Los ocho mejores cómics que hay que leer para conocer a The Punisher
Hoy llega a Netflix una nueva serie basada en el universo Marvel. Esta vez es el turno de Punisher (o El Castigador, como se le conoció en países hispanoparlantes durante años), que ya debutó, encarnado por Jon Bernthal, en la segunda temporada de 'Daredevil'. Un primer tanteo del personaje, ahondando en su vena más dramática y violenta antes que en la satírica, y que fue elogiada por los fans.
No es la primera vez que Punisher llega al audiovisual: hay tres películas del personaje, y cada una ahonda en una visión de un antihéroe que, pese a la sencillez de su concepto, permite múltiples enfoques a la hora de ser retratado. En 1989 lo encarnó Dolph Lundgren en una película contundente e intensa que funcionaba como un estupendo film de justicieros urbanos al estilo Charles Bronson, de los que se estilaban entonces.
En 2004 fue Thomas Jane el que le dio vida en una también muy notable adaptación en la que se ponía el acento en el drama personal del protagonista, embarcado en una cruzada sangrienta y sin sentido justificada por una venganza imposible. Finalmente, 'Punisher: Zona de guerra' es la mejor de todas. Se inspira sobre todo en el tono grotesco y ultraviolento que popularizó Garth Ennis en su larga etapa como guionista de la serie.
Las tres son visiones válidas del personaje, porque la tres parten de un sencillo componente inevitable: la muerte accidental de la familia de Frank Castle, veterano de Vietnam (aunque por el lógico paso del tiempo ese dato ha ido cambiando) que se embarca en una cruzada justiciera armado hasta los dientes y aniquilando a todos los criminales que puede, desde camellos de poca monta a capos mafiosos. En el proceso, ha tenido némesis más o menos recurrentes, como el horriblemente desfigurado Puzzle, y aliados como Microchip, un experto en informática que le da apoyo a distancia.
Para ir abriendo boca de cara al estreno de la nueva serie, hemos seleccionado algunas historias de Punisher y te las presentamos ordenadas según el grado de accesibilidad que ofrecen. Empezamos con algunas que no hace falta conocer al personaje a fondo para disfrutar, y acabamos con otras propuestas para muy cafeteros. En cualquier caso, son algunas de las mejores historias de Punisher jamás contadas. Abre el diario de guerra y que comience la caza.
'Bienvenido de vuelta, Frank' (2001)
Después de una horrible época en la que se dotó de poderes sobrenaturales (angelicales, nada menos) a Frank Castle, Marvel tomó la mejor decisión posible con el personaje desde mediados de los noventa y adjudicó una miniserie de doce números al guionista Garth Ennis y al dibujante Steve Dillon para que revitalizaran a Punisher. Lo hicieron, y de qué modo. Esta serie es la que configuró a Castle tal y como se le entiende hoy, y perfilaron la singular mezcla de humor grotesco y ultraviolencia que todos asociamos con Castle.
De las páginas de 'Bienvenido de vuelta, Frank' han salido situaciones míticas como la conversación entre un Daredevil maniatado y el Castigador que luego adaptó la segunda temporada de la serie de Netfix del primero. Aparecen secundarios inolvidables como Spacker Dave o el torpe y entrañable detective Soap, al que se le adjudica el "imposible" caso de Castle. Esta es la mítica miniserie en la que Punisher se enfrenta a puñetazos a un oso polar... y resulta creíble.
También aparece una nueva familia mafiosa, los Gnucci, y todo ello en un universo que no hace falta conocer a fondo para engancharse al personaje. Es la mejor introducción posible a Castle, y también un peligro. Después de catar la irresistible mezcla de caricatura y masacre de Ennis y Dillon, casi cualquier otra historia del Castigador te resultará sosa.
'The Punisher: Círculo de sangre' (1986)
Tras un arranque como villano sanguinario pero con honor en las páginas de Spider-Man, y tras un triunfal paso por la colección de Daredevil cuando la escribía y dibujaba un Frank Miller inspiradísimo, el guionista Alan Grant y el dibujante Mike Zeck pidieron a Marvel una miniserie del personaje. El resultado son estos explosivos seis números que marcan un punto y aparte en la edición de tebeos violentos y realistas por parte de Marvel.
Con una narrativa seca y unos diálogos contundentes, esta historia de espionaje y traiciones con un Castle algo menos implacable de lo habitual pierde algo de fuelle en su tramo final, pero posee un arranque en la prisión y un enfrentamiento con Puzzle que corta el aliento. Sobre todo gracias a los apabullantes dibujos de Zeck, también autor de unas portadas que hoy son iconografía esencial del personaje. Algo ingenua comparada con la etapa Ennis, esta miniserie sigue siendo bibliografía básica del Punisher por unas cuantas buenas razones.
'The Punisher' (2004-2009)
Con sus lógicos altibajos al tratarse de una serie que consta de 74 números, esta monumental colección de grandes momentos de Punisher guionizada por Garth Ennis casi en su totalidad, mantiene un nivel altísimo de forma prácticamente continua. Con cierto tono crepuscular que la unifica (Punisher aquí es un antihéroe maduro y cansado, consciente de que su guerra no tiene final posible), Ennis se mueve del policiaco más seco y realista a la comedia bufa con secundarios excéntricos que hermana esta serie con su otro gran tebeo, 'Predicador'.
Con la aparición constante de secundarios habituales del universo Punisher (Microchip, Nick Furia) que reciben un lavado de cara espectacular, pero ningún superhéroe, Ennis consigue humanizar al personaje de una forma nunca antes vista, y obra el milagro: Castle es una máquina de matar implacable (lleva un body count de dos mil criminales) y, a la vez, un ser humano vulnerable y torturado, que envejece a tiempo real y lleva treinta años aniquilando delincuentes.
Punisher Max (2010-2012)
Después de que Garth Ennis dejara la mejor etapa de la historia del cCastigador, la serie se reformuló levemente (tras quince números con otros guionistas) y volvió a su número uno, pero aún bajo el sello MAX. Entraron el guionista Jason Aaron y el viejo conociodo Steve Dillon, que entremezclaron al personaje con otros personajes del Universo Marvel como Kingpin, Elektra o Bullseye.
Se trata de una versión inmersa en el Universo Marvel de la etapa de Ennis, menos atenta a conflictos reales que servían de fondo para las tropelías de Castle, pero sin dejar de lado un realismo crudo y febril. Los superhéroes no ablandan el tono, como ha pasado en los últimos años, sino que le dan un bienvenido tono surreal a las historias. La mejor aventura de esta etapa es su tercer arco, Frank, en el que el Castigador es encerrado en una cárcel de alta seguridad y comienza una larga reflexión sobre su pasado.
'Castigador: Zona de guerra' (1992)
En el cénit de popularidad del Castigador en los noventa, Marvel había puesto en pie tres series del personaje tras la miniserie originaria de Grant y Zeck: 'El Castigador', 'Diario de guerra del Castigador' y esta 'Zona de guerra' que destacó sobre todo por su afortunado equipo creativo, formado por el guionista Chuck Dixon y el dibujante John Romita Jr. La serie no podía extralimitarse en términos de violencia, pero aún así era lo suficientemente seca, urbana y agresiva como para ocasionar cierto escándalo en su día.
De sus 43 números nos quedamos con el arco inicial, con un Romita aún esforzado en los detalles y capaz de dotar de brillo a las escenas cotidianas tanto como a las de acción. Aquí, el equipo formado por Microchip y Castle se disuelve y el Castigador tiene que infiltrarse en una familia mafiosa para acabar con ella desde dentro. El resultado es la consabida masacre, que sin llegar a los excesos de Ennis, deja bien clara la idea del personaje que tenía Marvel en los noventa.
'El Castigador: Diario de guerra' (1990)
Esta es la primera colección que salió a rebufo de la principal de Punisher en los ochenta. Es recomendable en su intregridad si te interesa el castigador menos violento y más para todos los públicos, como el de 'Zona de guerra'. Pero aunque su arranque -24 números guionizados por Carl Potts y dibujados por un Jim Lee aún no en plenitud de facultades pero sí con una fuerza muy personal e interesante- es estupendo, conviene hacer mención a su segundo equipo creativo.
Desde el número 25 y hasta el 38, coincidiendo con el cambio de década, la parte creativa pasó a Mike Baron, que dio un toque más vulnerable al Castigador con la ayuda del dibujante Mark Texeira. Indagó en sus orígenes en Sicilia, lo hizo hablar de sus gustos musicales y lo embarcó en unas cuantas aventuras sin la ayuda de Microchip y fuera de la ciudad. Un Punisher menor, de otra época, pero también muy disfrutable.
'Nacimiento' (2003)
Es complicado, según van pasando los años, mantener el canon de que Frank Castle es un veterano de la guerra de Vietnam. Poco a poco se ha ido dejando como pseudo-oficial la versión de que es un ex-marine, pero en esta miniserie, el gran renovador moderno de Punisher, Garth Ennis, lo devolvió a Vietnam con la ayuda de los lápices de Darick Robertson. Con ello se zambulló en un género en el que Ennis se desenvuelve casi mejor que en el superheroico: el comic bélico.
Aquí se nos muestra que Punisher no nació en Central Park, cuando la familia de Castle fue acribillada a tiros por la mafia, sino en una emboscada del Vietcong que llevó al soldado al límite de sus fuerzas físicas y psicológicas. Como tantos otros tebeos bélicos de Ennis, 'Nacimiento' habla de cómo los soldados son carne de cañón para infames intereses estratégicos, solo que esta vez el resultado no es otro muerto, sino una auténtica pesadilla para las fuerzas del orden cuando vuelve a la civilización.
'Franken Castle' (2009)
Como colofón, una pequeña curiosidad: tras la etapa de Aaron en 'Punisher MAX', hay poco destacable. Con una etapa de 'Diario de Guerra' guionizada por Matt Fraction que aprovechó 'Civil War' para devolver a Punisher al Universo Marvel, Castle se convirtió en un personaje más, con continuas interacciones con el resto de personajes de la casa. Una etapa de la que no ha salido demasiado bien parado, ni siquiera tras los últimos y algo deslucidos esfuerzos de la editorial por recuperar su etapa más realista.
Recuperamos para acabar una pequeña fase, decididamente menor pero bastante divertida, en la que tras los delirantes (y completamente interconectados con el resto del Universo Marvel) sucesos de 'Reino Oscuro', Castle moría y era resucitado por Morbius y su Legión de Monstruos. Alguna idea interesante (Castle siempre ha sido un marginado del resto de los superhéroes, con más en común con los extraños "monstruos" Marvel que con los héroes o los mutantes) queda perdida en el maremágnum de referencias a otras colecciones.
Pese a que las citadas son algunas de las mejores historias del Punisher, queda muchas más miniseries, algunas paródicas como el choque con el Archieverso, otras de culto como el 'Punisher Kills the Marvel Universe' que Garth Ennis escribió antes de su legendaria etapa con el personaje. Solo queda esperar que la nueva serie de Netflix revitalice su lado más duro y oscuro y vuelvan los buenas tiempos, también en papel.
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Fuente: Xataka
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