WD My Passport SSD, análisis: el almacenamiento en estado sólido da sus primeros pasos en el mercado general
Hace algo más de un mes analizamos la nueva generación de discos duros externos My Passport, que siguen usando el disco duro mecánico tradicional con la ventaja de ofrecer hasta 4 TB de espacio en un tamaño de bolsillo. Pero ¿qué hay de los discos SSD? ¿No tiene WD, una de las marcas más conocidas de almacenamiento, sus propias soluciones en este nuevo formato?
Pues sí, y se han bautizado como My Passport SSD. Son el primer paso, la primera generación de estos discos de estado sólido pensados para el público general, y por lo tanto tienen que definir el futuro de la marca frente a otras propuestas potentes como los Samsung T3. Veamos con detalle cómo lo hacen.
WD My Passport SSD: características técnicas
Dimensiones |
1 x 9 x 4,5 centímetros |
---|---|
Peso |
51 gramos |
Capacidades |
256 GB, 512 GB o 1 TB |
Velocidad de lectura de datos |
515 MB/s teóricos, unos 432 MB/s según nuestras pruebas |
Velocidad de escritura de datos |
Unos 363 MB/s según nuestras pruebas |
Software |
WD Backup, WD Discovery, WD Drive Utilities, WD Security |
Compatibilidad |
Windows, Mac, Linux (formateado en NTFS pero puede reformatearse sin problemas). Algún software sólo es compatible con Windows |
Precio |
Desde 143,45 a 453,32 euros en Amazon dependiendo de la cantidad de almacenamiento |
Gracias a los chips SSD, estamos ante un disco externo que no parece un disco externo. Sus medidas, 1 x 9 x 4,5 centímetros, hacen que parezca más un paquete de chicles que no un disco. Pero más que su tamaño (al fin y al cabo hay pendrives USB más pequeños), lo que sorprende es su peso. El My Passport SSD es extremadamente ligero, 51 gramos, de modo que si te lo pones en el bolsillo apenas vas a notar que llevas nada.
El material con el que el My Passport SSD está fabricado es un plástico en dos acabados, negro liso y uno metalizado "rayado" que forma ya la identidad de la marca en sus dispositivos de almacenamiento. Con el poco peso que tiene la sensación al cogerlo es de fragilidad, de tener un juguete en las manos. Pero WD ya se ha encargado de que eso se nos vaya de la cabeza garantizando resistencia a caídas de hasta 2 metros.
No hay ningún botón en el disco, así que dependemos de su conexión para que se active o desactive. Y por sus dimensiones y el grosor del cable, el disco nunca va a quedarse plano en una superficie. Siempre va a quedarte inclinado.
Y ya que hablamos de conexión: este WD My Passport SSD utiliza USB-C, concretamente uno que admite velocidades USB 3.1 de segunda generación hacia los 10 Gbps. Es compatible con esta generación y con la primera, que admite velocidades de hasta 5 Gbps. Y para los que todavía no hayan saltado a esta nueva interfaz, el disco incluye un adaptador para funcionar con una conexión USB-A 3.0. Que a su vez, por supuesto, es compatible con los puertos USB 2.0 a 480 Mbps. No se aprovecha la velocidad del disco SSD, pero la compatibilidad con todos los ordenadores está asegurada.
Rendimiento: sí, el SSD rinde más
Al ser SSD, el My Passport SSD debería ser más rápido que sus hermanos mecánicos, ¿verdad? Pues es hora de comprobarlo. WD nos promete nada menos que velocidades de 515 MB/s, así que hemos hecho nuestras propias pruebas utilizando un MacBook Pro de nueva generación y con conexión USB-C 3.1 de segunda generación:
432 MB/s de velocidad de lectura de datos no está nada mal, aunque no sean esos 515 MB/s prometidos. Se ventila los 200 MB/s de lectura de datos del My Passport mecánico de 4 TB, desde luego. La velocidad de escritura tampoco está nada mal, unos 363 MB/s. El My Passport mecánico de 4 TB ofrece unos 100 MB/s.
Pero estos datos se han sacado de una conexión capaz de dar 10 Gb/s, unos 1,25 GB por segundo como máximo. ¿Qué pasa cuando hacemos el mismo test de velocidad colocando el adaptador a USB-A, que da una velocidad máxima de 5 Gbps / 0,62 GB por segundo? Pues pasa lo siguiente:
288 MB/s para escribir datos y 400 MB/s para leerlos. De acuerdo, las velocidades bajan un poco, pero tampoco es ningún desastre. Copiar una fototeca de macOS de unos 8 GB de capacidad, que contiene centenares de miles de archivos de pocos MB y KB, me ha costado dos minutos:
Un último punto que vale la pena destacar es que el disco se calienta bastante cuando trabajamos con él, aunque no de forma excesiva. Quizás haya que vigilarlo cuando le demos un uso intensivo.
Software: ningún cambio útil a la vista
Como ya dijimos con la reseña del My Passport, el software que ofrece WD en sus discos no aporta demasiado que digamos. Seguridad con cifrado AES de 256 bits, copias de seguridad... los sistemas operativos ya son completamente capaces de cubrir las necesidades que nos ofrece el disco.
El único cambio es WD Discovery (en la imagen superior), una aplicación que se queda en la barra de tareas de nuestro sistema y que nos propone la descarga de esas utilidades junto con sugerencias de otros desarrolladores. Son sugerencias de aplicaciones que se habrán puesto de acuerdo económicamente para estar ahí, y que de nuevo no dan ningún beneficio notable. Además, no tiene demasiado sentido tener permanentemente en nuestro sistema una lista de programas que podríamos instalar.
Afortunadamente podemos optar por no instalar nada de esto, y usar el WD My Passport como cualquier otro disco externo cualquiera. El software opcional que se ofrece es simplemente eso, opcional.
WD MyPassport SSD: la opinión de Xataka
Si lo que quieres es un disco externo para almacenar datos, tu prioridad va a ser cuanto más espacio y menos precio, mejor. Y eso de momento sigue estando reservado para los discos mecánicos mientras que los SSD cuestan más. Pero la buena noticia es que los discos SSD empiezan a tener precios relativamente asequibles, ya no es esa opción completamente prohibitiva destinada a los más exigentes.
Por lo tanto, si crees que puedes necesitar una unidad externa que te dé un buen rendimiento para tratar archivos frecuentemente sin grandes ambiciones de espacio, los 143 euros que te cuesta el modelo de 256 euros puede ser una buena opción. No podemos decir lo mismo del modelo de 1 TB por más de 450 euros, pero como decimos esto es sólo el primer paso.
A medida que pase el tiempo, este nuevo formato de almacenamiento será cada vez más barato. Los discos duros tradicionales nunca terminarán de desaparecer, desde luego, pero los chips SSD están aquí para quedarse.
En Xataka | Kingston DataTraveler Ultimate GT, análisis: 2TB de memoria pero 1.800 euros
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La noticia WD My Passport SSD, análisis: el almacenamiento en estado sólido da sus primeros pasos en el mercado general fue publicada originalmente en Xataka por Miguel López .
Fuente: Xataka
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