‘Cristal’ es ‘El padrino’ de los superhéroes, el broche de oro a la saga más humana de lo sobrehumano
Cuando termina 'Cristal' me doy cuenta de que, literalmente, he dejado de respirar. Suelto todo el aire de golpe, como un fuelle, y me quedo con la mirada vidriosa viendo bajar los créditos. Vidriosa como los huesos de Elijah. Frágil y a la vez sobrehumana. Si el arte va realmente de provocar sensaciones que luego sedimentan en pensamientos, entonces 'Cristal' es arte de una pureza absoluta . Su mensaje se esnifa con la mirada y luego cala y cala y cala… Y uno lleva media hora, en silencio, rodeado de gente que mira su móvil en el metro con un solo pensamiento: "¡Despertad!" Me doy cuenta al llegar a casa después de un largo paseo (porque lo necesitaba; me bajé un par de paradas antes) que han pasado dos décadas desde que Neo colgó el teléfono y nos dijo eso mismo: "¡Despertad!" Ese mismo año, que los cinéfilos recordamos como milagroso, un tal M. Night Shyamalan le daba la vuelta a 'Ghost' y al 'Exorcista' por el filtro de Hit