El gran tapado del mundo editorial es el préstamo gratis de libros electrónicos en las bibliotecas
Al presentarse con la patente de su libro mecánico ante el Registro de la Propiedad, en diciembre de 1949, Ángela Ruiz Robles estaba convencida de que tenía algo grande entre manos. Ni en sus sueños más desaforados sin embargo podía imaginarse la maestra de Ferrol que estaba a punto de convertirse en precursora de una forma revolucionaria de entender la lectura. Siete décadas después de los trabajos de Ruiz Robles en las Rías Altas, los libros electrónicos se han labrado un hueco propio en el mundo editorial. Y su tendencia se mantiene al alza. Según los datos oficiales de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), en 2017 la comercialización de libros digitales generó 119,1 millones de euros , el 5,1% de todo lo facturado por el sector. En cuanto al número de títulos editados, en 2017 el sector sacó en papel 87.262 nuevos títulos —incluidas las reimpresiones— frente a 47.001 en formato digital. Porcentajes modestos que hay que ver sin embargo con la perspectiva de