Los ocho consejos que da la ciencia para dormir mejor (y un consejo definitivo)
Muy al principio, la humanidad (que había sido hecha de arcilla y sangre de dioses rebeldes para trabajar como simple mano de obra) se hizo tan numerosa que el ruido de las calles, casas y talleres era insoportable . “El país parecía un toro que bramaba”, se dice en el Atrahasis. Fue entonces cuando Enlil, el señor de los cielos y la tierra, no pudo conciliar el sueño y ordenó que comenzara la plaga. Esa es la historia con la que los antiguos acadios explicaban que todos los males del mundo habían comenzado con el sueño . Con la falta de sueño. ¿Quién puede culparlos? Nuestra forma de entender el sueño habrá cambiado mucho en los últimos 4.000 ó 5.000 años, pero cuando en mitad de una asfixiante noche de verano alguien nos despierta tocando el claxon de su maldito coche, la idea en Enlil suele parecernos incluso moderada. Hoy, como entonces, dormir se ha convertido para muchos en una misión imposible. Hoy nos internamos en la literatura científica para extraer ocho de trucos y un co