Es muy difícil competir en el mercado de los smartwatch, pero la marca española Marea tiene un plan: vender solo en relojerías y joyerías
Los 25 años de historia de la compañía relojera Marea han estado marcados, hasta la fecha, por dos colecciones que colocaron a esta pequeña compañía catalana en el escaparate nacional: la colorida Nineteen y sus Rolex de imitación. Con ambas, explican, superaron las expectativas iniciales y alcanzaron un volumen de venta superior al que esperaban.
Ahora, algunos años después de que esas colecciones saliesen al mercado, el tercer hito de su recorrido parece que lo va a marcar su gama de smartwatches, que en apenas ocho meses de vida ha generado una gran expectación entre los consumidores y ha superado hasta las previsiones de venta más optimistas de la empresa, según señalan a Xataka desde Marea.
“Es algo que nos ha cogido por sorpresa, y aún estamos haciendo nuestras conjeturas para saber por qué ha tenido tanto éxito. En la pasada Navidad, en especial, han funcionado muy bien. Cuando sacamos la primera gama, en septiembre de 2019, lo hicimos para testar el producto, porque no sabíamos cómo iba a funcionar. Nunca imaginamos que lo fuese a hacer tan bien”, explican.
Un fenómeno que resulta especialmente llamativo cuando el usuario se aproxima a sus relojes inteligentes. Porque estos no destacan por nada en especial: sus funciones son parecidas a las de cualquier smartwatch convencional, sus diseños similares a los de la competencia y sus precios, entre 25 y 90 euros, son competitivos pero no están fuera del mercado. Y, por si esto fuera poco, no los venden online directamente.
Esto último, que para casi cualquier empresa sería impensable en un mundo cada vez más digitalizado, podría ser una de las claves de su alto volumen de ventas. Las otras, su servicio posventa y el enfoque en un público de mayor edad.
“Relojes inteligentes hay centenares parecidos a los nuestros, y los puedes encontrar en Amazon, AliExpress o en cualquier Mediamarkt. Por eso nosotros apostamos por el canal de venta en el que tradicionalmente habíamos vendido nuestros relojes analógicos y digitales, las joyerías y las relojerías, que tienen miles de puntos de venta en España y era un sector en el que aún no se habían comercializado este tipo de dispositivos”, explican desde Marea.
Así, la mejor forma de encontrar cualquiera de los modelos de la gama de relojes inteligentes de Marea es acercarse a este tipo de comercios, señalan desde la compañía. Aunque no es la única, ya que, pese a que Marea no venda sus smartwatches en su web ni a través de ninguna gran plataforma de comercio electrónico, algunas de las joyerías y relojerías con las que trabajan sí los tienen a la venta en Amazon o eBay.
A pesar de ello, desde Marea subrayan que su canal de venta principal es el físico, de acuerdo con la información que reciben de sus comerciales. Una forma de llegar al consumidor que, además de salirse de las tendencias de comercio actuales, puede presentar dos inconvenientes más para estos dispositivos digitales: que no suele ser frecuentado por las generaciones más jóvenes, más proclives a hacer sus compras tecnológicas online o en grandes comercios, y que sus vendedores apenas tienen conocimientos técnicos para ayudar al cliente en algo tan básico como vincular el reloj a su móvil.
Por estos motivos, desde Marea explican que decidieron centrarse en una población mayor, “que se está incorporando recientemente al mundo de los smartwatches y sigue siendo cliente de estos comercios”, y crearon un servicio técnico para ayudar tanto a clientes como a relojeros y joyeros ante cualquier duda que pudiesen tener con estos dispositivos.
“Nuestro equipo crea vídeos tutoriales que cualquiera puede ver en nuestra web y, si aún así existen dudas, se pueden consultar las preguntas frecuentes o llamar al servicio técnico. Con este producto pueden pasar muchas cosas que con los relojes analógicos o digitales no pasaban, como que no puedas sincronizarlo con tu móvil por cualquier motivo. Por eso entendimos que, al dirigirnos a un público que no está acostumbrado, en general, a interactuar con estos dispositivos, debíamos ofrecer un servicio telefónico posventa para resolver sus posibles dudas”, señalan desde Marea.
Esta asistencia, explican, es gratuita y lo será durante toda la vida del smartwatch, a diferencia de otros servicios posventa, como la garantía de estos relojes, que es de dos años.
De esta forma, los responsables del fabricante de relojes catalán opinan que el alto volumen de ventas que han experimentado en los ocho meses que su gama smartwatch lleva en el mercado se debe, principalmente, a apostar por un canal que aún no había sido explotado, centrarse en un público que había accedido poco a estos dispositivos y crear un servicio posventa que resuelva todas las dudas de intermediarios y clientes poco acostumbrados a tratar con estos productos.
Diseño español, fabricación china
Por lo demás, las diferencias con otros relojes inteligentes de precios parecidos son mínimas. Marea tiene a la venta 11 modelos Smart con diseños deportivos, juveniles y clásicos, y funciones tales como conteo de pasos, monitorización de la frecuencia cardíaca o notificaciones de aplicaciones móviles, entre otras.
El diseño de estos relojes se lleva a cabo en Barcelona, donde Marea tiene su sede. Allí se perfila tanto el aspecto externo de los dispositivos como el software que llevarán, y después se envía a China, donde los proveedores de la compañía catalana los fabrican.
Según explican, para poder desarrollar su línea de relojes inteligentes han tenido que asociarse con varias empresas tecnológicas, no sólo los fabricantes de China, sino también desarrolladores de Barcelona, puesto que Marea no tenía ningún tipo de experiencia dispositivos móviles.
“Nuestra empresa era experta en relojes, por lo que tuvimos que combinar nuestro conocimiento con el de compañías tecnológicas para poder desarrollar nuestra gama smart. Nosotros hace medio año no sabíamos de tecnología, y ellos no sabían de relojes. Ahora vamos aprendiendo mutuamente”, explican.
La colección que lanzaron al mercado en septiembre de 2019 estaba compuesta por cinco modelos con diseños muy parecidos a los Apple Watch, y al ver que estos productos se vendían bien decidieron crear seis más. En los nuevos dispositivos que incorporaron a su catálogo cambiaron el diseño y crearon relojes inteligentes de apariencia clásica, orientados a los gustos del público al que se dirigían.
“Tenemos un modelo de acero inoxidable que parece un reloj convencional hasta que se enciende la pantalla. Al principio sacamos relojes con apariencia smartwatch porque entendimos que hay clientes que quieren que se vea que llevan un smart. Pero conforme fuimos recibiendo feedback de las joyerías y relojerías nos dimos cuenta de que una parte importante de nuestros consumidores, que son gente mayor, prefería diseños más clásicos aunque fuesen relojes inteligentes”, señalan desde Marea.
Un fabricante de relojes clásico
Marea había sido, hasta septiembre de 2019, una fabricante de relojes analógicos y digitales exclusivamente. Desde su nacimiento en 1995 se habían centrado en la creación de relojes económicos que, según explican, permitiesen a los usuarios tener varios modelos y usarlos más como complementos de moda que con la función práctica que, hasta entonces, habían tenido.
“Los creadores de la empresa vieron que el reloj cada vez tenía una función menos útil, porque todo el mundo empezaba a mirar la hora en su móvil, por lo que decidieron pensar en los modelos que sacásemos como complementos de moda, para lo que es ideal tener varios relojes que combinen con diferentes estilismos. Por eso nos centramos en fabricar modelos a precios asequibles”, señalan desde Marea.
Dentro de esa lógica se enmarcó su colección Nineteen, una gama de relojes con colores vivos y acabados de plástico que fueron muy populares a finales de la primera década de este siglo, y la de los Rolex de imitación. “Antes cada casa tenía un reloj, que era el gran reloj. El éxito de Marea en aquel momento radicó en dar la posibilidad de tener varios modelos”, afirman.
Ahora, con su nueva colección de smartwatches, la empresa catalana ha cambiado. Aunque siguen fabricando modelos analógicos y digitales, la creación de relojes inteligentes los ha llevado a ampliar su plantilla -compuesta por entre 35 y 45 trabajadores-, introducir empleados con conocimientos tecnológicos y abrir una oficina en Hong-Kong, desde donde se mantiene la relación con los proveedores y se organizan los envíos.
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La noticia Es muy difícil competir en el mercado de los smartwatch, pero la marca española Marea tiene un plan: vender solo en relojerías y joyerías fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Rodríguez .
Fuente: Xataka
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