He metido un SSD en un MacBook blanco de 2010 y es lo mejor que le ha pasado
Si hay un componente que ha cambiado la vida de millones de ordenadores, ése es el disco duro sólido. Un disco que sustituye al mecánico y que le da una nueva vida a equipos antiguos. Hace unos días sustituí el HDD tradicional de un MacBook blanco que tenemos en casa por un SSD y el cambio es increíble. Vuelve a ser un equipo que se puede utilizar.
Del HDD al SSD o del cajón a la mesa
El MacBook o blanquito como lo llaman algunos, es un equipo espectacular. Diferente al actual MacBook. Heredero de los iBook originales con procesador Intel, el modelo de 2010 fue el último en comercializarse. Un trocito de historia en forma de ordenador. Ese es el que tenemos en casa.
El pobre ordenador ha pasado por todo. Desde una caída de un quinto piso metido en una mochila hasta la aparición de pequeñas fracturas en la bisagra, pasando por la conocida deformación de la goma de la parte inferior. Y, a pesar de esto, seguía funcionando.
Es cierto que con el paso del tiempo se convirtió en una máquina lenta y con la que era difícil trabajar. Encenderla desde cero suponía tener que esperar varios minutos a que estuviera lista, y cuando lo estaba había que esperar de nuevo a que se abriera cualquier programa. Abrir Excel o PowerPoint era una tortura. Chrome aceleraba los ventiladores al máximo.
Por eso, fue inevitable que acabara en un cajón, metido en su funda. Así estuvo durante meses, con un iPhone como único sustituto para su propietaria.
Hasta hace unos días. A lo largo de diciembre estuve siguiendo el precio de varias memorias SSD compatibles y acabé decidiéndome por el modelo de Crucial BX300 de 240GB que encontré en Amazon por 66,90 euros. Una oferta difícil de resistir y que ahora ha vuelto a su precio original de más de 95 euros.
Como muchos saben, este simple cambio hace que el ordenador sea otro. Se acabaron las esperas. Encender el ordenador toma menos de un minuto y abrir las apps un puñado de segundos. Esto ha hecho que el MacBook blanco sea utilizado de nuevo en casa, algo que no ocurría con tanta frecuencia desde hace años. Ha pasado del cajón a estar encima de una mesa, el lugar que le corresponde.
Cambiar un SSD a un MacBook es más sencillo de lo que parece
Si tienes un MacBook o MacBook Pro por casa cuyo disco duro no sea un SSD (es uno de esos que giran y meten ruido) y te gustaría utilizarlo más o que fuera más veloz, hacer esta operación es la mejor opción antes de renovar equipo. Es mucho más sencillo de lo que parece.
Esto es todo lo que necesitas para practicar la operación:
- Haz una copia de seguridad con Time Machine y apaga tu Mac por completo antes de hacer nada.
- Adquirir un disco SSD de 2,5 pulgadas. Aquí tienes una selección de Amazon, las marcas más populares son Crucial, Samsung o Intel, entre otras. Los discos SATA III son compatibles con los equipos SATA II, pero si tu equipo es SATA III, es mejor elegir uno SATA III para aprovecharte de mejores velocidades.
- Necesitas un destornillador de Phillips #00 y otro Torx T6. Este kit de Amazon tiene los dos (y muchos otros más) por 12,99 euros.
- Conviene tener una espátula pequeña de plástico para levantar el conector de la batería, aunque esto es opcional. De nuevo, Amazon tiene las espátulas necesarias por 4,55 euros.
- Una zona despejada, un pequeño plato o cuenco para dejar los tornillos que vayamos quitando y tiempo de sobra para hacerlo con tranquilidad, mínimo 20 minutos.
- Sigue las instrucciones de iFixit para sustituir el disco duro por el SSD. Cuando lo tengas colocado, síguelas de nuevo en sentido inverso.
- Cuando esté todo en su sitio, conecta tu disco con la copia de Time Machine y enciende el ordenador apretando las teclas cmd + R. Elige la opción para Restaurar tu copia de seguridad y sigue los pasos hasta que se transfiera todo el contenido de tu disco duro antiguo.
Reconozco que es la segunda vez que hago esta operación, pero es bastante sencilla. Si tu Mac aún tiene un disco duro "de plato", hacer este cambio es una operación fundamental para que siga funcionando y siendo útil. Por menos de 100 euros, puedes estrenar un ordenador nuevo antes de gastarte varios cientos más.
Y si quieres redondear la jugada, aprovecha para aumentar la RAM a tu Mac. 8GB es un buen punto de partida para este equipo renovado.
En Applesfera | El SSD del MacBook Pro sin Touch Bar se puede sustituir.
En Xataka | HDD vs SSD: diferencias y ventajas de ambos tipos de disco duro.
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La noticia He metido un SSD en un MacBook blanco de 2010 y es lo mejor que le ha pasado fue publicada originalmente en Applesfera por Eduardo Archanco .
Fuente: Applesfera
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