Análisis Blackmagic eGPU, superpotencia más allá del portátil
El soporte oficial a las aceleradoras gráficas externas gracias a macOS High Sierra abrió nuevas fronteras y posibilidades a todos los Macs: entramos en una época en la que la realidad virtual va a entrar con fuerza, y es posible que necesitemos mejorar las opciones que tenemos en - por ejemplo - nuestros portátiles, cuando una nueva tecnología aparece. Sin necesidad de cambiar de ordenador e incluso aprovechando la movilidad de los portátiles mientras estamos de viaje, pero convirtiéndolos en toda una más potente estación de trabajo cuando llegamos a casa o la oficina.
Desde High Sierra, macOS es compatible con este tipo de aceleradores. Hay ya diversas opciones en el mercado, pero suelen componerse de cajas de conexión externas - a menudo similar al tamaño de un PC semitorre - que integran algunas de las tarjetas gráfica que pueden encontrarse en el mercado. Para que todo esto funcione, la caja tiene que contar con un chip específico que lo compatibiliza con macOS, y además, deben existir los controladores de la gráfica que estamos montando. Sólo para poneros en contexto, unas de las tarjetas gráficas más utilizadas en estas cajas a medida externas están siendo las Radeon Pro Vega, ya que los últimos macOS ya incluyen sus drivers desde que existe el iMac Pro.
Blackmagic y Apple han trabajado juntos para diseñar esta eGPU específicamente pensada para Macs con Thunderbolt 3
Se podía esperar que Apple apoyase a alguna marca con un producto más definido, complementando la salida de la nueva generación de MacBook Pro que apareció a mediados de Julio: de esta forma llegó Blackmagic y nos presentó su eGPU exclusiva para Mac, diseñada en colaboración con la mismísima Apple y que sólo venden en exclusiva a través de sus tiendas. Presentado casi como un accesorio para potenciar todavía más la nueva gama portátil, ¿que desempeño tiene este nuevo dispositivo? Para esto, lo hemos probado junto con el MacBook Pro de 15,4" que analizamos hace unos días, aunque puede funcionar con cualquier Mac que cuente con conexión Thunderbolt 3 mediante USB-C.
Un diseño que acompaña a la gama Pro
La primera sorpresa que nos encontramos con este producto es su apariencia física. Más allá de las cajas externas a medida que podemos encontrar en el mercado, que son más funcionales que vistosas, el diseño de Blackmagic nos dice dos cosas: primero que no está creado al azar, y segundo que tiene mucho más de Apple de lo que parece.
Quienes hayan visto un Mac Pro (2013) sabrán encontrar las coincidencias: un formato con apariencia cercana al cilindro (en este caso un octógono, más bien), fabricado en una sola pieza de aluminio anonizado, en color "gris espacial". ¿Os suena? La apariencia no sólo es similar a la de los portátiles profesionales o el iMac Pro de Apple, prácticamente mimetizan su aspecto y se pueden considerar una prolongación más del conjunto.
No tiene ningún botón ni forma de conexión: se activará cuando lo conectemos a la alimentación y a un Mac. En la parte trasera, cuenta con una muy buena variedad de puertos de conexión ya que actúa como concentrador: esta es una de las grandes diferencias de este producto con los hechos a medida del mercado, su conexión directa Thunderbolt 3 USB-C al Mac y también a monitores externos, que además permite ser utilizado como HUB.
El diseño octogonal recordará al Mac Pro: su sistema de refrigeración por convección es también muy similar (y silencioso)
El diseño utiliza una rejilla térmica que enfría por convección, esto es: el aire frío se recoge con un gran (y único) ventilador en la parte inferior y se empuja hacia arriba enfriando el dispositivo, expulsado por la zona de ventilación superior. Es exactamente también como funciona a grandes rasgos el diseño cilíndrico del Mac Pro, y gracias a ello cuenta con un impresionante aguante al calor, llegando sólo aproximadamente a unos 18 dB de ruido cuando se activa el sistema de ventilación. Yo apenas lo he escuchado en mis pruebas, es realmente silencioso.
Tiene una alimentación de 85W (cargará perfectamente incluso vuestro MacBook Pro de 15,4" utilizando el mismo cable), cuatro puertos USB-A, dos puertos USB-C al máximo de velocidad posible 40 Gb/s, y una conexión HDMI capaz de alimentar a un monitor 4K. La conexión es tan sencilla como conectarlo a la alimentación, al Mac mediante un puerto USB-C y al monitor externo mediante el otro puerto USB-C (como el modelo de Asus que analizamos la semana pasada) o HDMI.
Sólo con un cable de conexión al Mac tendremos datos, alimentación y cuatro puertos USB-A extra detrás del dispositivo, lo que lo convierte muy útil cuando queramos anclarlo y desanclarlo con un único cable. No hay más configuración, una vez conectado veremos en la barra de menús superior un icono indicando que le eGPU de Blackmagic está montada:
Podemos conectarlo o desconectarlo por tanto sin problemas en caliente. Si queremos desanclarlo, lo podemos desmontar de forma segura como si fuera una unidad externa más, desde esa barra de menús. Para comprobar el uso que le estamos dando a la nueva tarjeta gráfica del sistema, utilizaremos el Monitor de Actividad visualizando la ventana flotante "Historial de la GPU":
Es importante añadir que la unidad externa acelera los gráficos del monitor externo, no los del propio monitor del portátil o del iMac Pro si lo tenemos conectado a él. Para los manitas, esta limitación se puede saltar: existe un Shell de Unix que podemos lanzar en nuestro Mac para establecer la pantalla del portátil como pantalla acelerada, pero no es oficial ni cuenta con interfaz gráfica para instalarlo fácilmente, con lo que no es una característica pensada para él - aunque funciona.
Otro de los puntos que generan más duda con este producto es su compatibilidad con Windows mediante Boot Camp. En la teoría, es posible acelerarlo en Windows 10 Pro si contamos con los drives adecuados, pero como comentan en uno de los mejores foros sobre eGPUs, la forma más sencilla de hacerlo causa errores constantes - al menos con lo que disponemos hoy en día. Hay otra forma más segura que consiste en un pequeño cambio para la EFI cargada mediante una unidad externa, pero no está exento de problemas tampoco y por supuesto, es absolutamente extraoficial.
Este producto de Blackmagic está pensado para ser usado exclusivamente en Mac, tal y como nos dejan bien claro ya en la caja del producto. Es probable que en unos meses tengamos drives más estables diseñados por la comunidad (aprovecho para recomendaros esta gran página sobre ello), pero de momento no es estable para el día a día.
Pruebas sintéticas: para las diferencias entre OpenCL y Metal
Con macOS Mojave, Apple comenzará la transición hacia su propia librería gráfica Metal. Actualmente, se utiliza también junto con OpenCL y OpenGL, librerías abiertas multiplataforma. El cambio hacia Metal tiene mucho sentido si pensamos en Apple y en su ecosistema: en iOS se utiliza Metal por las facilidades de aceleración que aporta el sistema operativo, y es lógico que una mayor cohesión entre iOS y macOS en este punto tenga sentido para el futuro de toda la plataforma de la compañía - sobre todo teniendo en cuenta el control entre software y hardware con el que cuentan.
Será con macOS Mojave cuando veamos toda la potencia de estas eGPUs: los desarrolladores tienen que preparar su software para exprimirlas al máximo
Para que se aprovechen al máximo unidades externas de aceleración como ésta, los desarrolladores tienen que preparar su software con el objetivo de exprimir hasta el último cálculo de la GPU y no sólo la aceleración de cálculo convencional que ofrece por defecto el sistema operativo. Con High Sierra hemos empezado a ver avances tímidos en este sentido, pero será con Mojave donde veremos cambios realmente drásticos. Por ejemplo, la versión actual de Final Cut Pro X no está preparado aún para exprimir esta eGPU (ni siquiera la propia Apple la saca en sus becnhmarks de producto), por lo que no la he incluido en mis pruebas - una futura versión preparada para Mojave podría solucionarlo.
En cualquier caso, dada la potencia de esta solución de Blackmagic, antes de las pruebas prácticas si que quería tener un buen muestreo del rendimiento de ambos controladores (OpenCL y Metal) también en pruebas sintéticas. La solución más apropiada para probar cada uno de los casos, es Geekbench 4 Version 4.2.3 (401111) y su completo "Compute Test", que permite utilizar este software para medir entre otras cosas patrones de visión artificial mediante el test de Sobel, algoritmos de proceso de señal digital utilizando la transformada de Fourier, tests de detección facial, física de partículas...
Para ello he medido cada uno de los valores de este test para todas las tarjetas gráficas del MacBook Pro de 15,4" (2018) y la de esta eGPU de Blackmagic, tanto en la librería OpenCL como en Metal, dando como resultado la siguiente tabla (en negrita la mejor puntuación por fila). Pulsando en el enlace de cada resultado, iréis directamente al informe completo de cada una de mis pruebas:
Tarjeta Gráfica |
Puntuación OpenCL |
Puntuación Metal |
---|---|---|
MacBook Pro 15'4" (2018) |
||
MacBook Pro 15'4" (2018) |
||
Blackmagic eGPU |
Como veis, en puntuación bruta sobre pruebas sintéticas, la librería Metal funciona mucho mejor que OpenCL. Esto no tiene nada que ver con la aceleradora, ya que observaréis que los números también presentan una distancia similar entre las tarjetas que integra el propio MacBook Pro. Lo que sí que empezamos a ver con estas pruebas es la capacidad de cálculo del dispositivo de Blackmagic: prácticamente el doble del obtenido sin aceleración.
Continuamos con las pruebas utilizando LuxMark, la popular herramienta de benchmarking basado en LuxCoreRender, pero aquí sólo podremos hacer las pruebas en utilizando la librería OpenCL. Revisamos el resultado que obtuvimos en el análisis del MacBook Pro 15,4" (2018): 1554 puntos. Este test utiliza todas las tarjetas gráficas del sistema para obtener una puntuación global, con lo que es una buena medida para conocer cómo mejora la suma de la eGPU al portátil. El resultado es este:
Es decir, la suma del dispositivo de Blackmagic mejora alrededor de 2,5x la capacidad gráfica del portátil. Este resultado se obtiene podríamos llamarlo de una prueba mixta entre valores sintéticos de cálculo y la renderización de una escena en 3D (la más compleja del test), por lo que también es buen valor para contextualizar qué nos está aportando esta eGPU como mejora en el subsistema gráfico.
Pruebas prácticas: veamos esos fotogramas por segundo
Evidentemente un buen producto para medir el rendimiento de la solución de Blackmagic es utilizar el archiconocido DaVinci Resolve, en una de sus pruebas de rendimiento más conocidas, el famoso "Candle Test". Se trata de la utilización de una imagen de alta definición a la que se le aplican conjuntos de nodos de distorsión o con reducción de ruido, de forma simultánea. Estos efectos se aplican en tiempo real y el programa nos muestra unos fps (fotogramas por segundo) que nos valen como medida de rendimiento.
Este test está pensado para estresar nuestra equipación gráfica, que me aseguro de seleccionar manualmente desde la configuración del programa mientras la monitorizo con el Historial de la GPU de High Sierra. Antes de iniciar la prueba, me aseguro también de subir los fps del proyecto a unos 60 (no llegaremos a ellos con esta aceleradora, pero sirve para poder tener un "techo" más alto que los 24 fps que tiene el software por defecto). Los resultados, son los siguientes:
Version |
Framerate MacBook Pro 15'4" (2018) |
Framerate MacBook Pro 15,4" (2018) |
---|---|---|
09 Blur Nodes |
14 fps |
25 fps |
18 Blur Nodes |
8 fps |
14 fps |
30 Blur Nodes |
5 fps |
8 fps |
66 Blur Nodes |
2 fps |
4 fps |
01 TNR Node |
18 fps |
30 fps |
02 TNR Nodes |
9 fps |
15 fps |
04 TNR Nodes |
4 fps |
8 fps |
06 TNR Nodes |
3 fps |
5 fps |
La impresión es que - por supuesto - la compañía ha optimizado su software para aprovechar este hardware de aceleración externa. Los números a pesar de ser un test muy exigente, se acercan a duplicar los valores sin eGPU. Los valores se esta prueba los he obtenido según las propias reglas del Candle Test: si una prueba oscila entre dos valores, siempre me quedo con el menor - despreciando decimales.
Pasamos a un par de benchmarks que nos empiezan a aproximar a un uso real en 3D: las pruebas de Unigine, un motor de juegos multiplataforma que además también se utiliza en sistemas de realidad virtual, juegos de alta carga gráfica o representación virtual. Ambos tests me gustan porque son completos no sólo en la visualización, también son interactivos y muy personalizables.
Prueba y configuración |
GPU Utilizada |
FPS |
Puntuación |
---|---|---|---|
Unigine Heaven Benchmark 4.0 |
GPUs MacBook Pro 15,4" (2018) |
20.7 |
521 |
Unigine Heaven Benchmark 4.0 |
GPUs MacBook Pro 15,4" (2018) + Blackmagic eGPU |
36.3 |
915 |
Unigine Valley Benchmark 1.0 |
GPUs MacBook Pro 15,4" (2018) |
18.1 |
758 |
Unigine Valley Benchmark 1.0 |
GPUs MacBook Pro 15,4" (2018) + Blackmagic eGPU |
35.8 |
1499 |
Con la configuración por defecto de ambas pruebas, vemos que los valores son prácticamente el doble con la aceleradora externa, independientemente de la prueba o la configuración en resolución que tengamos. Forcé los filtros de anti-aliasing para estresar un poco más la carga, pero son buenos resultados cuya conclusión es que se acerca a duplicar rendimiento. Esto quizás os pueda llegar a parecer normal, pero hay que tener en cuenta que la tarjeta gráfica de esta eGPU es de una generación muy próxima a la que monta el MacBook Pro 15,4" (2018) tope de gama, que estamos utilizando - en portátiles con menos potencia, como uno de 13" o incluso de años anteriores, el salto puede fácilmente llegar a triplicar los resultados.
Vamos con un repaso a los juegos, utilizaremos los mismos del análisis del MacBook Pro 15,4" (2018), pero elevando la complejidad de los efectos gráficos. El objetivo es ver cuanto de jugable son estos juegos cuando se les exige la máxima potencia posible. Al tener que jugar en el monitor externo (utilizo el Asus Thunderbolt 3 que analicé hace unos días), bajaremos eso sí la resolución para adaptarlo al tamaño de la pantalla: 2560x1440.
JUEGO |
CONFIGURACIÓN |
FOTOGRAMAS POR SEGUNDO |
---|---|---|
DiRT 3 |
Resolución 2560 x 1440, Multisampling 8 x MSAA, VSYNC ON, Preset ULTRA |
48.35 fps |
Rise of the Tomb Raider |
Resolución 2560 x 1440, Anti-Aliasing FXAA, VSYNC ON, V-SYNC Interval 2, Anisotropic Filter 16x, Todos los parámetros de calidad Very High |
56.99 fps |
Fortnite |
Resolución 2560 x 1440, Calidad Alta, Resolución 3D al 72%, Distancia de visión lejana, todos los parámetros en modo ÉLITE. Sombras, Antialiasing, Texturas, Efectos y Posprocesado en Alto, Sincronización vertical y desenfoque de movimiento activada |
43 fps |
Aunque los números parecen no mejorar de forma tan espectacular lo que conseguíamos con las propias tarjetas del MacBook Pro, hay que recordar que en el caso de las pruebas con la eGPU toda la configuración gráfica se ha llevado a los modos Ultra o Élite. Esta mejora en la complejidad y calidad de los gráficos así como la apariencia de los juegos, pero no hace que se dupliquen los fps. Si mantenemos los parámetros de la prueba original del análisis del portátil sin entrar en las configuraciones más altas, con esta eGPU podremos llegar con facilidad a los 50 - 55 fps o los 60 fps sin sacrificar grandes cambios gráficos y es perfectamente válido para jugar en 4K (por ejemplo, en Fortnite).
Potencia controlada sin complicaciones
Esta eGPU está pensada para ser un vehículo sencillo hacia una potencia mayor para nuestros portátiles - en casa, o en la oficina. No es por tanto una unidad que permita el reemplazo de la tarjeta gráfica que integra, como otras soluciones. Sin embargo, ganamos en compatibilidad con el sistema operativo nada más sacarlo de la caja, asegurándonos además que el diseño que Blackmagic y Apple han logrado protege térmicamente el interior y además lo hace con el mínimo ruido. El espectacular diseño, además, casará perfectamente con el de nuestro equipo profesional (en gris espacial).
También tiene la ventaja de poder ser usado como concentrador USB y alimentación integrada, gracias a la tecnología Thunderbolt 3 con la interfaz USB-C. Dentro de la caja encontraremos un cable de estas características para conectar al portátil (de sólo 0,5m, ojo) y un cable de corriente de 1,8 m. El precio de todo el conjunto es ahora mismo de 695€, y lo podéis encontrar en cualquiera de las tiendas on-line o físicas de Apple.
Potencia en un entorno controlado, con el respaldo de una marca tan importante en el mundo del vídeo como Blackmagic y bajo la tutela de Apple. Es la aceleradora externa para quien no quiera problemas ni complicarse con configuraciones, montajes o controladores - y una gran idea para supervitaminar nuestros Mac con Thunderbolt 3, consiguiendo resultados que pueden llegar a duplicar el rendimiento gráfico que ya utilizamos: tendremos un equipo perfecto para movernos que se convertirá en más potente máquina de escritorio con profesional cuando aterricemos a su lado.
En Applesfera | Especial MacBook Pro (2018)
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La noticia Análisis Blackmagic eGPU, superpotencia más allá del portátil fue publicada originalmente en Applesfera por Pedro Aznar .
Fuente: Applesfera
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