Análisis iPhone 8 Plus, el momento de los nuevos retos
Esta ha sido la generación más curiosa en los diez años de historia del iPhone. El iPhone 5 inició los conocidos ciclos de renovación de la gama, que desde ese momento se esperan cada comienzo de Septiembre. Esto da lugar a momentos interesantes los meses previos: la rumorología se pone en marcha y la imaginación diseña cómo será el próximo modelo - a veces basado en las inevitables filtraciones de la cadena de montaje. Y vemos los primeros renders de ciertos artistas que buscan anticipar lo que todo el mundo está esperando: conocer el próximo iPhone.
Pero este año no había sólo un “próximo iPhone”. De repente los rumores hablaban de un modelo típico - el que todo el mundo esperaba como “s” - y otro modelo alejado completamente de la trayectoria y el diseño habitual del teléfono inteligente de Apple. Sobre las características internas, poco se anticipó: evidentemente todos entendíamos una evolución natural de los chips de Apple, mejoras en la cámara... Es un nuevo iPhone, una nueva generación en un año emocionante para la marca y para la gama.
Este nuevo iPhone 8 está lleno de sorpresas, más allá del conocido diseño de los últimos modelos
Este nuevo iPhone 8 Plus está repleto de sorpresas: aunque la pregunta obvia cuando lo vemos desde su familiar frontal sea “¿Qué ha cambiado?”. En este artículo vamos a hablar de todos esos cambios, interiores, exteriores... aunque quizás, el más importante - el que incluso define el propio concepto - es el auténtico gran cambio de esta generación. Una generación que promete volver a cambiar lo que todos esperamos de un teléfono móvil para los próximos años.
El nuevo diseño de cristal
Cuando Tim Cook nos lo presentó en directo en la pasada keynote del 12 de Septiembre, la apariencia nos resultaba tremendamente familiar - al menos en las primeras imágenes que veíamos en aquella super pantalla del Auditorio Steve Jobs. Por detrás, un nuevo diseño de cristal da un aspecto más sobrio al nuevo teléfono, sin embargo el frontal era el que ya conocíamos de la generación anterior. Sin embargo, justo cuando acabamos la keynote y pudimos tener en la mano el teléfono, notas la diferencia.
El cristal envuelve todo el diseño, haciéndolo más elegante en mano aunque el frontal nos resulte tan familiar
En mano, la parte trasera de cristal es cómoda y aporta un grado de sujeción extra que gustará a quienes se quejaban de que el aluminio resbalaba en las manos. Apple nos promete un nuevo cristal super resistente para esa zona, “el cristal más resistente jamás empleado en un smartphone”, y que casualmente en esta ocasión he probado de forma accidental: se me cayó al suelo desde una mesa. Sin ninguna funda. Y la verdad, es que no hay un sólo desperfecto en el teléfono - está intacto. Evidentemente esto depende mucho de cómo caiga el teléfono, pero de momento las expectativas las cumplió (las fotos que veis en este artículo están tomadas después del “evento”).
La parte trasera está disponible en tres colores para esta generación: oro, plata y gris espacial. El color “oro” es este año más “rosa” - o así lo veo yo - que dorado, y en directo es muy elegante y sobrio. El toque del cristal posterior también ayuda a esa sensación de un nuevo modelo que evoluciona en cierta medida el diseño que tenemos desde la salida del iPhone 6 Plus hace unos años. Se completa con unos bordes de aluminio del mismo color que el diseño y un frontal que podemos encontrar en el blanco o negro de siempre, que a pesar de lo que pueda parecer, también está cubierto por el mismo vidrio resistente.
El iPhone 8 es resistente al agua, pero Apple no aconseja sumergirlo - teóricamente podríamos hacerlo hasta 1m
Una pequeña mejora también en el diseño de esta generación es la mayor sonoridad de los altavoces, sobre todo a la hora de reproducir música o tener llamadas de conferencia. El resto de aspectos se mantienen respecto a la generación anterior, como la resistencia al agua - a salpicaduras - que es idéntica a la que ya teníamos en los iPhone 7. Hay que recordar que aunque podemos sumergirlo hasta un metro según las especificaciones, Apple no lo recomienda - de hecho, no lo cubre la garantía - porque no es un dispositivo pensado para inmersiones, aunque pueda salvar vuestro móvil si accidentalmente se sumerge.
Un cambio diferencial: la pantalla Retina con True Tone
Uno de los cambios más importantes de esta nueva generación de iPhone, es la nueva pantalla. Mantiene la pantalla Retina de siempre, con la misma resolución y densidad, pero mejora su visualización incorporando True Tone - una tecnología que conocimos el año pasado con el primer iPad Pro de 9,7” - y que mejora la comodidad de cómo leemos la pantalla. En aquella ocasión, la espectacular pantalla daba nueva vida a lienzo más amplio del iPad pero, ¿qué puede aportar en un teléfono?
La nueva pantalla con True Tone tiene más contraste y colores notablemente más brillantes: la gran diferencia visual de esta generación
La realidad es que es posiblemente la novedad más llamativa a primera vista del iPhone 8: una pantalla con colores vibrantes que mejoran utilizando un espacio de color más amplio, y un equilibrio entre el balance de blancos de la pantalla y la iluminación del lugar donde nos encontremos. Todo el conjunto hace que la pantalla muestre los colores con más profundidad, más brillantes y definidos. La ventaja añadida de la pantalla True Tone hace que las interfaces con más contraste sean más vivas y además se adapten al entorno donde nos encontramos en el momento.
Existe cierta confusión a torno a las diferencias entre Night Shift y True Tone: aunque en ambos casos el objetivo es reducir el cansancio visual atenuando la pantalla a colores más cálidos, en el primero el cambio se activa por un parámetro programado de tiempo. En True Tone, es el sistema operativo quien controla los tonos de la pantalla, activados por los sensores que captan la luminosidad ambiental y equilibran el balance de blancos de la interfaz con él. La verdad es que el resultado en el día a día sorprende, sobre todo cuando cada vez leemos más sobre la pantalla: con este iPhone 8 Plus me he sentido cómodo leyendo por ejemplo libros en viajes sin notar cansancio ni pesadez en la vista.
La toma automática de fotos en HDR mejorada por los nuevos sensores hace que las imágenes sean espectaculares en la nueva pantalla
Las fotografías son otro de los beneficiados con esta nueva pantalla mejorada: la mejoras en las cámaras de las que hablaremos más adelante se ven notablemente reflejadas en los resultados que vemos directamente en la pantalla del propio teléfono. La mayor amplitud cromática se nota sobre todo en imágenes con distintos tonos cromáticos, o zonas de sombra y luz - beneficiado también por la toma automática de fotos en HDR. En definitiva, todo un acierto y una fantástica evolución de una pantalla que hereda más que dignamente la tradición de las generaciones precedentes.
Las nuevas cámaras que venden teléfonos, mejores
Sin duda uno de los grandes aciertos - y quizás de los más inesperados - fue el Modo Retrato del anterior iPhone 7 Plus. Ello fue posible gracias a la combinación, por primera vez en un iPhone, de una cámara gran angular y otra teleobjetivo con la que se podía emular un enfoque en primer plano con fondo difuminado, simulando el efecto de cámaras de gama alta. La mezcla de la tecnología de ambas cámaras junto con el sistema operativo que controlaba todo el conjunto, daba resultados espectaculares. Para muchos, el primer motivo para adquirir un teléfono que a priori era un modelo continuista respecto al iPhone 6 Plus - pero que fue mucho más, convirtiendo al iPhone 7 y al iPhone 7 Plus en los teléfonos más vendidos del mundo durante los dos primeros trimestres de 2017.
Las cámaras no sólo mejoran en hardware, el chip A11 las potencia mediante el motor neuronal - llevando más allá la "fotografía móvil"
Es por ello que se esperaba una mejora importante también en los modelos de la generación de este año, incluso alguna sorpresa añadida, como que los iPhone 8 cuenten por primera vez con estabilización óptica - sin ser un modelo “Plus”. En el iPhone 8 Plus tenemos una cámara gran angular con lente de seis elementos de ƒ/1,8, también con estabilización óptica (mejorada por software también) y un nuevo sensor de 12Mpx más grande y mejor gestionado por la CPU que en la generación anterior - sobre todo a la hora de calibrar la imagen en el procesado digital y realzar las zonas de baja luminosidad y contrastarlas mediante el HDR con las zonas más claras.
La segunda cámara del iPhone 8 Plus es una cámara teleobjetivo de ƒ/2,8, combinada junto a la primera hacen posible un zoom óptico de 2x y digital de hasta 10x (6x para vídeos), del que no he notado grandes cambios respecto al iPhone del año pasado. Mención especial para el procesador de imagen digital diseñado por Apple para este teléfono, que detecta de forma “inteligente” movimiento, iluminación, personas y objetos, para por ejemplo crear mapas de profundidad o potenciar zonas con mejor definición - una de las mejoras este año es la mayor velocidad de enfoque, lo que ayuda enormemente a conseguir fotos fantásticas con el “apuntar y fotografiar”. Rápidamente, justo al sacar el teléfono del bolsillo.
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El nuevo Modo Retrato y la Iluminación inteligente
Mención especial el nuevo Modo Retrato de este año, algo que Apple está sabiendo evolucionar y sacar partido muy bien: en el nuevo iPhone 8 Plus este modo mejora con una mayor definición, sobre todo en fotografías con baja luminosidad (ayudado por el nuevo sensor de mayor apertura), algo que hacía perder calidad en ciertas ocasiones cuando se tomaban con el iPhone 7 Plus. La rapidez de enfoque y la mayor calidad en este modo ya de por si es un avance, pero iOS 11 no traía una sorpresa más: los modos de Iluminación de Retratos.
Parémonos a lo que se hace para que una foto “de estudio” sea de calidad: entre muchos factores, uno de los básicos es la iluminación. Apple en esta generación se saca de la manga un nuevo procesador llamado A11 Bionic, que utiliza un motor neuronal para - por ejemplo - crear mapas de densidad en una captura, reconociendo objetos, personas y formas. Si separamos una imagen en capas, y podemos medir la profundidad respecto al objetivo, podemos variar la iluminación por elemento, como si de una imagen diseñada por ordenador se tratara.
Con eso contamos ahora con cinco modos: luz natural (el Modo Retrato original), luz de estudio (ilumina mejor las zonas más oscuras del primer plano), luz de contorno (lo contrasta más), luz de escenario (elimina el fondo y sólo deja el sujeto en primer plano) y luz de escenario mono (igual que la anterior, pero en blanco y negro). Combinando estos nuevos modos, y las posibilidades de edición de iOS 11 (o de cualquier otra app más completa) se pueden conseguir fotos realmente increíbles que llevan la fotografía móvil un poco más allá. Pero no todo el mérito es de la cámara, o el nuevo sensor: hablemos ahora de la auténtica estrella de esta nueva generación de iPhone…
El futuro de los iPhone empieza ahora con el chip A11 Bionic
En los últimos años, desde la fabricación de las primeras CPUs fabricadas por Apple, hemos visto como estos chips cobraban más protagonismo dentro de los dispositivos iOS: los primeros se centraron en potencia, después, mejoraron en eficiencia… ¿cual debería ser el siguiente paso lógico? Sin duda, la inteligencia artificial, tan de moda en los últimos tiempos gracias a la mejora en las velocidades de proceso. Por todo ello, Apple nos ofrece en estos nuevos iPhone 8 (normal y el Plus) exáctamente el mismo procesador: el nuevo chip A11 Bionic, una CPU de seis núcleos, cuatro de ellos pensados para maximizar eficiencia y según Apple, un 70% más rápido que el chip A10 Fusion. Las pruebas con Geekbench 4 (versión 4.1.2) son demoledoras en cuestión de números:
Ya habíamos hablado antes en Applesfera de como el rendimiento de este nuevo procesador no sólo se separa de su competencia más próxima, sino que la deja muy atrás con una potencia inédita para un dispositivo que llevamos en nuestros bolsillos. Como comentaba, los procesadores de Apple ya llevan algunas generaciones incluso acercándose “peligrosamente” a las alternativas de Intel en escritorio - cosa que también puede estar contándonos mucho del futuro de los Mac - y lo podemos ver perfectamente si comparamos este iPhone 8 Plus respecto al resto de dispositivos que hemos probado en Geekbench:
La potencia en el chip A11 no sólo es capacidad de cálculo, también utiliza un motor neuronal para mejorar mediante inteligencia artificial ciertos procesos, como por ejemplo, la toma y edición de fotografías. Para ello también es importante la nueva GPU (el nuevo motor gráfico de hardware) que Apple incluye en el sistema: hasta un 30% más rápido que lo que conocíamos en el chip A10 Fusion. El cambio entre procesadores es notable cuando también se han mejorados sensores utilizados en la también de moda “Realidad Aumentada” (y su control mediante el nuevo sistema operativo iOS 11 y la CPU). Las nuevas apps exprimen la potencia bruta del nuevo A11 Bionic y hace que esta nueva funcionalidad del teléfono sea realmente suave y detallada en las apps que por primera vez utilizan el ARKit:
La carga rápida y carga inalámbrica llegan por fin al iPhone
La batería también es algo que durante generaciones mejora, aunque los usuarios apenas lo notemos. Esto es así porque año tras año, Apple se sitúa la misma duración pero casi duplica la potencia y prestaciones entre los modelos, utilizando la mejora en eficiencia energética chip tras chip. En el iPhone 8 Plus, he notado cierta mejora de batería respecto al iPhone 7 Plus - sobre todo desde la últimas versiones de iOS 11 que mejoraron rendimiento. Es importante pensar que hablamos de una CPU casi un 70% más rápida que la anterior, pero se mantiene la duración de la batería - aquí un acierto de Apple que año tras año mantiene estos números.
El uso del estándar Qi de carga inalámbrica hace inmediatamente compatible estos iPhone 8 con casi cualquier cargador del mercado
Este año además contamos - por fin - con la bendita carga inalámbrica: algo que los usuarios de iOS veníamos esperando desde hace muchas generaciones, y que la compañía ha implementado utilizando el estándar Qi. Es decir, no existe un protocolo propietario de la compañía y podemos utilizar desde el mismo día que abramos la caja de nuestro nuevo teléfono, de cualquier cargador Qi del mercado: incluyendo los que ya se montan en coches, hoteles o muebles “inteligentes” como ofrece por ejemplo IKEA. Para las pruebas de este artículo, busqué un cargador asequible y cómodo en Amazon y me encontré con este modelo de Vinsic - funciona perfecto con el iPhone 8 Plus (y rebajado ahora mismo desde 29,90€ a 9,49€).
La carga inalámbrica no es tan rápida como la carga directa por cable, pero la mejora en comodidad hace que para el día a día, sea mi sistema de carga favorito: tener encima de la mesa un cargador de este tipo (y más sabiendo que podemos elegir entre todos los distintos modelos del mercado) es cómodo y práctico. Si lo que queremos es ganar en velocidad de carga, ambos modelos de iPhone 8 cuentan con carga rápida, utilizando por ejemplo los cargadores USB-C que traen los nuevos MacBook y MacBook Pro (modelo A1540 de 29 W, modelo A1718 de 61 W y modelo A1719 de 87 W): aquí si he notado cambio y se puede llegar perfectamente al 40-50% de carga en media hora si los utilizamos.
Un iPhone con nuevos retos
Apple pone el iPhone 8 encima de la mesa con la mirada en una dirección distinta: para la tecnología ya no es suficiente que sea la más potente y la más rápida, tiene que utilizar esas ventajas para ofrecer nuevas oportunidades al usuario. El chip A11 Bionic es un claro ejemplo de esto: es probablemente la CPU que todos veníamos esperando como un cambio de rumbo hacia nuevos retos más complejos y una nueva generación de iPhone que incluso mejoran en capacidad a los ordenadores de escritorio. La inclusión de un motor neuronal y la inteligencia artificial para mejorar ciertos procesos típicos del teléfono es sin duda una tendencia de futuro que sólo comenzamos a ver ahora.
Es el iPhone de los nuevos retos: mejorado internamente para dar nuevas oportunidades al usuario en un nuevo diseño más elegante y robusto
El diseño se vuelve más elegante con la nueva cubierta de cristal, aunque sin duda el frontal le resta un poco de fuerza al dar la falsa impresión de que “nada ha cambiado” respecto a generaciones anteriores por ser idéntico en forma. No nos engañemos: es un iPhone mejorado en todos los aspectos, más potente, con mejor pantalla, con nuevas funcionalidades implementadas aprovechando al máximo el binomio hardware+software como la Realidad Aumentada, carga inalámbrica y carga rápida por fin, mejoras en las cámaras y en el utilizadísimo Modo Retrato…
Un heredero generacional bien construido y pensado con visión de futuro, sentando las bases de nuevos conceptos y oportunidades y con espacio para crecer con las siguientes versiones de iOS. Complementando el ecosistema de Apple de ahora y de los próximos años como auténtico centralizador y catalizador de nuestra vida digital. Sin duda, el iPhone de los nuevos retos.
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La noticia Análisis iPhone 8 Plus, el momento de los nuevos retos fue publicada originalmente en Applesfera por Pedro Aznar .
Fuente: Applesfera
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