Cuando un altavoz inteligente se convirtió en amigo de mi hijo
Aiden tiene 4 años y en su colegio tiene problemas con los abusones, pero cuando llega a su casa es feliz con un amigo en particular: se trata un altavoz inteligente Amazon Echo y del asistente de voz Alexa, al que hace tiempo le preguntó " Alexa, ¿quieres ser mi amiga? ". Lo hizo tras comenzar a realizar distintos tipos de preguntas poco a poco. Primero sobre canciones que le gustaban y luego preguntas generales ("¿cómo de grande es el océano?"). El niño acabó cogiendo confianza y convirtió al altavoz en algo importante. Eso, dicen los psicólogos, no tiene por qué ser necesariamente malo, aunque advierten que no todo es positivo en esa relación . Los altavoces inteligentes triunfan en el hogar Lo cuentan en Engadget a través de un caso real con nombres inventados para proteger la privacidad de esos pacientes. Tanto estos como otros padres se han mostrado preocupados por una relación que aún así consideran beneficiosa. Como decía Robin, la madre de otro niño