Redmi Note 7, análisis tras un mes de uso: ofrecer más por menos se vuelve muy complicado
Ofrecer mejores prestaciones por menos dinero es muy complicado, y el Redmi Note 7 es uno de los mejores teléfonos en calidad/precio del momento, ofreciendo diseño, fluidez y ciertas características (como la cámara de 48 megapíxeles o el modo noche) por menos de 200 euros. Es muy difícil combatir contra eso.
Un teléfono que ya pasó por nuestra mesa de examen para su análisis inicial dejando buenas sensaciones y que ahora, tras un mes de uso, te contamos qué nos ha parecido habiendo pasado más tiempo con él y probar a fondo este primer lanzamiento en solitario de la familia Redmi de Xiaomi.
Puede parecer "premium" sin llegar a serlo
Uno de los detalles que más llama la atención en este teléfono es el diseño. Sin duda, algo que me sorprendió en cuanto empecé a usar el Redmi Note 7 fue cómo un teléfono de esta gama ofrecía tan buenos acabados.
Nos encontramos ante un cuerpo de cristal acabado en un degradado de magenta a azul (en el caso de nuestra unidad de prueba). Un acabado que puso de moda Huawei con su Huawei P20 Pro y que, ahora, está tan estandarizado como la moda que comenzó Apple con el notch.
Aunque hablando de colores siempre entra en juego la opinión subjetiva de cada uno, sin duda me ha parecido un teléfono bonito y con una terminación correcta... Salvo por algunos detalles secundarios.
En primer lugar, algo que no termina de gustarme es el borde que une el frontal y la parte trasera. El culpable no es el material con el que está construido (que en este caso es plástico), sino que este borde no cubra el lateral de la pantalla al completo, lo cual implica que el panel quede desprotegido frente a posibles golpes accidentales.
Además, y esto es a título personal, alguien maniático como un servidor pasará todo el día tocando el borde que sobresale del panel. Y creedme cuando os digo que no es agradable si os molestan este tipo de cosas.
Por otro lado, nos encontramos otro aspecto del diseño que podría convertirse en un pequeño problema para los usuarios más maniáticos: las cámaras. Tenemos una trasera muy bonita con el degradado, el lector de huellas en el centro y la doble cámara al estilo de los iPhone X y iPhone XS, pero el problema está en la "joroba" de las cámaras.
La protuberancia que las rodea es la "culpable" de que, al apoyar el teléfono en una mesa, éste baile a la mínima que lo rocemos. En mi caso, trabajo frente al ordenador y, en muchas ocasiones, me encuentro en la "necesidad" de usar el teléfono apoyado sobre la mesa.
De ahí que esto haya supuesto un inconveniente, al obligar a levantar el teléfono cada vez que queremos usarlo para responder alguna notificación. En nuestro caso lo hacíamos porque tardábamos menos tiempo realizando esta acción que corrigiendo los fallos de escritura que generaba el movimiento del teléfono sobre la mesa.
Ahora sí, una pantalla "casi" infinita
La eterna guerra entre paneles IPS o AMOLED ya no está en auge como hace unos años, bien porque los paneles que hacen los fabricantes cada vez son de mayor calidad, o bien porque el público está cansado de discutir aunque esto lo dudo.
De hecho, el año pasado pude probar (durante todo un mes como en este caso) tanto el POCOPHONE F1 como el Xiaomi Mi 8. Dos teléfonos distintos con dos tecnologías de pantalla distintas: IPS y Súper AMOLED.
En este caso repetimos tecnología y, como en el POCOPHONE F1, contamos con un panel LCD IPS pero llegando hasta las 6,3" y manteniendo la resolución (FullHD+). Por supuesto, las diferencias entre este tipo de paneles y los Super AMOLED se siguen notando, pero para el usuario de a pie creo que esta pantalla es más que suficiente para cualquier uso.
Lo que sí cambia, y mucho, es el notch. En el Redmi Note 7 tenemos un notch en forma de gota como el que encontramos en el Oneplus 6T. Un notch que mejora el aprovechamiento de la pantalla, y que soluciona el problema del que me quejaba en el POCOPHONE: la visualización de notificaciones.
Ha sido muy sencillo adaptarme a ese pequeño notch durante estas semanas utilizando el Redmi Note 7. Prácticamente desde el principio desapareció a la vista, y no me ha molestado a la hora de consumir contenido o jugar con el teléfono. Algo que personalmente agradezco mucho.
Y, hablando del consumo de contenido, algo que me ha agradado es lo bien que se ve este panel en exteriores. En teléfonos de esta gama suele ser un problema, pero en este caso no sucede ya que es un panel que cumple a nivel de contraste, nitidez y color, dejando una experiencia muy correcta. Además, se pueden personalizar detalles como la temperatura y el contraste a través de los ajustes.
Aunque me parece bastante correcta la adopción del notch en forma de gota, algo que me hubiera gustado es una mayor reducción de marcos. Por otro lado, hemos de ser consecuentes con el teléfono que tenemos entre nuestras manos, de la gama en la que se clasifica y, sobre todo, del precio, aunque de esto hablaremos más a delante.
Por último en este apartado del diseño, y siendo una opinión totalmente personal, he de decir que sigo prefiriendo las traseras metálicas a las de cristal.
Como ya os hemos comentado, la trasera de este Redmi Note 7 me parece muy bonita, eso no me cabe duda. Pero detalles como el peso extra, la fragilidad que supone el cristal, sin olvidar el imán de huellas en el que se convierte este acabado si no se usa una funda, hacen que siga siendo reticente al cristal. En esta ocasión, además, no se tienen ninguno de los "beneficios" extra que aporta el cristal, como es la carga inalámbrica.
Buena experiencia de uso con algún "pero"
A simple vista, este teléfono da la sensación de ser de una gama superior a la que pertenece, aunque no es el único gama media que cuida el diseño. Donde se suelen delatar este tipo de smartphones es en el apartado del rendimiento, pero incluso con un un Snapdragon 660 (un viejo conocido) y 4 GB de memoria RAM, el Redmi Note 7 se ha desenvuelto sin problemas durante todo este mes en las tareas del día a día como entrar en Twitter, Instagram, navegar por páginas web o reproducir contenidos.
Al hilo de esto, quizás os estéis preguntando: ¿cómo se ha comportado en esas tareas más pesadas? Y la verdad es que bastante bien. Esperaba que con juegos como 'BATLAND' o 'Brawl Stars' el desempeño fuese bueno y lo es, pero lo que me ha sorprendido en estas semanas es que no suele despeinarse a la hora de reproducir títulos más exigentes como son 'Modern Combat 5' o 'Asphalt 9'.
No soy excesivamente lo que se podría llamar un jugón en lo referente a smartphones, pero sí me gusta echar unas carreras de vez en cuanto. Y aunque se nota que no tenemos al 100% la fluidez que experimentamos en un móvil de gama alta, la experiencia ha sido muy positiva, con la excepción de las transiciones.
A este respecto y a riesgo de sonar quisquilloso, me refiero a que me resulta incómodo tener que esperar un segundo o segundo y medio desde que abro una app hasta que se muestra su contenido. Y no estoy hablando de apps pesadas ni mucho menos, sino de abrir cosas tan simples como los ajustes, la galería y aplicaciones del sistema o la sensación de lag momentáneo cuando se despliega la multitarea.
Teniendo en cuenta el rendimiento global del teléfono, me parecía muy extraño que ocurriera esto. De ahí que investigase para dar con una solución, encontrándola en las opciones de desarrollador. Normalmente, en este apartado, las animaciones están en "Escala de animación 1x" pero al reducirlas a la mitad el problema de las animaciones y entrada a multitarea viró a tener la sensación de fluidez extrema.
MIUI 10 queda lejos de ser puro (todavía)
Como teléfonos personales tengo un Pixel 2 XL y un iPhone XS, algo que sintetiza bastante bien mis preferencias personales en cuanto al software: me gustan los sistemas operativos puros y sin muchas florituras.
Este Redmi Note 7 corre con Android 9 Pie, pero bajo la capa propia de Xiaomi, MIUI 10. En Xataka hemos hablado bastante de esta capa al tener una distribución particular de opciones y por los añadidos que presenta, siendo como en otros casos una capa que podrá gustar más o menos. Pero he de decir que ahora con MIUI 10 noto una experiencia mejorada en comparación con versiones anteriores, más limpia y "sencilla".
Algo que agradezco cada vez que pruebo un teléfono con MIUI son los gestos, siendo una de las opciones que más me convence en el día a día para desplazarme y moverme por el sistema. De hecho, tanto Google como Apple plantean otras opciones, pero aun siendo estos sistemas por los que me decanto más, los gestos de MIUI aprovechan mejor la superficie útil en pantalla, y eso me encanta.
Por supuesto, MIUI sigue siendo una capa que gustará más a aquellos que disfruten de personalizar su teléfono, y quizás no es la capa más ligera de todas. Pero, como os decía, me ha gustado la experiencia durante estas semanas.
Biometría y su reconocimiento facial "oculto"
En este caso no contamos con lector de huellas bajo la pantalla (algo normal debido a que éste no se ha democratizado aún más allá de la gama alta), pero sí contamos con el lector de huellas tradicional en la parte trasera. Un lector que funciona bastante bien, fácil de localizar y que ha fallado muy poco durante este mes de uso.
Eso sí, aunque a simple vista puede parecer que no hay un sistema de reconocimiento facial al no encontrar los ajustes para el mismo, el Redmi Note 7 sí dispone de él. Y de hecho funciona bastante bien, pero hemos de hacer un pequeño truco para poder usarlo: cambiar la región del teléfono a Hong Kong para que apareciese entre los ajustes.
Es algo que no resultará nuevo para aquellos (quizás más "cacharreros") que hayáis trasteado con dispositivos con MIUI previamente, pero probablemente este pequeño consejo pueda ser de ayuda para los usuarios ajenos a esta manera "destapar" esta función.
Así, una vez cambiada la región, el sistema de reconocimiento apareció entre los ajustes como era de esperar, y la experiencia ha sido muy buena. El teléfono se desbloquea bastante rápido y no suele dar fallos, aunque cuando nos ponemos gafas de sol (con las de vista no hay problema alguno) el sistema no funciona y en ambientes con menos luz el desbloqueo se ralentiza un poco.
Batería que cumple
Previo a dejaros cifras sobre cuánto ha aguantado este teléfono en horas de pantalla, o cómo de rápido se carga su batería de 4.000mAh, he de aclarar que esta unidad nos llegó sin cargador original (como ya mencionamos en su review), por lo que los valores que he obtenido durante estas semanas pueden ser diferentes a los que se obtendría con el cargador original.
Después de este mes, la batería de este Xiaomi ha cumplido bastante bien. Podemos salir de casa a las 8:00 am en dirección a la oficina y llegar por la tarde a casa con aún un 35% o 40% restante, algo que se agradece.
Esto se traduce, para los que os gustan los datos más técnicos, en unas 7,5h de pantalla. Por supuesto, no han sido así todos los días, siendo esto es una media obtenida tras los 30 días de uso.
Con otro tipo de usos, eso sí, la batería empieza a bajar a un ritmo mayor. Por ejemplo, jugar durante una hora o más a 'Asphalt 8', salir a hacer fotos de arquitecturas (soy muy fan de este estilo fotográfico) en el que mi única cámara fuera el teléfono o la propia grabación de vídeo, que consume bastante batería. Pero, como os decía, no es algo que haya hecho normalmente, por lo que en esas ocasiones sí que tuve que recurrir al cargador a media tarde.
Por suerte, este Redmi Note 7 es compatible con la carga inalámbrica Quick Charge 4+, un punto a favor sin duda aunque a su vez me genera dudas de si podría tenerse mejor experiencia. Las cifras con otro cargador distinto al original (cargador del Google Pixel 2 XL con 5V/3A) no están mal: un 40% en los primeros 30 minutos, para llegar al 100% de la carga en poco menos de 2 horas.
Algo que personalmente me ha parecido curioso ha sido el tiempo de carga con el teléfono apagado, viendo que el sistema operativo y MIUI 10 son los "culpables" de que el tiempo de carga con el teléfono apagado frente a teniendo el teléfono encendido sea prácticamente el mismo. Esto demuestra que, a pesar de que MIUI sea una capa diferente (con personalización y más cargada que Android stock), no quita que esté bien pulida y optimizada para el tratamiento de acciones en segundo plano.
Fotografía de 48 megapíxeles y modo noche que dan un resultado correcto
El Redmi Note 7 cuenta con una doble cámara para la trasera, compuesta por un sensor principal de 48 megapíxeles y un sensor secundario de 5 megapíxeles para la medición de profundidad. Un conjunto de cámaras en el que obviamente destaca ese sensor de 48 megapíxeles, pero ¿para qué sirve?
Esto ya [nos lo explicaba nuestro compañero Enrique en la review inicial que os hemos enlazado al principio; a modo resumen, tener un sensor de tantos megapíxeles no quiere decir necesariamente que tengamos que realizar las fotos a la máxima resolución (aunque podemos hacerlo mediante un ajuste en la app de cámara). Para lo que es realmente importante este dato es para el uso de la tecnología "pixel binning", que combina píxeles cercanos para crear un píxel más grande, generando una fotografía de 12 megapíxeles, lo que se traduce en fotografías más luminosas y con menos ruido.
Una vez aclarado esto, ¿cómo se comportan estas cámaras en el día a día? Es cierto que siendo un smartphone que ronda los 200 euros las exigencias no pueden ser altas pero para diario estas cámaras cumplen de manera aceptable.
Cámaras traseras
Con buenas condiciones de luz, tanto a primeras horas de la mañana como a pleno sol del medio día, los resultados han sido buenos. El nivel de detalle es alto, tenemos un rango dinámico decente, aunque algo que no me ha terminado de gustar es el ligero "empastamiento" que genera en algunas ocasiones cuando tenemos un contraluz fuerte (algo que ha sucedido durante este mes de forma esporádica).
Además, con este smartphone tenemos distintos modos de captura, como el modo HDR o hacer uso de la IA para el reconocimiento de escenas. Estos modos terminan de convencer si lo que buscamos es una foto realista (sobre todo haciendo uso de la inteligencia artificial). Ahora bien, si lo que queremos es una captura para nuestras redes sociales, el modo HDR de este Redmi Note 7 deja unos resultados con un grado más de nitidez y sobre todo con un mayor contraste y unos colores ligeramente más vivos.
Por otro lado, y recordando el detalle técnico del sensor de 48 megapíxeles, los resultados que he obtenido durante todo este mes convencen aunque personalmente creo que la mayor parte de los usuarios podrían acabar por no utilizar este modo. La razón: no creo que una mayoría de los usuarios potenciales de este smartphone noten la diferencia entre una y otra fotografía, a no ser que lleguen a imprimirla a mayor escala.
Por supuesto, si hacemos zoom en las fotos de mayor resolución, los dientes de sierra tardan mucho más en aparecer en estas que en las fotos estándar. Pero hay que acercarse bastante para que esto ocurra, además de que la diferencia a nivel de la luminosidad en esas fotografías con la tecnología pixel binning es prácticamente inapreciable.
Donde de verdad este Redmi nos sorprende es en las fotografías nocturnas. No significa que haya una calidad espectacular, sino que el resultado es bastante decente para el rango de precios en el que nos estamos moviendo.
Cuando disparamos fotografías con baja luz podemos ver que, a pesar de notar la caída de nitidez y ver cómo aparece el ruido cuando forzamos un poco, las imágenes están correctamente tratadas. Donde quizás encontramos un pequeño problema es en el tratamiento de las luces altas, pero en este caso Xiaomi ha incorporado un modo noche que soluciona esto de forma correcta.
Con el modo noche, las fotografías que podemos llegar a tomar recuperan zonas bastante explotadas en las luces altas, obteniendo algo más de detalle con imágenes más contrastadas. A cambio, eso sí, obtenemos un ruido más evidente cuando se fuerza al sensor con menos luz. Algo que ocurre con demasiada frecuencia, pero que con práctica y conociendo los límites de esta cámara se pueden llegar a obtener buenas fotografías nocturnas.
Como último detalle antes de pasar a la experiencia de este mes con la cámara frontal, he de hablar del modo retrato de este Redmi.
En cuanto al modo retrato, como cabía pensar en un terminal de esta gama, el recorte es pobre y bastante errático (incluso en situaciones no especialmente difíciles). Es cierto que guarda bien el detalle si las condiciones de luz son buenas, pero nos ha quedado la sensación de que el resultado es bastante pobre.
Cámara frontal
Los resultados de esta una única cámara de 13 megapíxeles son bastante satisfactorios. Lo más destacable es el nivel de detalle que llegamos a conseguir, pero en contra el rango dinámico deja que desear, ya que con relativa facilidad las luces directas o en contra explotan dejando un "manchurrón" blanco en las capturas.
Además, esta cámara también cuenta con modo retrato, pero como comentábamos en los resultados de la principal, el recorte no me ha llegado a convencer, principalmente por ese perfilado que hace con el pelo en las capturas.
Vídeo
Como es habitual en este tipo de smartphones, esperábamos una resolución máxima de 4K a 30fps, pero en este caso nos encontramos con 1080p a 30fps (y 1080p a 120fps para la cámara lenta). Y es en cierto modo extraño al ser el procesador compatible con grabación 4K, aunque Xiaomi de momento no ha "liberado" esta resolución.
Los vídeos que podemos realizar con este Redmi Note 7 tienen algunos peros, lo cual sumado a lo comentado en cuanto a la resolución nos ha dejado con una sensación no del todo satisfactoria. Por un lado, la estabilización cumple si movemos el teléfono mientras grabamos mientras que nosotros permanezcamos estáticos, pero al empezar a andar la vibración aparece rápidamente (por mucha estabilización que tengamos activa).
Hay, además, otros puntos de mejora como la variación brusca en la exposición, los colores pobres o el enfoque errático que no me dejan del todo satisfecho con este apartado. A continuación mostramos un vídeo con varios ejemplos, para que podáis valorarlo vosotros mismos.
Una buena opción si buscas un teléfono económico
Después de estas cuatro semanas, la experiencia con este Redmi Note 7 ha sido bastante buena. Es un teléfono con un acabado correcto que, obviando el "problema" en la terminación de los bordes, llama bastante la atención por esa trasera degradada y por un frontal bastante amplio.
Quizás no es el teléfono más potente del mercado, pero se comporta sorprendentemente bien en prácticamente todas las situaciones. Y esto denota que, a pesar de que MIUI no sea la capa más liviana de las existentes, está bastante bien pulida y optimizada, quedando patente esto en la gestión de la batería.
Siendo éste el primer paso de Redmi como marca, consideramos que es un buen comienzo tratándose además de un teléfono en el rango de los 200 euros. Un smartphone que, aunque queda más ajustado en el apartado de la cámara, está preparado para luchar en el que quizás es el sector más complejo de toda la telefonía.
¿Será bien aceptado por sus futuros compradores? Los siguientes meses lo dirán pero, sin duda, tras la experiencia con él durante estas semanas concluimos que es una opción muy a tener en cuenta si no somos unos sibaritas de la fotografía.
También te recomendamos
Google Pixel 3 XL, análisis tras un mes de uso: da una lección en fotografía, la necesita en diseño
-
La noticia Redmi Note 7, análisis tras un mes de uso: ofrecer más por menos se vuelve muy complicado fue publicada originalmente en Xataka por Daniel Esplá .
Fuente: Xataka
Enlace: Redmi Note 7, análisis tras un mes de uso: ofrecer más por menos se vuelve muy complicado
Comentarios
Publicar un comentario