No, el iPhone X no cuesta 1.159 euros
Si hay algo que ha llamado la atención de la presentación de los iPhone de última generación, eso ha sido el precio. El iPhone X de "entrada" y 64GB tiene un precio de 1.159 euros, mientras que el de 256GB sube su coste a los 1.349 euros. El iPhone X no es el primero en romper la barrera de los 1.000 euros. Ese honor le corresponde al Galaxy Note 8 o al iPhone 7 Plus de 128GB el año pasado.
Pero no demos rodeos: sigue siendo mucho dinero. Sin embargo y a pesar de que muchos se echen las manos a la cabeza, un iPhone X no cuesta esa cantidad. Todo gracias (o por desgracia) de la financiación a plazos.
De dónde venimos: la subvención de terminales
Qué memoria más corta tenemos cuando queremos. No hace tanto tiempo que los teléfonos móviles costaban una auténtica pasta. Javier Lacort nos habló en Xataka hace unas semanas de la evolución de los precios de terminales móviles en los últimos 20 años. Ajustando los precios a la inflación, nos queda el siguiente gráfico: Si nos fijamos en el comienzo, vemos cómo se encuentran terminales míticos como el Nokia 8110, que en euros actuales tendría un precio por encima de los 1.500 euros. Eso fue el comienzo del mercado de la telefonía, donde se vendían móviles a profesionales que podían permitírselo. Las operadoras no tardaron demasiado tiempo en encontrar la manera de expandir el mercado con diferentes estrategias que rebajaban el precio.
¿Os acordáis de los programas de puntos, la subvención de terminales y los amagos de portabilidad? Eran diferentes formas que tenían las compañías de telefonía españolas de atraer, fidelizar y retenernos como clientes de sus servicios:
- Los programas de puntos premiaban el consumo acumulando un saldo que después podía canjearse por un nuevo móvil a un precio más rebajado.
- La subvención de terminales que "escondía" el coste del terminal dentro de la tarifa de voz y datos contratada. Como consecuencia, el móvil quedaba bloqueado a la red de la operadora y sólo podía liberarse pasados 24 meses.
- Mediante los famosísimos amagos un cliente podía conseguir una mejor tarifa así como un terminal mejor o a mejor precio si amenazaba con marcharse a otra compañía.
Apple no ha llegado hasta donde está vendiendo terminales libres. Durante años se ha aprovechado y fomentado la estrategia de subvención de las operadoras con sus sucesivos iPhone para poder llegar a un público mucho más amplio. Hasta que en 2012 las operadoras comenzaron a abandonar la subvención de terminales, haciendo que el mercado diera un giro importante.
El salto a la financiación de móviles
Muchos auguraban una caída brutal de las ventas de terminales de gama alta tras el fin de las subvenciones de las operadoras. Pero ni en España ni cuando le tocó el turno a EEUU sucedió la debacle. El público seguía queriendo renovar y comprar nuevos iPhone. Y encontraron la manera de conseguirlo.
Las operadoras decidieron hacer visible el coste del terminal separando la tarifa y mostrando el coste de la financiación. Eso que antes quedaba oculto y sepultado en un solo coste que llamábamos subvención, ahora quedaba abierto y en vista de todos. Por ejemplo, si antes uno pagaba 60 euros por un iPhone y una tarifa de voz y datos, simplificándolo mucho pasaba a pagar 24 euros de tarifa acompañada de 36 euros de financiación.
Y ahora, de golpe y porrazo, éramos conscientes de cuánto nos costaba un móvil a final de mes. No es que antes no lo supiéramos, lo intuíamos pero no queríamos saberlo con exactitud. Este tipo de financiación de terminales tenía una duración típica de 24 o 30 meses, durante los cuales también se pagaba la correspondiente tarifa. Sin embargo, tenía un efecto positivo para nuestros bolsillos: cuando terminaba la financiación, el usuario veía su factura a final de mes reducida considerablemente.
Esto, unido al hecho de que el iPhone fue alargando su vida útil con cada generación, nos ha permitido disfrutar de facturas menores. Al mismo tiempo, somos más proclives a buscar tarifas más asequibles y a cambiar de operador, algo que las compañías intentan contrarrestar con las ofertas combinadas.
A dónde vamos: la financiación del iPhone X
Dicho todo esto, el iPhone X sigue siendo un terminal de precio elevado. Pero esto sólo es cierto cuando miramos el coste completo del terminal y no el que saldría de una financiación con la operadora de turno. O la financiación que ofrecen tanto bancos como tarjetas de crédito o cadenas de electrónica de consumo. Porque la financiación de productos de consumo está a la orden del día en economías desarrolladas. En países como Canadá es sorprendente ver la variedad de cosas que se financian con la tarjeta de crédito.
Hagamos un cálculo rápido de cuánto supondría financiar a 24 meses los distintos modelos básicos de iPhone:
- iPhone X, 1.159 euros: 48,30 euros al mes.
- iPhone 8 Plus, 919 euros: 38,30 euros al mes.
- iPhone 8, 809 euros: 33,70 euros al mes.
- iPhone 7 Plus, 779 euros: 32,45 euros al mes.
- iPhone 7, 639 euros: 26,62 euros al mes.
- iPhone 6s Plus, 639 euros: 26,62 euros al mes.
- iPhone 6s, 529 euros: 22,04 euros al mes.
- iPhone SE, 419 euros: 17,45 euros al mes.
Aquí estamos dejando fuera tanto los gastos de constitución como intereses que pueden cobrar el operador, gran superficie o entidad financiera. Podrían suponer unos 100 euros más en total (alrededor de 5 euros más al mes) en los terminales más caros. Aunque en algunas ocasiones se pueden suprimir en parte o totalmente si se consigue una buena oferta.
Dicho esto, la diferencia entre pagar un iPhone libre y hacerlo a plazos es simplemente brutal. A esta cantidad mensual hay que añadir la tarifa correspondiente, que puede partir de los 15-20 euros. Desde luego y gracias a la financiación uno podría tener un iPhone X por 50 euros al mes. O un iPhone 7, un terminal muy competente, por 27 euros.
Y pasados los 2 años, se acaban los pagos mientras se sigue disfrutando de un iPhone muy capaz.
La evolución futura del modelo probablemente pase por los programas de renovación automáticos, como el que tiene Apple en EEUU. Pagas una cuota mensual y te aseguras iPhone siempre nuevo, mientras entregas el viejo. Apple ya tiene un programa de reciclaje mediante el que se hace cargo del antiguo a cambio de una suma menor que la que se obtendría con la venta de segunda mano.
El lado oscuro de este tipo de financiación es que suponen una "trampa" en caso de pérdida, robo o rotura. Dejas de tener el iPhone a tu disposición pero la deuda tiene que seguir pagándose. Más o menos, lo mismo que ocurría con la permanencia de tarifa hace unos años. La mayoría de usuarios que opten por uno, utilizarán un tipo de financiación u otra.
Visto así, el iPhone X no cuesta tanto como parece. Siempre que se financie en cómodos plazos, claro.
En Applesfera | Fecha de lanzamiento y precio oficial del iPhone X, iPhone 8 y iPhone 8 Plus en España y Latinoamérica.
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La noticia No, el iPhone X no cuesta 1.159 euros fue publicada originalmente en Applesfera por Eduardo Archanco .
Fuente: Applesfera
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