España suspende en su compromiso contra el cambio climático y cae 16 puestos en solo tres años

Sin Ti Tulo1

“El cambio climático es un asunto fundamental para el destino de la humanidad — determinará el bienestar de todos nosotros”, decía ayer Angela Merkel ante el COP23. Sin embargo, Alemania no cumple sus compromisos. Isabel García Tejerina, la ministra española de Medio Ambiente, decía también ayer que “España llega a la Cumbre del Clima de Bonn con los deberes hechos en materia de lucha contra el cambio climático” y, mientras tanto, baja 16 puestos en el Climate Change Performance Index desde 2014.

El mismo ministro de economía, Rafael Nadal, reconocía en sede parlamentaria que “cerrar las centrales de carbón encarecería un 15% los precios de la luz” y dejaba claro que en la política energética del Gobierno no había intención alguna de resolver este problema. Con “los deberes hechos” y suspensos: así está el clima de nuestro tiempo.

Cómo hemos cambiado

fgfg

El Climate Change Performance Index, llevado a cabo por la Climate Action Network (una red mundial que reúne bajo el mismo paraguas a las organizaciones ecologistas más importantes). El índice evalúa 14 indicadores distintos agrupados en cuatro grandes bloques: emisiones, renovables, uso energético y políticas climáticas.

El informe es muy interesante porque no solo evalúa resultados, sino que analiza con mucho detalles los planes, los objetivos y los desarrollos legislativos de los 56 países que estudia. Eso es lo que ha hecho posible que España se desplome 16 puestos en tres años. Eso y sus malas puntuaciones en el examen de políticas nacionales para mitigar el calentamiento, el uso energético y las emisiones de gases invernadero.

La crítica habitual a este informe se pueden resumir en un frase de Lope de Vega: “obras son amores y no buenas razones”. Pero llevan razón desde la Climate Action Network en que sin planes seriamente articulados cualquier dato positivo es más producto del azar y la casualidad que de un compromiso con el clima. No deja de ser paradójico que el mismo Ministerio que reconoce que el cambio climático está muy vinculado a la sequía, crea que tenemos los deberes hechos.