿qué sentido tienen las farmacias hoy en día?
Farmacias que parecen bazares, farmacias que nos están fallando
Hace unos días, José Manuel López Nicolás, profesor titular de la Universidad de Murcia y uno de los profesionales más comprometidos del país con este problema, hacía un diagnóstico muy gráfico y, a la vez, muy preciso: "Las farmacias, que tradicionalmente han sido una referencia para la sociedad, se han convertido en bazares". Sin embargo, las oficinas de farmacia siguen manteniendo todos sus "privilegios" protegidas tras unas concesiones administrativas que limitan la competencia y que les dan un papel vertebrador esencial dentro de la sanidad del país.
Esta paradoja no ha pasado desapercibida. El tema, con todas sus ramificaciones, se ha vuelto muy polémico, han surgido plataformas como Farmaciencia que trabajan por una botica basada en la evidencia científica y esta misma semana la Real Academia Nacional de Farmacia se posicionaba oficialmente contra la homeopatía.
Como reacción, también se ha extendido en ciertos círculos que el 'clima de opinión' contra la pseudociencia es, poco menos, que una campaña orquestada por los laboratorios alopáticos, (una conspiración como "denunciaba", este mismo fin de semana, la escritora Rosa Montero). Así que parece legítimo preguntarnos si las farmacias han sido tradicionalmente 'ajenas a la pseudociencia' o no.
Farmacias y pseudociencia, historia de una larga amistad
En agosto de 1827 se publica en el 'Diario general de las ciencias médicas' una traducción de 'De la doctrina homeopática' de Hahnemann. Aunque a principios de esa década se había comenzado a hablar de los efectos de la belladona en el tratamiento de la fiebre escarlata, esa se puede considerar la puesta de largo de la homeopatía en España.
Después de eso, un comerciante y hacendado gaditano llamado Francisco Javier Benitúa Iriarte (Benito Uriarte en otras versiones) que se encontraba enfermo desde hacía mucho tiempo sin encontrar remedio, decidió ir a Alemania a conocer al mismo Hahnemann y patrocinó a partir de 1835 los "Archivos Homeopáticos", publicados en Cádiz, que (aunque tuvieron contestación desde las páginas de la también gaditana Revista mensual de Medicina y Cirugía) gozaron de una gran popularidad.
Pero el padre de la homeopatía española fue el médico sevillano Prudencio Querol, que la usó por primera vez durante la epidemia de cólera de 1834 de Madrid. Precisamente, fue el supuesto éxito de los tratamientos homeopáticos frente al cólera lo que espolearon esta 'teoría' médica. En 1854, por ejemplo, se publica un tratado sobre el tema de Pedro de Aróstegui.
Querol fue maestro de muchos. Entre ellos estaba, por ejemplo, José María Carbó (introductor de la homeopatía en México, a donde llegó para combatir una epidemia de fiebre amarilla en la década de 1850) y, sobre todo de Redro Rino y Hurtado, sin lugar a dudas, el gran homeópata español de la primera época. El Doctor Rino y García estableció el primer servicio de homeopatía en el Hospital de Badajoz y que junto a Juan Manuel Rubiales crean la primera farmacia homeopática española a partir de 1838. Es decir, el año que viene la farmacia homeopática cumplirá 180 años en nuestro país.
Entonces... ¿Qué ha cambiado?
Es decir, está claro (y es una constante en toda Europa) que las farmacias han formado parte de los movimientos pseudocientíficos desde el principio. Han sido, por decirlo de alguna forma, 'colaboradores necesarios' de los practicantes de homeopatía y otras prácticas pesudoterapéuticas. Al menos, algunos farmacéuticos. Y ahí está el primer cambio sustantivo, en la extensión de los tentáculos de estos productos que antes eran difíciles de encontrar y ahora se pueden encontrar en la inmensa mayoría de establecimientos.
La pregunta no es, por tanto, si las farmacias pseudocientíficas han existido siempre que parece que sí (Boiron, la gran multinacional homeopática nació en 1932). Sino porqué han dejado de ser algo minoritario y se han extendido a toda la farmacia española y mundial. Y la respuesta gira en torno a tres grandes factores: la aparición de una gran cantidad de productos que no son medicamentos, peor tratan de hacerse pasar por ellos; los fallos regulatorios por parte de la administración y, sobre todo, la crisis.
La crisis que cambió las farmacias
Pocos negocios parecen más seguros que una farmacia. En 2014, el precio medio de una 'licencia' estaba en torno a los 300.000 euros. En marzo de este año, ya superaba el medio millón. Y eso es solo la licencia; es decir, la concesión administrativa.
A eso hay que sumar la "venta global" que incluye cosas como el local y los suministros. Para calcular ese precio se usa "una ratio sobre el volumen de ventas anuales". Según le explicaba el bufete Gómez Córdoba especializado en el mundo de la farmacia a El Economista, "esta ratio ha pasado del 1-1,3 de principios de 2016 a 1,5-1,6 a principios de 2017".
Es cierto que, en 2013, en plena crisis, las licencias vivieron un año negro y llegaron a costar un 68% que en 2008. Pero hoy por hoy el mercado se ha recuperado y, de nuevo, muchos profesionales tratan de hacerse con una licencia como pueden.
¿Qué ha cambiado? El tipo de farmacia. Antes se buscaban farmacias que vendieran muchas recetas (eran clientes fieles y los ingresos eran recurrentes), el problema es que los márgenes están ajustados. Por eso ahora se buscan farmacias que sean potentes en "venta libre". Asefarma, una asesoría especializada en farmacias, ve un patrón claro: "El farmacéutico quiere más zona de exposición, más espacio de salud y consejo al cliente. Quiere convertir su botica en un lugar para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades".
Farmacias que son más que farmacias
La farmacia que rebasa la farmacia es una constante, no solo por una cuestión económica, sino también por una cuestión comercial. Las farmacias tienen un régimen comercial muy controlado y, por ejemplo, como normal general no pueden anunciarse por medios publicitarios tradicionales.
Sin embargo, sí se pueden promocionar otros establecimientos como parafarmacias, ortopedias u ópticas, aunque estén (y operen) en el mismo local siempre y cuando no se asocien al nombre de la farmacia. Es decir, se puede hacer publicidad de la Parafarmacia Isso que está en el mismo local que la Farmacia Isso, si 'Farmacia Isso' no sale en el anuncio.
La situación fue una 'tormenta perfecta'. Mientras los beneficios de las farmacias se resentían, aparecieron numerosos productos alimentarios, nutricosméticos o complementarios que permitían ampliar el negocio y los farmacéuticos aceptaron el trato.
Los límites éticos y legales de la farmacia
Parece razonable. Ampliar y diversificar el negocio como respuesta a la crisis es algo que difícilmente podríamos poner en cuestión. Al menos, mientras que en las oficinas siga primando el interés público y la información de calidad. Y, sobre todo, mientras no se comprometa la salud de los ciudadanos.
"No sé si es ilegal vender estos productos en la farmacia, desde luego que no es ético", nos dicen desde Farmaciencia
Si, como denuncia López Nicolás, en productos dietéticos y alimentarios se está bordeando esta línea, en los llamados 'medicamentos homeopáticos' la línea se cruza todos los días.
«La prohibición de dispensar medicamentos no autorizados está establecida también en normas estatales», nos explica Fernando Frías, abogado especializado en pseudociencias. Según Frías, la ley es clara, «el artículo 9.1 de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos establece que "Ningún medicamento elaborado industrialmente podrá ser puesto en el mercado sin la previa autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios e inscripción en el Registro de Medicamentos" y el art. 111.2, letra c), apartado 1, lo tipifica como infracción muy grave».
En el caso de los productos homeopáticos, solo existen cinco que tengan esta autorización y, por tanto, al margen de esos cinco, «su venta es ilegal».
«Si ponemos en relación una cosa (las sanciones por la venta de medicamentos no autorizados) con la otra (el hecho de que los medicamentos homeopáticos, salvo cinco, carezcan de autorización) está claro que los farmacéuticos que los vendan se arriesgan a que les caiga una sanción bastante importante, incluyendo el cierre de su farmacia durante una buena temporada». Pero eso no pasa.
¿Qué tiene que ocurrir para que un farmacéutico sea sancionado?
«Lo que ocurre es que ninguna administración sanitaria parece interesada en meterse en ese fregado», nos explica Frías. Según la ley actual haría falta una inhabilitación profesional o penal del titular para que la oficina de farmacia se cerrara.
La inhabilitación penal depende de los juzgados, pero la profesional «puede ser impuesta por los Colegios Profesionales o por las autoridades sanitarias». ¿Dónde están entonces los colegios? Aurora García, farmacéutica especialista del Hospital Carlos Haya de Málaga y portavoz de la plataforma Farmaciencia nos lo explica «los colegios de farmacéuticos están desaparecidos».
«La homeopatía y las pseudoterapias mueven mucho dinero. Es cierto que a nivel de oficina de farmacia no es la fuente de ingresos fundamental, pero a nivel institucional las empresas que venden este tipo de productos invierten mucho en marketing y en difusión». Ese es el centro de los conflictos de interés en el mundillo farmacéutico (y médico) desde hace años.
Pero mientras la legislación se ha ido endureciendo para controlar las prácticas de las farmacéuticas, las empresas que se dedican a este tipo de productos, no se ven afectadas pese a que usen la legitimidad de las farmacias como parte de su estrategia de venta. «Desde Farmaciencia no nos oponemos a que se vendan este tipo de productos en otros lugares (como parafarmacias), nos oponemos a que se 'blanquee' la imagen de productos como la homeopatía desde la botica de un farmacéutico».
«Poco a poco todas las profesiones empiezan a hacer ruido, menos la nuestra que seguimos callados», nos explica García. Y no puedo estar más de acuerdo. Durante la realización del reportaje hemos tratado de contactar con varios colegios que avalan la homeopatía y hemos visitado varias farmacias que se dedican a vender pseudoremedios de todo tipo. De los primeros estamos esperando respuesta, de los segundos ya sabemos que no la vamos a obtener de forma oficial.
¿Hay que repensar las farmacias?
Y mientras se llenan de cremas, complementos dietéticos y otros productos sin fundamento, lo peor es que las farmacias tienen un enorme potencial sanitario al permitir una mayor infiltración de la sanidad. Esta semana se ha conocido un buen ejemplo: la intervención de farmacéutico cuadruplica la tasa de éxito en el abandono del tabaco que la mera dispensación.
Y, según las fuentes con las que vamos hablando, ese es el mayor problema: en el sector está ocurriendo, poco a poco, algo que ha pasado con otros sectores. Cada vez más, los farmacéuticos de botica están dejando de pensarse como elementos del sistema sanitario, para pensarse como un negocio más. Especial, eso sí. Pero uno más.
Esto nos lleva de nuevo a la pregunta del principio, ¿tienen sentido el sistema actual de farmacias si todo vale con tal de ganar beneficios? ¿Acabaremos por expedir los medicamentos en los hospitales y centros de salud? ¿o veremos cómo, ante los abusos, se acaba por liberalizar, del todo, el sector con los riesgos que eso conlleva? Por ahora, nadie se atreve a abrir ese melón, pero el debate ya está en los círculos especializados. El futuro (y, sobre todo, los farmacéuticos) dirán.
Imágenes | Gonmi Farmacia
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La noticia Las farmacias se han convertido en un bazar: homeopatía y pseudoremedios mientras conservan sus privilegios fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .
Fuente: Xataka
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