ASUS Zenfone 6, análisis: la cámara rotatoria motorizada convence como alternativa al notch
El año pasado, ASUS volvía a competir en el sector móvil con su ASUS Zenfone 5Z, un dispositivo que renovaba el ASUS Zenfone 5 y que se caracterizaba por montar lo último de lo último en componentes. Rendía bien, sin duda, pero como dijimos en su análisis, se necesita algo más que un procesador de potente para conquistar la gama alta. Ahora, con su nuevo Zenfone 6, la marca le da una vuelta de tuerca a su concepto de smartphone, ofreciendo no solo lo último de lo último en cuanto a componentes, sino también un peculiar sistema de cámara rotatoria bautizado como "Flip Camera".
Es, sin lugar a dudas, el punto más llamativo del terminal. La "Flip Camera" nos permite mover el módulo de la cámara a placer para tomar fotos desde ángulos diferentes u obtener, en un mismo clip, diferentes puntos de vista sin tener que movernos del sitio. El Zenfone 6 llega con un claro objetivo en el punto de mira, el OnePlus 7 Pro. Ambos compiten en el mismo rango de precios y ambos quieren posicionarse en la gama media alta asequible.
Ya tuvimos ocasión de probar el ASUS Zenfone 6 hace tiempo, pero no ha sido hasta hace una semana, cuando fue presentado en Valencia, que hemos podido pasar con él más tiempo, exponerlo a nuestras pruebas y analizarlo en mayor profundidad. He aquí el análisis del ASUS Zenfone 6.
Ficha técnica del ASUS Zenfone 6
ASUS ZENFONE 6 |
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DIMENSIONES Y PESO |
159,1 x 75,44 x 8,4 mm |
PANTALLA |
IPS/LCD de 6,4 pulgadas |
PROCESADOR |
Snapdragon 855 |
MEMORIA RAM |
6/8 GB LPDDR4X |
ALMACENAMIENTO INTERNO |
125/256 GB UFS 2.1 ampliables con tarjetas microSD de hasta 2 TB |
CÁMARA |
Cámara rotatoria
|
BATERÍA |
5.000 mAh |
SISTEMA OPERATIVO |
Android 9 Pie con ZenUI 6 |
CONECTIVIDAD |
Dual SIM dual standby (4G+4G), GPS de doble banda, GLONASSSS, Galileo, QZSS, NFC, WiFi ac, 2x2 MIMO, Bluetoot 5.0 |
OTROS |
Lector de huellas trasero, desbloqueo facial, doble altavoz, doble micrófono, jack de 3.5 mm |
PRECIO |
ZenFone 6 ZS630KL-2A005EU / Snapdragon 855 / 8GB RAM / 256GB ROM / Negro Medianoche
La trasera de cristal transmite que estamos ante un dispositivo premium
Empezamos por el exterior. El ASUS Zenfone 6 está construido en cristal y protegido por Gorilla Glass 6, lo que se traduce en que a la mano se siente premium y bien construido. La trasera está disponible en dos colores, a saber, negro azulado y plateado, siendo el primero el que hemos tenido ocasión de probar nosotros.
El cuerpo del ASUS Zenfone 6 es redondeado, tanto en las esquinas como en los bordes del dispositivo. Eso sienta bien de cara al agarre, ya que el teléfono reposa correctamente sobre la palma de la mano. Es bonito, sobre todo cuando lo ves con la pantalla encendida ocupando la mayor parte del frontal. Lo único que llama la atención de la trasera es el enorme módulo colocado en la zona superior, donde encontramos la doble cámara rotatoria. Es grande, pero tiene su razón de ser, y aunque sobresale ligeramente no hace que el móvil "baile" al tocar sobre las esquinas. Ahondaremos en dicho módulo en el apartado de la cámara.
En mano, como decíamos antes, se siente bien. Es lo suficientemente pesado para sentirse sólido, aunque no tanto como para que canse usarlo durante mucho tiempo. Sin embargo, la trasera es algo resbaladizada, pero para paliarlo la empresa ha añadido una funda dentro de la caja. Eso soluciona a la vez otro problema, y es que las huellas se quedan bastante marcadas, si bien eso es un elemento común en casi todos los móviles hechos de cristal.
Es grande, más o menos como un iPhone 8 Plus, pero se puede usar sin problema con una sola mano gracias, en parte, a algunas modificaciones del software hechas por la empresa. La delantera, por su parte, está ocupada casi en su totalidad por la pantalla y no tiene notch, aunque si una pequeña barbilla de medio centímetro en la zona inferior. De la parte delantera destaca también el LED de notificaciones de la esquina superior derecha, que se ilumina tanto cuandor recibimos un mensaje, correo, mención, etc., como cuando estamos cargando el terminal o se queda sin batería.
En cuanto a las dimensiones, tenemos un terminal de 159,1 milímetros de alto, 75,44 milímetros de ancho y 8,4 milímetros de grosor, lo que nos deja con un dispositivo parecido en términos de tamaño al OnePlus 7 Pro (0,4 milímetros más delgado y algo más bajito y ligero). Eso, sin embargo, no se traduce en menos batería, sino todo lo contrario, ya que el ASUS Zenfone 6 monta 5.000 mAh en su interior.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería (mAh) | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
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ASUS Zenfone 6 | 159,1 | 75,4 | 8,4 | 190 | 6,4 | 5.000 | 100,5 | 100,767 |
OnePlus 7 Pro | 162,6 | 75,9 | 8,8 | 206 | 6,67 | 4.000 | 123,41 | 108,603 |
Huawei P30 Pro | 157 | 73,2 | 8,6 | 190 | 6,47 | 4.200 | 114,92 | 98,83 |
Samsung Galaxy S10+ | 157,6 | 74,1 | 7,8 | 175 | 6,4 | 4.100 | 116,78 | 91,09 |
iPhone XS Max | 157,5 | 77,4 | 7,7 | 208 | 6,5 | 3.174 | 121,91 | 93,87 |
Pixel 3 XL | 158 | 76,7 | 7,9 | 184 | 6,3 | 3430 | 121,19 | 95,74 |
LG V40 ThinQ | 158,8 | 75,7 | 7,6 | 169 | 6,4 | 3.300 | 120,21 | 91,36 |
HTC U12+ | 156,6 | 73,9 | 9,7 | 188 | 6 | 3.420 | 115,73 | 112,26 |
Xperia 1 | 167 | 72 | 8,2 | 180 | 6,5 | 3.330 | 120,24 | 98,597 |
Repasando la disposición de botones, en la parte trasera tenemos el módulo rotatorio de la cámara, el lector de huellas en una posición cómoda y el nombre de la marca. El canto derecho aloja los botones de volumen, el botón de bloqueo y desbloqueo y la Smart Key. Hablaremos de ella en el apartado del software, pero en pocas palabras es una tecla que sirve para invocar a Google Assistant o hacer otras tareas rápidas. Su ubicación no es la más cómoda, ya que, a diferencia del botón de bloqueo, no llegas a ella cómodamente con el dedo pulgar.
El canto izquierdo se reserva para el slot de la doble tarjeta SIM y la microSD, mientras que el superior se queda con el micrófono de cancelación de audio y la antena. El inferior, finalmente, es el hogar del altavoz, el USB tipo C, el micrófono y el jack de 3,5 milímetros, por que sí, el ASUS Zenfone 6 es compatible con auriculares con cable, algo que ya no vemos tan a menudo. Todos estos elementos están perfectamente alineados y mantienen la simetría.
Lo que no tenemos es certificación IP de resistencia ante el agua y el polvo, pero desde la empresa aseguran que lo protegen "de algún modo". Nosotros, por nuestra parte, hemos preferido no ir a bucear o al desierto con él. Sea como fuere, eso no quita que la sensación global con el terminal sea de resistencia y comodidad, a pesar de que la "Flip Camera" parezca transmitir todo lo contrario.
Pantalla IPS de 6,4 pulgadas que cumple en cualquier condición
Seguimos con la pantalla, que como vimos en el ASUS Zenfone 5 y ASUS Zenfone 5Z, sigue siendo una IPS/LCD. En esta ocasión, la diagonal sube hasta las 6,4 pulgadas y conserva la resolución FullHD+ (2.340 x 1.080 píxeles) en lugar de dar el salto al 2K+. El panel tiene una relación de aspecto 19,5:9 y está protegido por Gorilla Glass 6.
Tiene un brillo de 600 nits y ocupa un 92% del frontal según el fabricante o un 83,8% según GSMArena, que es la referencia que solemos usar para eliminar sesgos y usar un baremo común. Eso se traduce en una pantalla de 100,5 centímetros cuadrados y una densidad de 403 píxeles por pulgada. Siguiendo dicho baremo, se queda algo por debajo de sus principales competidores de la gama alta.
En cuanto a la experiencia, la pantalla del ASUS Zenfone 6 viene bien calibrada de fábrica. Los blancos son blancos y los colores tienen un nivel de saturación correcto. Por defecto, el dispositivo viene con el modo de color "Amplia gama de colores" activado por defecto, y es el que recomendamos ya que, al menos durante nuestras pruebas, es el más fiel. El modo estándar azulea ligeramente los blancos y desatura los colores. Aun así, siempre se puede personalizar para ponerlo a nuestro gusto.
A nivel de resolución, el FullHD+ se sigue comportando bien y sigue siendo válido para cualquier situación cotidiana, ya sea jugar, leer o chatear. No hemos echado en falta una resolución más alta en ningún momento. Además, menos resolución también se traduce en una mejor autonomía, y eso es algo de lo que el ASUS Zenfone 6 puede presumir.
Durante nuestras pruebas tampoco hemos tenido problemas con los ángulos de visión ni con destellos, aunque cuando le da la luz de frente aparecen ciertos reflejos verdes. El brillo máximo es lo suficientemente alto para poder usar el móvil a plena luz del día y el brillo mínimo es lo suficientemente bajo para usarlo de noche, aunque habría agradecido poder bajar el brillo un poquito más. Y hablando de usar el móvil de noche, desde los ajustes puedes configurar (y programar) la "luz nocturna", que hace que la pantalla se torne naranja y sea más cómoda de usar.
Sin embargo, sí hay que destacar que el brillo automático podría mejorar ligeramente. En algunas ocasiones, estando a plena luz del día, el brillo se ha bajado al mínimo, lo que hace que tengas que dejar de hacer lo que estés haciendo para subirlo manualmente. No nos ha pasado lo mismo al revés, es decir, usar el teléfono de noche y de repente recibir un fogonazo de luz.
No tenemos pantalla ambiente, pero sí salvapantallas por si lo colocamos en un dock, la posibilidad de que la pantalla se encienda cuando recibamos una notificación y una opción para que al levantar el teléfono se active automáticamente. Ambas opciones, al cabo de los días, han acabado siendo bastante útiles. Finalmente, destacar que la sensibilidad táctil es correcta y no hay ningún tipo de latencia apreciable al interactuar con el dispositivo.
Sonido con pegada, pero en una posición complicada
El ASUS Zenfone 6 conserva el jack de auriculares y, de hecho, incluye unos en la caja. Son los ZenEarTM Pro y se escuchan sorprendentemente bien. Son unos in-ear que se adaptan bien al canal auditivo y aíslan bien del ruido. El sonido es nítido, los graves son sorprendentes y la calidad general es correcta. Además, tienen micrófono y botón para parar o reanudar la reproducción de música.
En cuanto al altavoz, o más bien, los dos altavoces, suenan fuerte y tienen pegada. Los graves son graves y los agudos suenan nítidos, el rango dinámico es amplio y el volumen máximo es lo suficientemente alto para escuchar lo que esté sonando desde lejos. Tiene contundencia, sin duda, pero la mejor experiencia la hemos conseguido bajando un par de puntos el volumen máximo.
Un aspecto a tener en cuenta es volumen inteligente. Dicha función, desarrollada por ASUS, sirve para que el dispositivo suene tan alto (o bajo) como lo exija el sonido ambiente. Por ejemplo, si estamos andando por la calle en un entorno ruidoso, una llamada sonará más alto que si la hubiéramos recibido en casa. Esto se aplica a las llamadas (tanto con la app de teléfono como las apps de VoIP, véase WhatsApp), así como a la reproducción de música y audio. ¿Problema? No termina de funcionar del todo bien y, en algunas ocasiones, directamente no se activa.
A ello hemos de sumarle el modo exteriores, un modo que permite subir el volumen por encima del máximo normal para usar el teléfono en entornos ruidosos. Cumple su cometido, que es escuchar lo que esté sonando, pero eso implica (y de hecho, lo advierten al activarlo) una reducción de la nitidez, menos matices y una mayor distorsión. Para saber cuando está o no activado aparecerá una notificación en la barra superior.
Y si el altavoz principal nos gusta, el altavoz para las llamadas y notas de audio no tanto. Se escucha bajo, actives o no el sonido inteligente, y al ser tan pequeño es complicado dar con la posición correcta. Esto se aplica también a escuchar notas de audio por WhatsApp, Telegram o Instagram, donde el sonido es algo inestable y no se termina de disfrutar. Si es una gozada escuchar música o ver películas, hacer una llamada o escuchar notas de voz puede ser algo frustrante.
El Snapdragon 855 cumple con las expectativas
ASUS no ha escatimado en componentes, y como ya hiciera con el ASUS Zenfone 5Z en su momento, su nuevo buque insignia llega con lo último de Qualcomm bajo el abrazo. Hablamos del Snapdragon 855, un chipset fabricado en un proceso de siete nanómetros producido por TSMC. Este, como vimos en su presentación, cuenta con un nuevo sistema de clústers llamado "Prime Core" en el que tenemos un núcleo principal de máximo rendimiento a 2,84 GHz, tres a 2,42 GHz para tareas pesadas y cuatro a 1,8 GHz enfocados a la eficiente energética.
A su lado, dos versiones de memoria RAM (6 u 8 GB) que llegan acompañadas de diferentes configuraciones de almacenamiento interno (entre 64 y 256 GB), siendo la más potente, de 8/256 GB, la que nosotros hemos tenido ocasión de analizar. Dicho esto, cabe esperar que la experiencia fuese la que cabe esperar de un gama alta, y el ASUS Zenfone 6 no decepciona.
En tareas del día a día, como podría ser chatear por WhatsApp, acceder a redes sociales, hacer fotos, consultar el correo o usar apps livianas no hemos tenido ninguna limitación. Los tiempos de carga son rápidos, las aplicaciones se mueven con total fluidez y las transiciones entre ventanas, menús y aplicaciones en la multitarea y a pantalla partida no muestran ápice de lag alguno.
Podríamos copiar este mismo párrafo y aplicarlo a los juegos y tareas más pesadas. En juegos como 'PUBG Mobile', 'Asphalt 9', 'Vainglory' o 'Fortnite', el dispositivo saca pecho y permite jugarlo en la máxima calidad posible sin un solo trompicón. La temperatura sube, por supuesto, y se nota cierto calor en la zona central del terminal, pero no es nada exagerado y todo vuelve a la normalidad minutos después de terminar la sesión de gaming.
Y hablando de gaming, ASUS ha implementado su propia suite de funciones para juegos llamada "Game Genie" (traducido literalmente como "Genio de juegos" en los ajustes). Este permite hacer lo siguiente:
- Bloquear los botones de la barra de navegación para no salir de forma accidental en un juego (aunque conserva la barra negra en la parte inferior).
- Desactivar las alertas.
- Bloquear el nivel de brillo.
- Acelerar el rendimiento del juego (cerrando las aplicaciones en segundo plano), aunque con 8 GB de RAM y el Snapdragon 855 no la hemos tenido que usar.
- Toque de bloqueo, que sirve para bloquear la pantalla mientra se ejecuta el juego para atender una llamada sin tocar accidentalmente.
- Grabar, por si quieres subir el gameplay de algún juego a YouTube.
- Directo, para retransmitir directamente en YouTube o Twich. Esto, por cierto, activa automáticamente la cámara para grabarte la cara mientras juegas.
Otro aspecto a remarcar es OptiFlex, un sistema diseñado por ASUS que analiza nuestros patrones de uso de aplicaciones y acelera el arranque de aquellas que más usemos. Viene activado por defecto y se nota, ya que apps como WhatsApp, Twitter o Chrome, que son las que más suelo usar, siempre se han abierto rápidamente. También puedes configurar las apps manualmente para que optimice las que tú quieras, aunque no las uses tanto.
Es un terminal que se coloca a la altura de su competencia, tal y como muestran los benchmark (y puedes ver a continuación). Es curioso, por cierto, que al abrir una app de benchmark se nos muestra una notificación para activar el "Impulso por IA", una función que acelera el dispositivo y que se nos muestra como un añadido para "obtener la mejor experiencia y las máximas puntuaciones de referencia". Dicho modo no ha sido activado para obtener los resultados.
ASUS Zenfone 6 | OnePlus 7 Pro | Xiaomi Mi 9 | Samsung Galaxy S10+ | HONOR View20 | Huawei Mate 20 Pro | OnePlus 6T | Xiaomi Mi 8 Pro | OPPO Find X | iPhone XS | |
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Procesador | Snapdragon 855 | Snapdragon 855 | Snapdragon 855 | Exynos 9820 | Kirin 980 | Snapdragon 845 | Kirin 980 | Snapdragon 845 | Snapdragon 845 | Apple A12 Bionic |
RAM | 8 GB | 12 GB | 6 GB | 8 GB | 8 GB | 6 GB | 8 GB | 8 GB | 8 GB | 4 GB |
AnTuTu | 369.498 | 376.968 | 374.570 | 331.707 | 273.973 | 270.728 | 298.112 | 287.503 | 282.324 | 313.341 |
Geekbench 4.0 (single/multi) | 3.487 / 10.791 | 3.465 / 11.017 | 3.539 / 11.164 | 4.459 / 10.195 | 3.284 / 9.744 | 3.328 / 9.735 | 2.434 / 9.077 | 2.456 / 9.178 | 3.308 / 7.915 | 4.803 / 11.178 |
PCMark Work | 10.955 | 9.991 | 9.036 | 7.780 | 7.620 | 7.618 | 8.650 | 8.236 | 9.803 | - |
Y hasta aquí todo bien, pero hay un punto que también considero que hay que destacar: los reinicios aleatorios. A lo largo de nuestras pruebas y en diferentes ocasiones a lo largo del día, sufrimos una serie de reinicios completamente aleatorios. Debió ser algún tipo de bug, ya que al reiniciar no se nos pedía el código PIN de la tarjeta, sino que desbloqueásemos la pantalla usando el PIN de desbloqueo.
Tras usar el móvil y guardarlo en el bolsillo, al volver a sacarlo a los 10 minutos este se había apagado. Pulsabas el botón de encendido, se activaba, funcionaba correctamente y, al volver a guardarlo, se volvía a reiniciar. Nos pasó en dos días diferentes varias veces, y no fue hasta que lo reinicié manualmente que dejó de hacerlo, si bien lo ha vuelto a hacer en alguna que otra ocasión. Seguramente se trate de un problema de software que podrá solucionarse con las actualizaciones venideras.
Bugs aparte, merece mención también el almacenamiento interno. Nuestra unidad tiene 256 GB de memoria UFS 2.1, más que suficiente para guardar tantas fotos, vídeos, películas, aplicaciones y canciones como quieras. De estos, el usuario puede acceder a 226,13 GB, que sigue siendo una cifra igual de alta.
Finalmente, en cuanto a conectividad, no nos falta absolutamente de nada. Tenemos Bluetooth 5.0, WiFi ac 2x2 MIMO, GPS de doble banda L1+L5, NFC, jack de auriculares y triple slot para dos tarjetas nanoSIM, ambas con conectividad 4G, y microSD.
ZenUI 6, lo mejor de Android Puro con un par de retoques
Si echamos un vistazo a los anteriores dispositivos de la firma, veremos que uno de los puntos que siempre solían recalcarse es que ASUS iba puliendo cada vez más su capa de personalización. La aligeraba, reducía las aplicaciones preinstaladas y mejoraba su rendimiento. ZenUI 6 parece ser el culmen de esa evolución, y el resultado ha sido una experiencia clavada a Android Puro con un par de retoques.
Primero, las presentaciones. ZenUI 6 llega basado en Android 9 Pie, con posibilidad de instalar la beta de Android 10 Q (algo que no hemos hecho para analizar el software en su estado más puro) y con la promesa de una actualización Android 11 R. La estética no tiene nada que ver con lo que teníamos anteriormente, sino que se suma a un diseño más en la línea de los Google Pixel, eso sí, con algún que otro añadido.
Así, podemos abrir el cajón de aplicaciones deslizando hacia arriba, modificar casi todos los aspectos de la pantalla de inicio como la cuadrícula o las transiciones, ocultar aplicaciones en el launcher que viene preinstalado por defecto, cambiar el paquete de iconos, etc. Opciones de personalización hay varias para los que gusten de usarlas. A título personal, como viene de fábrica es como más me gusta.
El rendimiento es soberbio. Todo se mueve con fluidez, las transiciones se reproducen sin atropellos y la experiencia es más que positiva. ASUS sigue metiendo algo de blotware, aunque esta vez se ha reducido a algunas aplicaciones propias (como el reloj, la calculadora, los contactos y la grabadora de sonidos), Facebook, Facebook Messenger e Instagram, las tres desinstalables.
¿Y cuáles son esos retoques de ASUS? Empecemos por el primero, que es la interfaz adaptada a una sola mano. Cuando usas un móvil Android con, digamos, Android Puro, al abrir una carpeta las aplicaciones se despliegan en la zona central de la pantalla, por lo que si el teléfono es alargado es complicado alcanzarlas con el dedo pulgar. Toca usar las dos manos.
Bebiendo de One UI, la nueva capa de Samsung, ASUS le ha dado una vuelta de tuerca al sistema y ha optado por poner todo lo importante abajo. De esa forma, las aplicaciones de las carpetas se colocan en la zona inferior, al igual que los accesos y diferentes apartados de las aplicaciones propietarias (como el teléfono, la galería o el administrador de archivos). Para gustos colores, no hay dudas, pero en el día a día es un retoque que he agradecido.
El segundo es el modo oscuro nativo. Ahora que está de moda y todas las aplicaciones lo están adoptando, y a la espera de que Android Q lo lleve a todos los móviles, ASUS ha desarrollado su propio modo oscuro que se aplica a la totalidad de la interfaz. Se activa desde los ajustes de pantalla y todo lo blanco pasa a ser negro, tanto en los ajustes, cortina de notificaciones y cajón de aplicaciones como en las apps propias de la firma. Eso sí, activar este modo no hace que las aplicaciones compatibles se pongan oscuras también, pero eso es una limitación de Android y no tanto de ASUS.
El tercero y último es "Smart Key" o "Tecla inteligente", ese botón del canto derecho que mencionábamos anteriormente. Dicho botón lo podríamos interpretar como una tecla para invocar rápidamente a Google Assistant. Por defecto, un toque lo invoca, dos toques despliegan las actualizaciones personales del asistente y tres toques lo abren en modo walkie-talkie, y así es como más útil ha resultado ser.
Ahora bien, se puede personalizar... a medias. Lo destacamos en nuestras primeras impresiones y aquí lo volvemos a ver, no podemos customizarlo a placer, es decir, no podemos configurar la tecla para que al darle dos toques se abra WhatsApp o Twitter, sino que tenemos que elegir entre algunas de las opciones predeterminadas.
Estas incluyen activar y desactivar el modo no molestar, alternar entre los modos de sonido, activar o desactivar la rotación automática, hacer una captura de pantalla, abrir la cámara, activar o desactivar la linterna o invocar al asistente. Puestos a añadir una tecla inteligente como esta, habría agradecido poder configurarla a placer, lo que le daría un plus de utilidad. Sin embargo, toca conformarse con las opciones predeterminadas o, en su defecto, con desactivarla por completo.
Más allá de esto, el Zenfone 6 nos permite tener aplicaciones gemelas (dos apps de WhatsApp, por ejemplo) y activar un modo de emergencia para que al pulsar tres veces en el botón de bloqueo -ojo, botón de bloqueo, no la tecla inteligente-, llame automáticamente a un número de emergencia o al contacto que elijamos y mande nuestra ubicación GPS.
Asimismo, ZenUI 6 nos permite añadir un gesto hacia abajo al lector de huellas para desplegar la barra de notificaciones (aunque me ha resultado más útil hacerlo directamente en la pantalla), darle la vuelta al móvil para que no suene, responder una llamada llevándonos el teléfono a la oreja, apagar o encender el terminal dando dos toques en la pantalla y lanzar aplicaciones dibujando gestos (hasta seis) con la pantalla apagada.
Finalmente, cabe destacar el administrador móvil, una especie de control central para acceder al uso de datos, un limpiador de memoria RAM y almacenamiento y un escáner de privacidad y seguridad (firmado por Avast) que busca vulnerabilidades en el terminal. Desde este gestor se puede acceder también a "PowerMaster", que es el equivalente en términos de batería. Este permite modificar las apps que pueden arrancar al inicio o cambiar entre los diferentes modos de ahorro energético.
En definitiva, tenemos una ROM bastante completa, con infinidad de opciones para todos los usuarios, ya sean más básicos o más avanzados. La experiencia global es muy positiva, el rendimiento es sobresaliente y lo poco que ha tocado ASUS lo ha hecho para bien.
Biometría y sistemas de desbloqueo
A pesar de que estamos viendo cómo diferentes marcas como Samsung, Huawei, Xiaomi o OnePlus están apostando ya por el lector de huellas bajo la pantalla, ASUS se mantiene conservadora y sigue implementando el lector de huellas en la parte trasera, centrado justo con el eje vertical del terminal y en una posición realmente cómoda, tanto para zurdos como diestros.
El dedo índice cae justo encima del sensor, un sensor óptico que reacciona nada más rozarlo y permite acceder a la pantalla casi al momento. Lo mismo se puede decir del proceso de configuración, tan simple como tocar varias veces sobre el sensor colocando el dedo en diferentes posiciones. La experiencia es positiva. En condiciones normales, es decir, cuando el dedo no está sucio o mojado, el lector funciona sin problema.
Un problema que sí hemos tenido y merece la pena comentar aunque sea de forma somera es con la funda que viene incluida en la caja. Dicha funda añade un extra de grosor al terminal y, si bien deja un hueco para el lector de huellas, hace que tocarlo sea un poco más complicado, al menos al principio. Pasado un día y cuando ya te has acostumbrado a la ubicación, este "problema" desaparece por completo.
Y aunque no tenga cámara interna como tal, el ASUS Zenfone 6 no ha querido dejar de lado el desbloqueo facial. El proceso de configuración es igual que en todos los móviles, es decir, accedes a los ajustes, colocas tu cara en el círculo y esperas un par de segundos. La cámara se despliega, te apunta y listo, rostro guardado. Destacar que es un desbloqueo en dos dimensiones, ya que no tiene un sensor dedicado como podría ser el caso del iPhone XS.
¿El problema? No es automático como lo sería de tener una cámara delantera convencional. Cuando desbloqueamos el móvil hay que pulsar el icono de la carita que aparece en la parte inferior o, en su defecto, deslizar hacia arriba, y solo entonces la cámara rota, te detecta y desbloquea el dispositivo. La cámara se despliega muy rápido, a la misma velocidad que cuando alternamos entre cámara delantera y trasera en la app de cámara. El proceso de desbloqueo toma alrededor de uno o dos segundos, según la luz.
El desbloqueo es posible en buenas condiciones de luz e incluso de noche, cuando la luz escasea, tanto a contraluz como con la luz de frente. Cuando hinca la rodilla es cuando estamos completamente a oscuras, ya que el sensor necesita vernos la cara de alguna forma y sin luz no la ve.
Es por ello que, si bien el desbloqueo facial funciona correctamente, dado que requiere de activación manual por parte del usuario, no ha sido suficiente para sustituir al lector de huellas, que funciona casi de forma instantánea y es más accesible. Una opción que quizá habría estado bien sería que al desbloquear el terminal, si el sensor de proximidad no detecta ningún obstáculo, se desplegase el módulo automáticamente. Sea como fuere, el lector de huellas se lleva la palma.
5.000 de batería y autonomía para rato
Seguimos hablando de la batería, uno de los puntos en los que ASUS también ha querido diferenciarse respecto a su competencia. Después de barajar varias opciones, la firma taiwanesa optó por implementar una batería de 5.000 mAh con carga rápida de 18 vatios. Ya la cifra deja entrever que el rendimiento va a ser bueno, y así es.
Haciendo un uso normal, es decir, ver algún que otro vídeo en YouTube, echar alguna partida a 'Pokémon GO' o 'PUBG Mobile', mucho tiempo de redes sociales, correos y mensajería, nos ha sido complicado agotar al dispositivo. 5.000 mAh son más que suficientes para aguantar dos días sin acercarse al enchufe, y eso es algo que se agradece en la práctica. El tiempo de pantalla varía entre un día y otro, pero de media hemos superado las siete horas de pantalla activa.
La carga rápida, eso sí, no es tan rápida. Los 18W es un sistema que hemos visto en otros terminales, y en el caso del ASUS, pasar de 0 al 50% toma unos 45 minutos y cargarlo al 100%, alrededor de dos horas. No es la carga más rápida del mercado, pero dado que tiene una buena autonomía tampoco es que se haya echado en falta.
Lo que sí puede que se eche de menos por parte de algunos usuarios es la carga inalámbrica. A pesar de estar fabricando en cristal, ASUS ha optado por no introducirla para mejorar la retención de carga y la vida útil de la batería, pero teniendo la posibilidad de hacerlo, no habría estado de más implementarla para aquellos usuarios que la quieran aprovechar.
Dos cámaras que, en realidad, son cuatro
Como señalamos en nuestras primeras impresiones, más allá de las especificaciones, la pantalla, el diseño o el sonido, lo que más llama la atención del ASUS Zenfone 6 es la cámara, esa cámara bautizada como "Flip Camera" que no solo rota, sino que podemos controlar a placer y colocarla en la posición que queramos.
Antes de hablar de resultados y funciones, conviene pararse un segundo a hablar del módulo. Con el fin de huir del notch, las diferentes marcas han inventado varios sistemas para sustituirlo, como Vivo con el periscopio, OPPO con la trasera retráctil, la aleta del OPPO Reno o la pantalla deslizante del Xiaomi Mi MIX 3. ASUS, siguiendo la estela del OPPO N3 y del Samsung Galaxy A80, ha preferido una cámara rotatoria que está fabricado en un metal amorfo que ASUS llama "Liquid Metal".
Suena rimbombante, pero este tipo de aleación permite que el módulo sea ligero y hasta cuatro veces más duro que al acero. Su motor está compuesto por 17 cables de potencia de dos milímetros de grosor, 32 cables de señal y 13 engranajes. Todo ello funciona bien y, más allá de lo que pueda parecer, es muy resistente. No lo hemos estrellado contra el suelo para comprobarlo, pero si nos hemos tomado la licencia de buscarle el fallo mecánico usándolo de manera más intensiva.
No es recomendable hacerlo, pero puedes agarrar el módulo y balancear el terminal sin mayor problema. El motor ofrece resistencia y el movimiento es suave, no tienes esa sensación de que se va a romper o de que lo estás forzando. Dicho esto, el motor cuenta con un sistema de micropasos que permite que podamos rotar la "Flip Camera" de dos en dos grados, pudiendo colocarla, como decíamos antes, en cualquier posición. Hasta el momento, los sistemas rotatorios eran o hacia delante o hacia atrás, 0 o 180 grados. El sistema de ASUS permite 90 posibilidades distintas (180º/2º por paso).
El movimiento de apertura es suave y escalonado. Tanto cuando activas el desbloqueo facial o quieres echarte un selfie, la cámara se despliega primero a 400 pulsos por segundo, luego a 2.400 pps y, finalmente, a otros 400 pps. Así, el mecanismo rota primero despacio, luego rápido y de nuevo lento, de forma que no choca contra el marco ni se cierra bruscamente. Rotar al completo tarda alrededor de un segundo.
¿Y qué hay dentro del módulo? Las dos lentes, un flash de doble tono, el enfoque láser, el sensor de gravedad y el giroscopio. ¿Por qué esos dos últimos componetes? Porque ASUS ha ideado un sistema para que la cámara se cierre automáticamente cuando se nos caiga el teléfono. Si tiramos el móvil desde una altura de 1,25 metros, el sensor de gravedad detecta la caída y cierra la cámara por completo. Si es de una altura inferior a un metro, la cámara se colocará en un ángulo en el que no sufra daños. Y sí, lo hemos probado, y sí, funciona.
Visto el módulo, hablemos de los sensores. En el interior de la "Flip Camera" tenemos un sensor Sony IMX586 de 48 megapíxeles con apertura f/1.9, píxeles de 1,6 micras y un sistema de autoenfoque por fases doble (es decir, que usa el doble de píxeles emparejados para mejorar la velocidad de enfoque). Este sensor Sony actúa como cámara principal con una amplitud de 26 mm y un campo de visión de 79 grados, a la par que como teleobjetivo de 52 milímetros, 43º de campo de visión y cuatro aumentos digitales.
A su lado, un sensor OmniVision OV13855 de 13 megapíxeles con una lente gran angular de 125º de visión y 11 milímetros de amplitud. En total, estamos ante una cámara versátil que nos permite tomar fotos de entre 11 mm y 52 mm. Todo esto viene acompañado de la tecnología HDR+ y la estructura Quad Bayer, que funciona de la siguiente forma:
- Cuando hay buena luz, la cámara hace un uso completo del sensor de 48 megapíxeles usando píxeles de 0,8 micras, dando como resultado una foto de 48 megapíxeles.
- Cuando hay poca luz, la cámara agrupa los píxeles del mismo color de dos en dos y hace fotos de 12 megapíxeles, pero con píxeles de 1,6 micras.
Desde un punto de vista técnico suena bien, pero en la práctica no hay tanta diferencia. Por defecto, la app de cámara viene configurada para disparar en una resolución de 12 megapíxeles, y es como hemos conseguido los mejores resultados. Principalmente, porque la cámara de 48 megapíxeles no es compatible con el HDR+ o el zoom y la app de cámara se resiente en velocidad cuando disparamos a esa velocidad. Aun así, mostraremos ejemplos de ambas configuraciones.
En otro contexto, ahora tocaría hablar de la cámara interna, pero no estaría del todo bien copiar todos los párrafos anteriores de nuevo. La cámara es exactamente la misma, porque rota. De esa forma, todas y cada una de las funciones que podemos usar en la cámara trasera las podemos usar al hacernos selfies. Eso incluye el modo manual o la grabación de vídeo en 4K a 60 fotogramas por segundo.
App de cámara
La aplicación de cámara no es muy distinta a lo que hemos visto en otros dispositivos. De hecho, a su manera, tiene cierto aire a la aplicación de Huawei y Honor. Siguiendo la línea marcada por ZenUI 6, todos los accesos importantes como el disparador, el botón para rotar la cámara (que si deslizas hacia arriba o abajo podrás hacerlo manualmente), el acceso a la galería, el botón de Google Lens y los modos de disparo se han colocado en la parte inferior. Los modos que nos ofrece la cámara, a los que podemos acceder deslizando hacia los lados, son los siguientes:
- Foto (modo automático).
- Vídeo.
- Cámara lenta (hasta en FullHD a 240 fotogramas por segundo.
- Modo noche.
- Modo manual.
- Panorama (manual y automático).
- Retrato.
- Seguimiento de movimiento (para mantener un sujeto en escena cuando grabamos vídeo usando la cámara rotaria).
- Intervalo de tiempo.
En la parte superior tenemos los ajustes, desde donde podemos cambiar la resolución, activar un temporizador, la detección de escenas por IA, la marca de agua y el sonido al girar la cámara, entre otras cosas. También tenemos el acceso al modo HDR enriquecido (o HDR++), el botón para cambiar la relación de aspecto de la foto (4:3, 16:9 o 1:1), el flash y los filtros.
La app funciona bien, es rápida y estable. No se le pueden poner pegas, salvo que al disparar en 48 megapíxeles la cámara se queda un poco pillada y que el modo noche tarda unos cuanto segundos en hacer la foto. Por lo demás, es intuitiva, fácil de usar y no tiene mayor complicación. Sí cabe destacar que tiene un botón para alternar entre el sensor normal y el gran angular, cuya transición es algo tosca, y que se puede hacer zoom haciendo el gesto de abrir con dos dedos sobre la pantalla.
Un punto interesante es que se puede rotar la cámara en cualquier aplicación, no solo en la app de cámara propiamente dicha. ¿Qué significa esto? Que cuando abres las historias de Instagram, los estados de WhatsApp o cualquier app desde la que puedas hacer una foto o grabar vídeo, en la barra de navegación inferior aparecerá un botoncito a la derecha que desplegará el cursor y podrás mover el módulo a placer. Minipunto a favor porque cuando pasamos de la parte delantera a la trasera corrige la posición y no nos deja bocabajo.
Cámaras traseras y... ¿delanteras?
En otro dispositivo dividiríamos este apartado en cámara trasera y delantera, pero dado que en el ASUS Zenfone 6 compartimos los mismos sensores, para facilitar la lectura hemos preferido unirlos en uno solo. La cámara del ASUS Zenfone 6 está al nivel de lo que vemos en otros gama alta, tanto de día como de noche, y los resultados hablan por sí solos.
Cuando la luz es correcta y disparamos en 12 megapíxeles, el sensor hace una buena interpretación de colores y ofrece un resultado más que correcto. Los bordes están bien definidos, la exposición es correcta y el rango dinámico es decente, aunque no deja de ser cierto que cuando hay mucha diferencia de luz en diferentes lugares de la foto, las sombras tienden a quedarse algo apagadas. También se echa en falta algo más de viveza en los colores, aunque eso depende de los gustos de cada uno.
Al usar el gran angular, podemos ver que la calidad global de la imagen se resiente. Es verdad que conseguimos sacar una escena más grande, pero el sensor OmniVision de 13 megapíxeles no termina de interpretar bien los colores, el balance de blancos es demasiado cálido y, si bien la escena se salva, al ampliar podemos ver cómo aparece el efecto acuarela y el grano.
Y si el gran angular nos deja algo fríos, el zoom digital de cuatro aumentos saca pecho y ofrece unos resultados bastante correctos. No es lo mismo que tener una lente dedicada con zoom óptico (después de todo, aquí estamos haciendo cropping), pero el detalle se conserva, los bordes están bien definidos y la gestión de la luz y la colorimetería es correcta. Sin embargo, cuando ampliamos vemos que el detalle se reduce. Curiosamente, no podemos hacer zoom cuando disparamos en 48 megapíxeles, solo al usar el modo de 12 megapíxeles.
Ahora que hablamos del sensor de 48 megapíxeles, el resultado de la creación de Sony es simplemente sobresaliente, aunque la diferencia en términos globales no es tan distinta a la foto de 12 megapíxeles. De hecho, los resultados solo se aprecian al ampliar. La viveza de los colores se ve ligeramente reducida y el HDR no es compatible, pero el nivel de detalle cuando nos acercamos es sencillamente espectacular y los bordes están perfectamente definidos. Lástima que la app de cámara se ralentice al sacar la foto.
Esto mismo, por supuesto, lo aplicamos al selfie. Estamos ante exactamente los mismos sensores, por lo que los resultados son exactamente iguales. Aun así, dependerá de la escena y de la cantidad de luz que haya, ya que el HDR tiende a activarse por defecto en casi cualquier situación y a sacar la cara demasiado iluminada y el fondo algo sobreexpuesto. Consejo: usa el HDR cuando tengas un contraluz o mucha luz al fondo, pero por norma general, mejor dejarlo desactivado.
El gran angular se comporta igual que en las escenas traseras. Es muy interesante sacar fotos tan amplias, pero el nivel de detalle se resiente, los colores se aplanan y parecen más pastel y, en términos globales, la escena se salva, aunque dejando un poco que desear. Puede estar bien para algún que otro selfie puntual o para sacar una foto grupal, pero a la mínima que amplias la imagen puede apreciarse que el detalle no es, ni de lejos, el mismo que con el sensor normal.
Evidentemente, el sensor de 48 megapíxeles en la parte trasera consigue unos selfies de escándalo. Como ocurre al usarlo en la parte trasera, al hacer una autorretrato con el sensor de Sony conseguimos un nivel de detalle que no se ve en todos los terminales. Como el sensor no es compatible con el HDR, el sujeto sale perfectamente iluminado y los bordes y detalles de la cara están perfectamente conservados (mala noticia para los que tenemos puntos negros en la nariz, todo sea dicho).
¿Y qué hay del retrato? Resultados notables, aunque con posibles mejoras. El retrato se dispara a 12 megapíxeles y el nivel de detalle del sujeto es el correcto. La cara sale bien expuesta, los bordes tienen un recorte casi perfecto (salvo algunos detalles muy puntuales en el pelo) y la exposición e interpretación del color es buena. Sin embargo, a diferencia de en los selfies normales, aquí sí que vendría bien el HDR, ya que cuando los fondos tienen mucha luz tienden a salir quemados. Sea como fuere, el retrato es correcto y las fotos salen bien.
El modo HDR++ o HDR enriquecido consigue levantar las sombras de las que hablábamos anteriormente, pero a costa de subir demasiado el contraste y "pastelizar" demasiado los colores. Solo lo hemos encontrado útil al hacer fotos en contraluz o con mucha diferencia entre las sombras y las luces altas, lo que no quita que el resultado sea llamativo.
De noche, la cámara hinca ligeramente la rodilla, pero sigue consiguiendo unos buenos resultados. El color es fiel a lo que vemos con nuestros ojos, los bordes están bien definidos y el nivel de ruido está bien gestionado. Además, la cámara hace una buena gestión de las luces amarillas, algo que, curiosamente, es todo lo contrario al modo noche. Ahora lo veremos.
Con el gran angular sucede exactamente lo mismo que de día. El nivel de detalle se resiente bastante, hasta el punto de que basta con ampliar un poquito para ver el efecto acuarela. Los colores tienden a salir algo más cálidos de la cuenta y quizá se echa en falta una mejor corrección de lente (fíjate en la torre izquierda). Además, en situaciones de baja luminosidad, la foto sale todavía más oscura, por lo que punto negativo para este apartado.
Y repetimos la receta de antes. Si el gran angular no termina de convencer, el zoom de cuatro aumentos se comporta perfectamente. El nivel de detalle al hacer cuatro aumentos digitales es muy bueno, si bien los bordes no están definidos con una perfección total. Se aprecia que la foto está algo más difuminada, pero en líneas generales y para no tener un juego de lentes dedicado al zoom, el resultado es bastante bueno. Eso sí, cuando ampliamos salta a la vista que el detalle se reduce.
Al disparar en 48 megapíxeles conseguimos más detalle al ampliar las zonas de la imagen, pero el resultado tampoco es muy distinto del que conseguimos con 12 megapíxeles. Sí cabe destacar que los colores son algo más planos y que se aprecia una baja del nivel de contraste. Salvo que queramos imprimir la imagen, forzar los 48 megapíxeles de noche no tiene demasiado sentido.
Y no podemos dejar de hablar del modo noche. Es un poco más lento que el de Huawei y Google (tarda alrededor de seis o siete segundos) y básicamente consiste en sostener el teléfono firme y apuntando hacia el sujeto. El resultado tiene margen de mejora, ya que los colores tienden a saturarse en exceso y las zonas cálidas se acentúan todavía más, pasando de ser amarillas a naranjas y, por lo tanto, poco fieles a la realidad.
Si bien consigue sacar luz de donde no la hay, el resultado obtenido con el modo automático es más cercano a lo que estamos viendo con nuestro propios ojos. Además, aunque tenemos una iluminación mayor, el nivel de detalle se reduce considerablemente al ampliar. En resumen, el modo noche puede valer para alguna que otro puntual cuando no haya demasiada luz, pero en líneas generales es mejor disparar con el modo de 12 megapíxeles.
Seguimos hablando del selfie, cuyos resultados son parejos a los obtenidos cuando disparamos hacia atrás. El nivel de detalle es correcto (aunque las luces amarillas están más altas de la cuenta) y la foto sale bien expuesta en todos sus puntos. El selfie nocturno sorprende para bien en términos de detalle, aunque habría agradecido un mejor control de los tonos cálidos.
El sensor angular no convencía antes y tampoco convence ahora. La foto tiene mucho grano, el nivel de detalle al ampliar es bastante bajo y la escena global tiene unos colores más bien planos. Además, cuando la luz escasea todavía más (una calle sin farolas, por ejemplo), el sensor Sony es capaz de recoger algo más de luz y salvar la foto, pero el gran angular, directamente, saca la foto oscura.
Cuando forzamos el modo de 48 megapíxeles, el sensor intenta sacar luz de donde no hay y eso se traduce en mucho más grano. Es verdad que el nivel de detalle al ampliar es algo mayor que en el modo de 12 megapíxeles, pero si miramos las zonas oscuras veremos que están más iluminadas, y eso se traduce en ruido. Todo sea dicho, los colores son menos amarillos y en líneas generales el resultado es más fiel a la realidad, por lo que habrá que elegir entre una foto con más detalle y más ruido a una foto con menos ruido pero un poco más amarilla.
Finalmente, el modo retrato nocturno sorprende para bien. El desenfoque se aplica de forma progresiva, el recorte es muy bueno y el nivel de detalle del sujeto es correcto. La cámara ha conseguido desenfocar correctamente hasta las zonas complicadas, si bien seguimos mantenido los tonos amarillos algo más altos de la cuenta.
Vídeo
El ASUS Zenfone 6 es capaz de grabar hasta en 4K a 60 fotogramas por segundo con el sensor Sony y hasta en 4K a 30 fotogramas por segundo usando el gran angular. No tiene estabilización óptica, pero se vale de un sistema EIS que funciona sorprendentemente bien, al menos de día. Los vídeos se ven bien, el nivel de detalle es bueno, el enfoque es rápido y, como podrás adivinar, solo notamos una bajada de calidad al usar el gran angular, aunque tampoco es grave. Todos los vídeos que verás aquí abajo han sido grabados andando a paso normal sujetando el teléfono con las dos manos.
De noche, el vídeo es bueno y la nitidez al grabar con el sensor principal es correcta. Sin embargo, si de día la estabilización óptica cumplía su cometido, de noche se convierte en enemigo, ya que provoca algunas vibraciones extrañas al usar el gran angular y algún que otro parpadeo al usar el sensor principal.
Como ocurre con la fotografía, cuando grabamos vídeo podemos rotar la cámara en tiempo real usando el cursor que aparece al lado del disparador. Estos vídeos también están estabilizados con EIS y, si llevas el cursor hasta el final del todo, puedes hasta aparecer tú en la imagen (véase el primer vídeo bajo estas líneas). El vídeo se ve perfectamente, pero se oye ligeramente el ruido de cámara moviéndose.
Terminamos el apartado fotográfico hablando del seguimiento de movimiento. Con esta función, podemos señalar una zona de la escena que vamos a grabar para que, al moverse el sujeto o movernos nosotros, la cámara rote automáticamente para mantener a dicho sujeto en escena. Verlo en acción es bastante curioso, pero el resultado tiene bastante margen de mejora.
¿Por qué? Principalmente por dos cosas. La primera, porque el sujeto se tiene que mover muy lento. Si pretendes grabar, digamos, un coche pasando por delante de ti, por muy despacio que vaya, la cámara no será capaz de seguir su movimiento. La segunda, porque la cámara espera a que el sujeto se vaya a salir de escena para reenfocarlo, lo que en más de una ocasión provoca que lo pierda y tengas que desechar el clip por completo. Destacar que sí, en el vídeo se oye el sonido de la cámara girando.
ASUS Zenfone 6, la opinión y nota de Xataka
El ASUS Zenfone 6, como hemos podido ver, se trata de un terminal de gama alta en toda regla. Con una buena construcción, agarre cómodo y buenas sensaciones a la mano. El acabado en cristal, si bien no se traduce en carga inalámbrica, sí aporta esa sensación premium cuando lo sujetamos y, todo sea dicho, es bonito.
La pantalla se disfruta, tanto de noche como de día, tanto viendo películas como leyendo, a pesar de los brillos verdes que aparecen cuando le impacta la luz directamente. El brillo es correcto, no tanto como el brillo automático, que de vez en cuando da algún paso en falso y se modifica cuando no tiene que hacerlo. Más de lo mismo con el audio, al menos usando el altavoz principal. El sonido es redondo, rotundo, con pegada; lástima que el altavoz para llamadas languidezca y haga que la experiencia de escuchar notas de audio o llamar por teléfono sea mejorable.
Del rendimiento, salvando los reinicios puntuales que sufrimos durante algunos días de la prueba, poco se puede decir. Los 8 GB de memoria RAM, el Snapdragon 855 y los 256 GB de almacenamiento interno se comportan en todos los sentidos, ya uses el dispositivo para algo básico o para sesiones intensas de gaming. Si a eso le sumamos una batería que nos da autonomía para dos días y un sistema operativo similar a Android Puro, el resultado global es más que correcto.
El módulo de la "Flip Camera", a diferencia de lo que podría parecer en un primer momento, es resistente y su movimiento es suave y fluido. Las opciones que ofrece de cara a la creación de contenido son cuantiosas, si bien no termino de ver al usuario medio sacándole todo el jugo. Algunas funciones, como el seguimiento de movimiento o el panorama, son interesantes y está bien tenerlas a mano, pero no se aprovechan en el día a día.
Y ya que hablamos de cámara, decir que la experiencia fotográfica nos ha dejado con un sabor de boca extraño. El dispositivo hace muy buen trabajo y arroja unos resultados más que correctos, sobre todo de día. La fotografía nocturna es buena también, al menos cuando disparamos en 12 megapíxeles. Sin embargo, el modo noche nos deja un poco fríos, el gran angular tiene bastante margen de mejora y el vídeo nocturno no tiene nada que ver con el que se consigue cuando hay buena luz. Es una cámara versátil, sin duda, pero eso no quita que haya apartados en los que podría mejorar.
En cuanto al precio, la versión que hemos probado nosotros, que es la más avanzada, cuesta 599 euros. La versión de 6/128 GB baja hasta los 559 euros y la de 6/64 GB a 499 euros. Es un precio bastante más bajo que el del OnePlus 7 Pro de 8/256 GB, que parte de los 759 euros, y que se configura como su máximo rival en su gama.
8,6
A favor
- Es robusto y se siente premium en la mano.
- El módulo de la cámara, a diferencia de lo que podría parecer, es muy resistente y no ha dado problemas.
- La cámara es muy versátil y se comporta correctamente cuando la luz es buena y disparamos a 12 megapíxeles.
- El rendimiento es una maravilla, ya se use para tareas básicas o para jugar a juegos pesados.
En contra
- El sensor gran angular tiene mucho margen de mejora. Los resultados conseguidos con él no tienen nada que ver con los conseguidos con el sensor Sony
- Si bien el altavoz principal se oye de escándalo, el altavoz de llamadas se oye bajo y regular
- La carga rápida no es tan rápida como parece.
- Los reinicios aleatorios se deben arreglar cuanto antes.
ZenFone 6 ZS630KL-2A005EU / Snapdragon 855 / 8GB RAM / 256GB ROM / Negro Medianoche
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La noticia ASUS Zenfone 6, análisis: la cámara rotatoria motorizada convence como alternativa al notch fue publicada originalmente en Xataka por José García Nieto .
Fuente: Xataka
Enlace: ASUS Zenfone 6, análisis: la cámara rotatoria motorizada convence como alternativa al notch
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