Cuando la SNES era tan lenta que sus cartuchos incluían un coprocesador para poder jugarlos decentemente
En 1989 Konami lanzaba 'Gradius III' en recreativas. El juego era tan difícil que acabó retirándolo para suavizarlo un poco, y en 1990 llegaría la versión para la Super Nintendo Entertainment System (SNES) , que había generado una expectación fabulosa por contar con unos gráficos excepcionales para la época que replicaban con notable fidelidad a los de la recreativa. El juego, no obstante, decepcionó: cuando la pantalla tenía cierto número de obstáculos y naves enemigas, la acción se ralentizaba de forma preocupante, pero casi 30 años después alguien encontró la solución: integrar un co-procesador en el cartucho del juego original para acelerar su funcionamiento . Aquel truco no era en realidad nuevo, porque resulta que varios juegos ya integraban ese coprocesador para correr sin problemas en una consola mágica pero cuyo procesador era limitado incluso en la época en la que salió. La SNES iba a ser mucho más potente (y cara) Los primeros diseños de la SNES a nivel hardware