Mitos, mentiras y verdades sobre la ameba comecerebros
El nombre de "ameba comecerebros" le hace justicia a Naegleria fowleri. No hace mucho se cobraba a la última víctima, una mujer de 69 años que se había hecho un lavado nasal con agua de grifo. Según explica su caso clínico, la mujer habría sufrido convulsiones y otras manifestaciones neurológicas importantes.
Al ingresar en el hospital, diagnosticada con un tumor cerebral, los médicos se encontraron con una escena mucho más desagradable (si es que eso es posible): un cerebro infestado de ameba comecerebros. Un mes después, la paciente fallecía. ¿Tan destructivo es este microorganismo? Despejemos algunas incógnitas, confirmemos la información y borremos las dudas infundadas al respecto.
¿La ameba comecerebros tiene un 97% de mortalidad?
Sí, es cierto. Según afirma el CDC, en Estados Unidos, solo una persona de 128 ha sobrevivido a una infección de Naegleria fowleri. En el mundo, se estima, solo se han dado unos 300 casos diagnosticados, de los cuales, apenas siete han podido combatir la infección con efectividad. Eso supone que la meningoencefalitis amebiana primaria causada por este organismo tiene una mortalidad del 98%.
¿La ameba se propaga por el agua potable?
Sí, también es verdad. Naegleria fowleri es una habitante libre del agua dulce, de temperatura templada, aunque es pirófila (que resiste y vive bien en el calor), por lo que prefiere las aguas por encima de 32ºC. Aun así, aguanta bastante bien a menor temperatura en un estado llamado quiste. Al mejorar las condiciones vitales, y la temperatura, la ameba pasa a un estado llamado trofozoito, tras el que viene la fase ameboide, ya en el cuerpo humano.
'Naegleria fowleri', ¿se transmite por el agua de grifo?
Normalmente, y en casi todos los casos, no, no es posible. Por suerte para todos, esta ameba comecerebros es extremadamente sensible al cloro. El tratamiento de potabilización acaba por completo con su presencia. Por eso, el agua de grifo es segura.
A no ser que desde el punto de distribución controlado hasta tu grifo exista algún punto de entrada de agua no controlado, el agua estará libre de Naegleria. Por desgracia, en otras aguas de uso recreativo, a veces, la cantidad de cloro no es suficiente. Esta podría haber sido una de las causas principales de algunos de los tristes casos registrados.
La ameba comecerebros, ¿es peligrosa si se bebe?
No, no lo es ya que este organismo no resiste en nuestro estómago. Sí, es muy resistente a la temperatura pero no al ácido clorhídrico que segrega nuestro organismo. Beberse estas amebas no supone peligro alguno ya que no afecta al entorno típico infectivo de este organismo.
Para que Naegleria fowleri sea peligrosa ha de entrar por la nariz, donde se traslada al nervio olfatorio. Desde ahí, comienza a avanzar hacia el interior y migra a través de la lámina cribosa hasta el bulbo olfatorio del cerebro, donde se multiplica alimentándose del tejido nervioso.
¿Se puede sobrevivir a una meningoencefalitis amebiana primaria?
Sí, se puede y existen algunos casos que lo confirman. Aunque según las cifras es muy raro (como veíamos), el problema es que, en primer lugar, detectamos la infección demasiado tarde. Casi toda la presencia de Naegleria se detecta post mortem, por lo que faltan muchos datos sobre supervivientes de este tipo de infecciones.
Por otro lado, no tenemos claro cuál es el mejor tratamiento y los típicos para tratar una parasitosis no dan muestras de ser muy efectivos. Algunos recursos han mostrado ser exitosos, y conocemos al menos una decena de casos (en todo el mundo) de gente que ha sobrevivido, aunque todavía falta mucha información al ser una infección rarísima.
Es una ameba, por tanto, ¿es una bacteria? ¿Y un virus...?
No, no es ni una bacteria ni, desde luegi, un virus. La ameba comecerebros no pertenece al mundo bacteriano, sino a los "desaparecidos" (como clasificación) protozoos. En concreto, es un Excavata, el gran supergrupo que engloba a los percolozoos. Estos protistas son organismos muy primitivos pero de ciclos de vida muy complejo. En general, los percolozoos son parásitos, y entre ellos se encuentran algunos de los más temibles (como Naegleria).
Entonces, ¿es uno de los peligros más "mortales" del agua?
Indudablemente, no. Técnicamente hablando, Naegleria tiene una altísima mortalidad, de acuerdo. Pero volvamos a mirar los números: entre los miles de bañistas, el uso de agua a diario de la gente, la presencia constante de agua potable a una temperatura óptima para la ameba comecerebros... ¿por qué no hay más casos? También sabemos que la presencia de Naegleria es cosmopolita, siempre que haga calor. Así que tenemos la certeza de que, aunque letal, no es uno de los peligros que más debiera preocuparnos. Con algo de prevención y evitando que el agua nos entre en la nariz debería bastar para evitar su infección.
¿Cómo es la vida de alguien que sobrevive a la ameba comecerebros?
En octubre de este mismo año, una niña toledana superaba el feroz ataque de Naegleria. Con tan solo diez años, la chiquilla habría contraído la infección en la piscina climatizada, supuestamente. El caso fue toda una sorpresa, porque la piscina cumplía con todos los niveles de seguridad, según la normativa.
La detección de la ameba fue todo un reto, ya que es un parásito muy poco conocido (o desconocido, más bien) en España. Varios institutos de todo el territorio tuvieron que ingeniárselas para descubrir la causa de la meningitis que sufría la niña. Esto pone de manifiesto lo difícil que es enfrentarse a esta amenaza desconocida.
Algo parecido ocurrió con Kali Hardig, en 2016, Arkansas. Tras unas semanas en peligro extremo, Kali consiguió rechazar al parásito, gracias a la tratamiento administrado, por supuesto. Las lesiones provocadas por la ameba suponen un daño neurológico importante. Tras recuperarse de la infección, Kali ha tenido que recibir rehabilitación para poder moverse con normalidad.
Algo parecido pasó con Sebastian Deleon en Florida, un adolescente que también consiguió sobrevivir a la meningoencefalitis amebiana primaria. Tras rechazar al parásito los médicos prepararon una serie de tratamientos de rehabilitación. Este protocolo es común en los casos de daño cerebral. Cada paciente es diferente y necesita de una aproximación distinta.
Casi todos los supervivientes son personas jóvenes, por lo que es más fácil recuperar una vida normal, especialmente si se detecta la presencia del parásito cuanto antes. Desde que se descubrió a Naegleria fowleri en los años sesenta, en Australia, apenas tres centenares de casos han sido descritos. Por muy horrible que suene el nombre, es infinitamente más sencillo morir por cualquier otra enfermedad o por un accidente. Eso sí, todavía necesitamos saber mucho más sobre estos casos para poder entender, y combatir, mejor a la dichosa ameba comecerebros.
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Fuente: Xataka
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