'Black Hammer': el imprescindible cómic de superhéroes atrapados en lo mundano que celebra los más de 80 años de historia del género
En 'Black Hammer', seis antiguos superhéroes viven retirados en una granja junto al típico pueblecito norteamericano. Recuerdan todo aquello que les hizo grandes en Spiral City, pero no saben cómo pudieron acabar en el campo después de derrotar al Anti-Dios, la amenaza cósmica más grande que existe. ¿Conseguirán salir o vivirán para siempre la más aburrida de las existencias?
El género de superhéroes atrae, a día de hoy, gran parte de la conversación sobre cultura popular: un mes después del estreno de '[Aves de presa](https://www.xataka.com/cine-y-tv/aves-presa-jovial-comedia-superheroica-que-situa-a-dc-impredecible-posicion-marvel)', ya tenemos a '[Bloodshot](https://www.xataka.com/cine-y-tv/bloodshot-critica-vin-diesel-valiant-comics-demuestran-ingenio-que-hay-alternativas-a-superheroes-marvel-dc)' encima y los '[Nuevos mutantes](https://www.xataka.com/cine-y-tv/dos-anos-despues-tenemos-nuevo-trailer-the-new-mutants-accidentado-spin-off-x-men-ahora-manos-disney)' calientan, que salen pronto. **Es la época ideal para explorar el género si aún no te has iniciado**. Y puedes hacerlo [con teoría](https://www.caninomag.es/tag/guia-de-iniciacion-a-los-superheroes/), o mediante cómics como ‘Black Hammer’ que, como veremos a continuación, no se limitan a replicar los logros de las grandes editoriales, sino que sirven de comentario a todo lo que se ha ganado y perdido en estos 82 años de andadura.Sin embargo, al igual que los protagonistas de ‘Black Hammer’ deben indagar en su pasado para encontrar la salida a su situación, nosotros tendremos que hacer lo mismo para explicar la misma existencia de este cómic creado por Jeff Lemire y Dean Ormston. Esta odisea, por cierto, viene marcada por algún que otro destripe velado de la obra.
Vida en la granja
Abraham Slam mira el horizonte. Está contento; es el único que lo está. Porque, del bucólico paisaje que les rodea, sólo a él parecen satisfacerle las tareas habituales de una granja. El resto de su “familia” vive alienada allí desde hace una década.
Como Gail, una niña de 10 años que no envejece y con la que mantiene una curiosa relación parecida a la de padre e hija, aunque no lo sean en realidad. Gail es malhablada, está harta de ir al colegio y de esconder sus superpoderes… porque es una viejoven en el sentido literal, una mujer de cincuenta años atrapada en un cuerpo infantil. El mejor amigo de Gail, Barbalien, es grande, rojo y viene de Marte, pero es capaz de hacerse pasar por humano y no tiene muy claro aún qué hacer con su vida.
Y luego están los raros: Talky Walky, una robot que se encarga de las tareas domésticas y tiene que vivir escondida de la gente del pueblo; el Coronel Weird, un aventurero espacial que perdió la chaveta al descubrir la Para-Zona, una dimensión contigua, y que aparece y desaparece en arrebatos de locura y murmullos; Libélula, una mística autoexiliada en una casa de los horrores con innumerables puertas.
Todos rememoran a Black Hammer. Fue el mejor de todos ellos, pero también el que, de forma involuntaria, les descubrió que si salen de cierto área alrededor de la granja o más allá del pueblo aledaño, Rockwood, tendrán un destino horrible.
Este planteamiento de vida insustancial en una granja es un tema que a Jeff Lemire, su guionista, le gusta explorar. No obstante, se crió en una y el cómic que le puso en el punto de mira de las grandes editoriales, ‘Essex County’, está ambientado en ese mismo mundo rural.
‘Black Hammer’ le sirve al guionista no sólo para escribir sobre un escenario y temas (la granja, las relaciones mentor-alumno…) sobre los que le gusta volver, también como homenaje a los superhéroes, con los que creció en los campestres días eternos y que le impulsaron a dedicarse a los cómics.
Un proyecto personal afortunadamente tardío
Como reconoce el propio Jeff Lemire, el proyecto de ‘Black Hammer’ se remonta a 2008. Por entonces piensa en encargarse de guión y dibujo. Dos proyectos para Vértigo (la línea de cómic adulto dentro de DC Comics hasta su disolución en 2019), ’Nadie’ y ‘Sweet Tooth’, le abren las puertas del mainstream y alcanza un sueño personal: escribir sobre los superhéroes de DC y Marvel.
No cabe duda de que esa experiencia, el pasar de lector de cómic de superhéroes a escritor de sus aventuras, le ayuda a pulir y mejorar la idea de ‘Black Hammer’, que se anuncia en 2014 ya con otro dibujante, Dean Ormston. Y cuando todo parece encarrilado… en marzo de 2015, Ormston sufre un derrame cerebral del que tarda un año en recuperarse.
La espera, no obstante, mereció la pena porque al final, el mérito de ‘Black Hammer’ (de la serie principal, pero también de muchos de los diseños que, partiendo de Lemire, Ormston hizo suyos) es de ambos autores.
Siete protagonistas en busca de una explicación
El guionista decide acertadamente que sus protagonistas, lejos de ser creaciones totalmente nuevas, sean pastiches de otros superhéroes conocidos:
- Abraham mezcla al Capitán América de Marvel y Wildcat de DC, y su trayectoria como superhéroe refleja el propio desarrollo del género desde los 40 hasta los 90.
- Gail, cuyo alter ego es Golden Gail, es un trasunto del Capitán Marvel de Whiz Comics, ahora llamado Shazam dentro de DC por cuestiones legales. Tanto es así que su principal villano, Sherlock Frankenstein, es una mezcla zombi entre el Doctor Sivana, archienemigo de Shazam, y Lex Luthor.
- Barbalien es un marciano llamado Mark Marz, que mezcla conceptos del Detective Marciano de DC… ¡con Conan el bárbaro! Uno de los personajes más redondos porque se siente doblemente aislado: primero, por ser alienígena y segundo, porque es homosexual.
- Talky Walky mezcla los robots de las películas de ciencia ficción de los 50 con un poquito de la Visión, de Marvel, y añade la personalidad de los personajes femeninos de superhéroes de los sesenta, al ser parte superheroína, parte encargada de las tareas domésticas.
- Coronel Weird es un pastiche curioso: por un lado, es el aventurero galáctico de DC Adam Strange (que, por cierto, acaba de estrenar este mismo marzo nueva serie), y por el otro tiene partes del Doctor Manhattan de 'Watchmen', en cuanto a que sus poderes le alejan de la humanidad y le hacen mezclar pasado, presente y futuro.
- Libélula, más que del género superheroico, viene de la tradición de los cómics de terror con narrador monstruoso de los años 50 y 70. Como curiosidad, se echa un novio que es como La cosa del pantano, un personaje nacido en ese tipo de cómics terroríficos.
- Black Hammer ya es el acabose, pues tiene un origen parecido al Green Lantern Hal Jordan, pero sus poderes y mitología mezclan al Thor de Marvel con los Nuevos Dioses de DC… y su traje recuerda a Bola de trueno, también de Marvel.
Pero que este remix no te haga pensar que Jeff Lemire pasa de crear algo nuevo. Peor aún, que es uno de esos cínicos, tan habituales a día de hoy, que incluyen la nostalgia no como condimento, sino como ingrediente principal de su historia (¿alguien dijo Star Wars: Episodio IX?).
Lemire, al hacer tan inmediatamente reconocibles los poderes de sus personajes, puede centrarse en su psicología sin incidir en su carrera superheroica: tu cabeza rellena la falta de acción, que esto no es un cómic de superhéroes al uso. Hay más confesiones y declaraciones que peleas, ¡y eso que hay un buen puñado!
Metacómics
Y estos son sólo los protagonistas. A día de hoy, ‘Black Hammer’ se ha expandido mucho más allá de su serie principal, con varios esquejes y especiales que amplían y desarrollan el pasado, presente y futuro de su mundo superheroico. Luego te los repaso.
En su totalidad, ‘Black Hammer’ sirve como un ensayo sobre el género de los superhéroes. Trata de explicar, dentro de su universo, cómo se pasó de una Edad de Oro a una de Plata, la cual degeneró en Bronce y luego se volvió una Edad Sombría. Exactamente como ha pasado con los superhéroes en su historia editorial.
Entronca de esta manera con una forma de concebir el cómic de superhéroes que prefiere dejar a un lado al personaje, sus poderes y aventuras, para hablar del propio género. Y aunque es largo de explicar cómo se llegó a esa mentalidad, podemos resumir en que la deconstrucción de los superhéroes en los 80, y la refundación de la importancia del propio mito durante los 90, dieron lugar a esta corriente a la que Jeff Lemire y Dean Ormston se suben con gracia.
Sin hacer destripes, baste decir que el motivo por el que los protagonistas de ‘Black Hammer’ están en la granja responde a esa revisión “desde fuera” de la batalla entre el bien y el mal que se libra cada mes en los cómics de Marvel y DC (bueno, y algo en Valiant).
Eso no quita que algunas ocurrencias patinen en cuanto a ejecución. La que peor plantea Jeff Lemire se sitúa en la parte central del arco argumental 'Black Hammer: La Edad Sombría'. Se trata de un razonamiento sobre la naturaleza de las ideas y las aventuras superheroicas que homenajea e intenta replicar (sin mucho éxito) lo que hizo Grant Morrison en 'Animal Man'.
Hay una diferencia: la etapa de Morrison es un intento del guionista de comunicarse con el lector y con el héroe titular, algo de lo que se arrepiente y por lo que se disculpa en el último número con ambos, lector y personaje; el esfuerzo de Lemire se lee como un intento de que se reconozca de dónde vienen las ideas y que hay un esfuerzo colectivo, pero sin atreverse a ser ese punto ególatra que fue Morrison en su día.
¿Por dónde empezar y por qué seguir?
En nuestro país, Astiberri ha publicado prácticamente todo el material relacionado con ‘Black Hammer’ a excepción de su cruce con la Liga de la Justicia de DC y de una miniserie ambientada en la Segunda Guerra Mundial. Así mismo, en abril de 2020 empieza en EEUU una nueva miniserie, protagonizada por el Coronel Weird, por lo que este universo sigue expandiéndose.
Para empezar, están los dos tomos titulados ‘Black Hammer’ a secas y ‘Black Hammer: la Edad Sombría’, que recogen la trama principal, con los superhéroes de la granja intentando escapar de su situación. El tomo ‘Calles de Spiral’ merece la pena sólo por la historia de Cthu-Louise y la Enciclopedia del Universo Black Hammer, porque el número especial incluido es bastante mustio. También tiene una historia corta, con arte de David Rubín (colaborador habitual de este universo), más valiosa por el dibujo que por la historia en sí.
De los esquejes de la serie madre, la estelar es ‘Sherlock Frankenstein y la Legión del Mal’ por varios motivos. El primero, que Sherlock es el mejor personaje de todo ‘Black Hammer’. El segundo, que el dibujo, de nuevo de Rubín, es espectacular gráfica y narrativamente, así como el color, del propio Rubín junto a Kike J. Díaz. Es una golosina muy especial porque, pese a no contar lo que prometen sus espectaculares portadas, hila un relato muy interesante.
Le sigue ‘Doctor Star y el reino de los mañanas perdidos’, con dibujo de** Max Fiumara** (dibujante de ‘Blackgas’, una joyita zombi escondida de Warren Ellis). Obvio homenaje del Starman de James Robinson, pues el protagonista se llama Jim Robinson, cuenta el peaje emocional que los superhéroes pagan por sus aventuras. También sirve como metáfora de la propia aventura de escribir: un autor, al enfrascarse en las aventuras que escribe, puede perder de vista su vida familiar. ¿Cómo expiar esa desatención?
En último lugar, aunque sea una historia simplemente decente, se sitúa ‘La era Quantum’, que explora el futuro del universo ‘Black Hammer’ y desvela lo que pasa con algunos de los personajes de la serie madre en el futuro. En la mejor tradición superheroica, además, contradice por completo la idea base de ‘Black Hammer’, así que… ¿hurra?
En definitiva, aunque ‘Black Hammer’ pueda ser un punto de entrada inusual pero satisfactorio a los superhéroes, está claro que se disfruta mucho, mucho más con todo el bagaje que un lector habitual tiene. ¿Estás o no de acuerdo? ¿Alguno de vosotros empezó con los superhéroes gracias a estos exiliados?
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La noticia 'Black Hammer': el imprescindible cómic de superhéroes atrapados en lo mundano que celebra los más de 80 años de historia del género fue publicada originalmente en Xataka por Adrián Álvarez .
Fuente: Xataka
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