ABIS, el sistema de vigilancia biométrica global creado por el Ejército de EE.UU. y que reúne datos sobre 74 millones de personas
Durante la última década y media, el ejército estadounidense ha estado desarrollando y mejorando un arma secreta que ahora puede desplegar discretamente en cualquier lugar del mundo. Carece, eso sí, de potencia de fuego , pero su papel en muchas de las operaciones militares de EE.UU. es insustituible. Su nombre es ABIS (siglas en inglés de Sistema Biométrico de Información Automatizada) y se trata, fundamentalmente, de una base de datos que contiene millones de imágenes de rostros, iris, huellas dactilares e información genética de 74 millones de personas que han estado en contacto con los efectivos militares destacados en el extranjero, ya sean soldados aliados o sospechosos de terrorismo. Todo empezó en plena ofensiva militar en Iraq y Afganistán en 2004, el jefe del departamento de biometría del Departamento de Defensa de EE.UU., John D. Woodward, escribió en breve informe en el que afirmaba que " en una guerra sin fronteras, uniformes o líneas definidas de batalla, saber