Mi Band 3 vs. Mi Band 2: en qué se parecen y en qué se diferencian las pulseras de actividad de Xiaomi
Tras éxito sin paliativos de la Xiaomi Mi Band 2, que logró convertirse en el segundo wearable más vendido del mundo, este 2018 la firma china ha retornado con la Xiaomi Mi Band 3, la tercera edición de esta sencilla y funcional pulsera de actividad que repite la fórmula que le aupó al podio de los best seller de la categoría: ofrecer un producto redondo con una excelente relación calidad precio. En palabras de Enrique Pérez, que analizó la Mi Band 3, "Ninguna pulsera ofrece más por ese precio".
Ahora bien, dado el éxito de su predecesor, todavía es posible encontrar a la venta tanto la actual Mi Band 3 como la Mi Band 2. Analizamos las diferencias y similitudes entre ambos modelos. ¿Merece la pena dar el salto a la tercera generación si tenemos la segunda?
Fichas técnicas Mi Band 3 vs. Mi Band 2
Xiaomi Mi Band 2 |
Xiaomi Mi Band 3 |
|
---|---|---|
Pantalla |
0.42 ” OLED |
OLED 0,78" táctil |
Dimensiones y peso |
15,7 x 40,3 x 10,5 mm 7 g |
17.9 x 46.9 x 12 mm |
Correa |
Longitud 235 mm Plástico Compatible con 155-210 mm. |
Longitud: 247mm |
Batería |
70 mAh |
110 mAh |
Resistencia |
IP67 |
IP68, hasta 50 metros bajo el agua |
Conexión con el móvil |
iOS 7.0 / Android 4.4 o superior. Bluetooth: 4.0 |
Android 4.4 / iOS 9.0 o superior |
Sensores y conectividad |
Bluetooth 4.0, acelerómetro de baja potencia y sensor cardíaco |
Bluetooth 4.2, acelerómetro, pulsómetro, NFC (opcional) |
Precio |
Diseño y materiales
La Mi Band 3 y la Mi Band 3 conservan a grandes rasgos su peculiar diseño en forma de pastilla fabricada en aleación de aluminio y su sencilla correa de termoplástico elastómero y transpirable que se fija con precisión, de modo que no baila en la muñeca. Eso sí, los acabados de la correa original de la Mi Band 3 son más suaves y agradables.
Ninguno de los dos modelos destaca por su elegancia o aspecto premium, pero en ambos casos estamos ante wearables ligeros y muy discretos que pasan desapercibidos durante el día a día en la muñeca y en diferentes ámbitos.
Respecto a la personalización, esta se consigue mediante el intercambio de correas. En el mercado podemos encontrar una gran variedad en colores y acabados a precios muy asequibles. Un aspecto a tener en cuenta es las correas de la Mi Band 2 no sirven para la Mi Band 3 y viceversa.
Esto se debe a que el tamaño y forma de ambas pastillas difieren, algo que se aprecia a simple vista. El diseño de la Mi Band 3 repite la curvatura superior de la primera generación, aunque más pronunciada, y su acabado es brillante frente al mate de la Xiaomi Mi Band 2.
Otro elemento común pero diferente es el botón central, que en la tercera generación se ha integrado en el cuerpo de cristal y ha crecido para que accionarlo sea más cómodo.
Una pantalla más grande y funcional
El principal rasgo diferencial entre la Mi Band 2 y la Mi Band 3 es su pantalla, casi el doble de grande. Además es capacitivo, lo que permite controlar el wearable de forma táctil desplazándonos a través de sus menús. El panel táctil funciona tanto en vertical como en horizontal, pero no es sensible a los toques. Otra funcionalidad muy útil incorporada es la de levantar la muñeca para activar la pantalla.
Con una pantalla más grande, Xiaomi proporciona más información y más notificaciones, consiguiendo dar más independencia respecto al teléfono móvil, lo que repercute en una experiencia de usuario más fluida y completa, ya que ahora podemos no solo leer los avisos, sino también interaccionar, por ejemplo cancelando una llamada entrante.
Tanto en la Mi Band 2 como en la Mi Band 3 no es posible modificar el brillo, lo que hace que en algunas situaciones en el exterior tengamos dificultades a la hora de visualizar.
Más funciones
Aunque ambas pulseras se conectan al teléfono mediante Bluetooth, la Mi Band 3 da el salto al BLE 4.2, una versión de menor consumo y más alcance.
Otra novedad importante en la conectividad pero que desgraciadamente no ha llegado a nuestros mercados es el NFC, una característica que abría la puerta a poder realizar pagos con la pulsera.
A la hora de la verdad la principal diferencia en el día a día es todo lo que llega a través de la pantalla. Sigue siendo posible recibir notificaciones de aplicaciones y llamadas, pero ahora podemos responderlas y verlas con más detalle desde la muñeca.
La Mi Band 3 mantiene el espíritu de la Mi Band 2 en el sentido de que nos permite acceder a las notificaciones del teléfono y cuantificar nuestra actividad de forma aproximada. Así, en ambos modelos hay contador de pasos, distancia, calorías quemadas, pulsómetro y control del sueño.
Xiaomi ha mejorado el algoritmo para mejorar la precisión en la Mi Band 3 pero aún así, sigue estando lejos de los valores que proporcionan otros servicios y modelos, pero sigue siendo una aproximación que nos orienta y motiva.
Más batería, misma autonomía (y el mismo problema)
Uno de los puntos fuertes de estos wearables de Xiaomi es su autonomía, y es que en ambos modelos asegura alcanzar los 20 días. Aunque en las especificaciones veamos que la batería de la Mi Band 3 es superior, su autonomía se conserva por culpa del mayor consumo de la pantalla.
No obstante, lograr casi 3 semanas sin necesidad de pasar por un enchufe es un logro considerable comparado con otros modelos, pero notablemente inferior a la Mi Band original, que carecía de pantalla.
En la práctica con un uso intensivo durante nuestros análisis observamos que la Xiaomi Mi Band 2 alcanza los 10 días, muy similar a la Xiaomi Mi Band 3, que tuvimos que cargar 4 o 5 veces durante el mes y medio que la probamos.
Algo que tampoco ha cambiado es la necesidad de retirar la pastilla de la correa para cargar la pulsera, una molestia causada por la ubicación de los conectores. Aunque el plástico de la correa es resistente, a la larga podría perjudicar la firmeza de su agarre.
Por cierto, el cargador de la Xiaomi Mi Band 2 no es compatible con el de la Xiaomi Mi Band 3.
Más resistencia al agua
Otra gran diferencia entre un modelo y otro es la resistencia al agua y al polvo Mientras que la Mi Band 2 contaba con la IP67, la Mi Band 3 logra la IP68.
En la práctica se traducía en que la Mi Band 2 soportaba el sudor, la lluvia y podíamos ducharnos, ya que el estándar IP67 soporta la inmersión de hasta 30 minutos a 1 metro de profundidad. No obstante, se recomendaba no sumergirla por completo
Con la Mi Band 3 podemos sumergirnos en el agua hasya a 50 metros o 5 ATM, es decir, que podemos bañarnos en la piscina y en el mar con tranquilidad. Eso sí, no cuenta las brazadas.
Un precio igual de atractivo
Con la Mi Band, Xiaomi ha sabido desarrollar un producto que sedujese a aquellos usuarios con dudas sobre la necesidad o no de un wearable gracias a una pulsera sencilla, discreta y funcional. No aporta especial precisión, pero sirve para hacernos una idea de nuestra actividad.
Con el paso de las generaciones Xiaomi ha ido mejorando diseño y funcionalidad, sabiendo mantenerse dentro de esos precios atractivos que rondan los 20 euros, un precio que invita a probarlas a pesar de sus limitaciones.
Así, en España podemos encontrar la Xiaomi Mi Band 2 cuesta 17,99 euros en PcComponentes y la Xiaomi Mi Band 3 por 28,99 euros, una diferencia porcentual considerable pero en ningún caso una inversión considerable.
Si la compramos en China, la diferencia todavía es menor: la Mi Band 3 cuesta 20,95 euros y la Mi Band 2 por 15,09 euros.
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La noticia Mi Band 3 vs. Mi Band 2: en qué se parecen y en qué se diferencian las pulseras de actividad de Xiaomi fue publicada originalmente en Xataka por Eva Rodríguez de Luis .
Fuente: Xataka
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