Solo el arseniuro de galio puede intimidar al silicio: así es el semiconductor que está cambiando las reglas del juego
En el reino de los semiconductores, el silicio es el rey . Y lleva siéndolo durante la friolera de casi seis décadas, desde que en los años 60 destronó al germanio y se afianzó como el semiconductor con más potencial y el más utilizado por la industria de la electrónica. Sería exagerado defender que su estatus está siendo amenazado, pero lo cierto es que hay otro semiconductor que, aunque no es en absoluto nuevo, está pujando cada vez más alto y consolidándose como el complemento perfecto del silicio. El arseniuro de galio es un semiconductor peculiar. Incluso, en cierto modo, atrevido. Y es que aunque no forma parte de la estirpe de los semiconductores elementales, entre los que se encuentra, cómo no, el silicio, tiene unas propiedades que lo hacen muy atractivo y lo han colocado en el punto de mira de la industria de la electrónica. Desde hace tiempo los fabricantes de células fotoeléctricas y equipos de telecomunicaciones, entre otros, se ven obligados a compartirlo con las m