iPad Air (2020), análisis: atrevidamente Pro
Este nuevo iPad Air llega en un momento magnífico para el iPad: ha pasado de ser un dispositivo casi accesorio en nuestra vida digital - prácticamente para consumir contenido y navegar por Internet - a desplazar el punto de gravedad a su favor para crear contenido y convertirse en quizás nuestro principal dispositivo en el día a día dependiendo de nuestras necesidades. Hace siete años (¿¡siete años ya!?) que analicé el primer iPad Air original y lo trataba como un dispositivo que acercaba piezas del puzzle que es el futuro, mientras veíamos como se componía ante nuestros ojos.
El nuevo iPad Air llega en el mejor momento para la gama iPad
Que afortunados somos de vivir en una época tan importante para la evolución de la tecnología, y que maldito vértigo da a veces. Lo que en aquel momento parecía sacado de películas de ciencia-ficción hoy comparte nuestras vidas, y estoy convencido de que productos como el iPad van a coger aún más inercia de la que traen desde aquel sillón donde lo presentó Steve Jobs en 2010.
Cada iPad tiene su propia esencia, pero si tenemos que definir el que ahora mismo tenemos delante, yo lo tengo claro. El iPad Air es aquel campo de juego donde se celebran los partidos amistosos; pero ojo que pueden competir tanto amateurs como profesionales. Es el máximo común divisor de las experiencias de dos mundos que se cruzan: el de los que quieren una tableta para el día a día y el de los que no se conforman con lo básico y quieren características profesionales.
iPad Air, análisis: diseño que empieza por el color
No quiero dejar de destacar que, por primera vez en la historia del iPad, Apple se ha atrevido a salir de los típicos colores de las anteriores generaciones y por fin, tenemos nuevos tonos más allá del plata, gris espacial u oro: el verde y el azul cielo. El modelo cedido para análisis es éste último, un tono de azul muy muy suave que casi puede confundirse en ocasiones con el plata - muy ligero y difuminado en vista bajo la luz.
Este color resalta mucho más al contrastarlo con alguna de las nuevas fundas protectoras de Apple, las Smart Folio. Hay una en concreto, la de color Deep Navy, que queda fabulosa con el azul de este iPad. El color de esta funda es muy parecido al del nuevo Apple Watch Series 6 que analizamos hace unas semanas, y al combinarlos se resaltan entre ellos. Si estáis dudando entre el plata y éste, escoged el azul cielo: apenas notaréis la diferencia en el día a día (no es muy llamativo) pero tiene ese punto diferente que rompe un poco con lo que estamos acostumbrados.
Pasemos al aspecto físico: una de las primeras diferencias que vemos en el iPad Air con respecto al iPad Pro - con el que comparten apariencia - es que aquí sólo disponemos de un tamaño, pantalla de 10,9 pulgadas. En el iPad Pro podemos escoger también un modelo más grande de 12,9 pulgadas, pero en mi opinión sólo deberían escogerlo aquellos que necesiten más espacio en pantalla para su trabajo (ilustradores, aquellos que se muevan por planos enormes, el equipo de producción de La Isla de las Tentaciones para ponerle imágenes a las parejas y que no necesiten acercarse tanto a la pantalla para verlas, etc...)
El iPad Air sólo tiene un tamaño de pantalla de 10,9": perfecto para casi todo el mundo
Para el día a día, incluso a nivel profesional, considero que 10,9" es el tamaño perfecto para prácticamente todo, tanto si diseñáis en 3D, como si jugáis como si soléis leer revistas digitales. Sobre todo para este último, es una delicia utilizar un iPad Air como el que tenemos entre manos: peso de sólo 458g, perfectamente sostenible con una sola mano, similar al de un libro encuadernado en tapa dura de tamaño equivalente.
La pantalla ayuda mucho a esa percepción de calidad y es que contamos con la misma pantalla Liquid Retina del iPad Pro, pero sin la tecnología ProMotion. Con ella, el iPad Pro tiene una frecuencia de refresco de 120Hz en momentos puntuales del uso del sistema operativo, dando lugar a unas transiciones increíblemente suaves y aparentes. Sólo se activa de forma automática cuando se necesita: en películas, transiciones,... todo momento que tenga un movimiento importante utiliza esta característica.
Si hemos usado un Pro, echaremos en falta esa continuidad tan suave de los movimientos y transiciones que nos aportan los 120Hz, pero si no, no notaremos nada: la pantalla sigue siendo magnífica - en muchos momentos sorprendente teniendo en cuenta que no es tecnología OLED - y funciona de forma definida, contrastada y con colores vibrantes sea cual sea la tarea a la que la sometamos. Hay que recordar que sigue siendo una pantalla con laminación integral (la imagen está muy pegada al cristal con el que interactuamos), True Tone, gama cromática cinematográfica P3, película antireflectante... el único punto ligeramente por debajo de la Pro, es que tiene un brillo de 500 nits respecto a los 600 de sus hermanos mayores: aunque sinceramente en mis pruebas no he notado ninguna diferencia apreciable en esto.
Estéticamente ya veis que prácticamente es idéntico, excepto en el módulo de cámaras, al diseño del iPad Pro. Misma construcción milimétrica con los materiales que la marca nos tiene acostumbrados. En el caso de los nuevos colores, como el que nos ocupa, el tacto y el agarre son idénticos a los de la gama alta: no han variado en rugosidad y seguimos teniendo la misma textura lisa del aluminio al que estamos acostumbrados, agradable y seguro al sujetarlo.
Las cámaras son las mismas que en el iPad Pro, pero la delantera ahora mejora la captura en condiciones de baja luminosidad
Hablando de las cámaras, la cámara trasera y principal de 12MP es idéntica a la del iPad Pro (evidentemente sin LiDAR y ultra gran angular), y permite capturar incluso vídeo en 4K. La frontal también es la misma, con sus 7MP que a estas alturas ya deberían haberse puesto al día también subiendo la resolución, aunque contamos con un paso adelante: se mejora la captura en condiciones de baja luminosidad, perfecto para las llamadas de video-conferencia o FaceTime. Todo esto es controlado por el nuevo procesador de imagen digital del chip A14, que permite llevar un poco más allá un hardware existente.
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El Touch ID se refugia (y muy bien) en el iPad Air
Uno de los cambios que más pueden llamar la atención del dispositivo es la sustitución de Face ID por Touch ID, que en este dispositivo (y por primera vez en cualquier producto de la marca) viene integrado en el botón de encendido. Aquí sí que apreciamos diferencia con el mismo botón del iPad Pro, siendo el del Air más largo y más liso, ligeramente más ancho para capturar mejor la huella sin duda. La puesta en funcionamiento del Touch ID es idéntico al que ya conocemos con los iPhone, así como su funcionamiento.
Este nuevo Touch ID es más rápido gracias a la segunda generación del Secure Enclave
En las entrañas del sistema, un cambio importante: la segunda generación del Secure Enclave, el lugar de los productos de Apple donde se almacenan nuestros datos biométricos por dispositivo. En esta nueva versión, la codificación y descodificación de los datos es mucho más rápida, con lo que este Touch ID también lo es. Prácticamente, si no fuera porque lo hemos configurado previamente, no sabríamos si tenemos el iPad Air protegido o no.
¿Cómo es usar Touch ID de nuevo en un iPad? Pues es básicamente la misma experiencia que ya conocéis con los teléfonos, pero salvando las distancias con algo importante: la disposición de este botón. Ahora no está en una posición tan cómoda como la base del dispositivo como ocurría con los iPhone, así que os recomiendo que cuando vinculéis la huella lo hagáis con los dedos de ambas manos. Recordad que podemos coger el dispositivo en vertical o en horizontal y no es tan pequeño como un teléfono para acceder con el dedo fácilmente. Aquí personalmente yo prefiero la experiencia del Face ID, más cómoda en un producto de este tamaño. Sin embargo, Touch ID funciona estupendo también en esta versión y ayuda a que este Air pueda vestir el diseño de todo un Pro.
Pregunta de examen: ¿por qué Apple no ha incorporado este botón con Touch ID con este tecnología mejorada y más ágil, en los nuevos iPhone 12? Bien, recordad que todos los dispositivos que la compañía va a presentar a final de año son pre-pandemia. Estaban diseñados antes de todo el asunto de la COVID-19 y por tanto, ni siquiera se plantearon en una época en la que Face ID ha perdido puntos por el uso mundial de las mascarillas.
Aquí yo veo dos caminos: quizás el año que viene podamos ver a Apple replantearse el uso de Touch ID en los nuevos teléfonos (siempre acompañando al Face ID, no sustituyéndolo) o pueden pisar el acelerador y mejorar Face ID para que sea aún mejor en la detección facial con mascarillas. En cualquier caso, la tecnología la tienen y la han mejorado: Touch ID de momento está refugiado en este Air, pero está más en forma que nunca con la mejora que le han aplicado en esta generación.
Chip A14, los Apple Silicon van en serio
Este nuevo chip creado por Apple es la antesala a lo que conoceremos en la transición de los Mac con Intel a Apple Silicon. Prácticamente se puede considerar el abanderado de la generación, que deja muy claras las intenciones de la compañía: cada salto generacional es escalable a sus necesidades. En el A14 contamos con 16 núcleos (sí, dieciséis) que llevan el aprendizaje automático a un nivel más allá de la escala - cercano al que se utilizan en algunas matrices dedicadas y más profesionales de Machine Learning.
Apple carga el chip A14 con 16 núcleos para Machine Learning en su apuesta por el procesamiento local de los datos de usuario de forma segura
¿Por qué Apple ha apostado por elevar el número de núcleos en su motor de inteligencia artificial? La respuesta es prácticamente el ADN de la compañía: todo el procesamiento de los datos del usuario y sus modelos matemáticos de representación se hacen en el dispositivo, no en servidores fuera de su control. Y eso hace que sea extremadamente rápido también en aprender a cómo lo utilizamos de forma personal: el ML mejorará las fotos, la toma de audio, la representación de imágenes o vídeos teniendo la capacidad de entender qué se quiere representar y mejorando cada parte de la composición que muestra, no la suma de todos ellos, descargando a la GPU o la CPU de ello.
Cuando se combinan todas las posibilidades, y en el día a día, cada juego, aplicación, vídeo o imagen que vemos, utilizamos a creamos se mueve o se ve sin tirones, a su velocidad perfecta y con la sensación de que aún le sobra potencia. Para el análisis probé juegazos como el Oceanhorn 2 o el nuevo Samurai Jack de Apple Arcade y el iPad Air me dejó muy claro que podía con eso y con mucho más.
La edición de vídeos con LumaFusion o con iMovie en 4K es perfectamente posible en este iPad Air equipado con el A14, sobre todo ahora que es compatible con el Apple Pencil de segunda generación y con el Magic Keyboard. Ambos accesorios son los mismos que se usan en el iPad Pro, por lo que comparten prácticamente todos sus accesorios. El Apple Pencil se mueve ágil y en perfecta sincronía con el recorrido que hacemos por el cristal con un tiempo de respuesta muy corto que realmente da la sensación de que estamos escribiendo en papel real.
El apoyo del Magic Keyboard aquí hace que el iPad Air salga reforzado al compararlo respecto al iPad normal, ya que aquí queda patente su lado más cercano sin duda al Pro que a la gama de entrada. El accesorio de última generación con el que Apple nos sorprendía en marzo ayuda a quienes decidimos utilizarlo sobre todo para escribir (siempre he dicho que este teclado es de los mejores que he probado), como dispositivo de productividad para ofimática en las diversas suites disponibles o simplemente, como interfaz más cómoda para desplazarnos por las aplicaciones con el trackpad.
Una de las dudas más comunes respecto a este Air, es su posición a nivel de potencia respecto al Pro. Y ojo porque los nombres pueden confundirnos o incluso evaluar incorrectamente tanto al A14 como al A12Z del iPad Pro. A la pregunta sobre cuál de los dos dispositivos es más potente, la respuesta corta es el iPad Pro con el chip A12Z supera al A14 de este iPad Air. La explicación es sencilla: veamos una prueba sintética de Geekbench Pro en el iPad Air con el A14.
Antes de continuar con la comparación, quiero destacar el rendimiento mononúcleo: 1588 puntos. Es el mayor valor que he obtenido en cualquier prueba que he hecho a cualquier producto Apple hasta ahora, incluyendo el MacBook Pro de 16". ¿Y cómo es posible que este rendimiento del A14 quede por detrás en el contador general respecto al A12Z? Por la cantidad de núcleos que incorpora. El A12Z tiene 8 núcleos de CPU y el A14 - en este iPad Air - "sólo" tiene 6. Aquí, aun teniendo en cuenta que el factor multiplicador no tiene por qué ser lineal, evidentemente el A12Z en potencia "bruta" le supera (y por eso este modelo se escogió para los iPad Pro). Recordemos los valores del iPad Pro que vimos en mi análisis de marzo:
También tenemos que tener en cuenta que el A14 que tenemos en este iPad Air (y en los nuevos iPhone 12) es la primera iteración de esta generación, por lo que es probable que en el futuro veamos como una mejora del procesador de este iPad Air en nuevos dispositivos, con más núcleos. Para el dispositivo que hoy analizamos, no necesita más ya que tiene potencia de sobra.
Una de las ventajas de cada generación de procesadores Apple es la eficiencia energética, que se encargan de mantener a raya el equilibrio "prestaciones / potencia / consumo energético". Este A14 incorpora núcleos destinados a la eficiencia y además está fabricado en 5nmm, un paso de gigante ya que con esta tecnología se aumenta la velocidad reduciendo consumo. Para la compañía, es importante que cada nuevo producto mantenga el estándar de consumo desde hace años, que es unas 10 horas de uso típico.
Durante estos días he hecho algunas pruebas para revisar un uso variado del dispositivo y su tiempo de vida entre ciclos de carga, y así comprobar estas 10 horas de consumo teórico. En todos ellos he logrado muy buenos resultados acercándolo al alcance que nos ofrece la marca, navegando por Internet, viendo series en streaming durante casi 3 horas, TV online, etc...
Por supuesto este consumo siempre depende de cómo usemos el iPad Air, qué aplicaciones utilicemos, el grado de brillo de pantalla, conectividad activa... Para mis pruebas, el brillo de la pantalla estaba en torno al 60%, con toda la conectividad activada (WiFi, Bluetooth, etc...) y compartiendo el sonido tanto por AirPods como por los altavoces stereo que incorpora.
Precisamente en el punto del sonido es donde notamos mayor distancia con el iPad Pro: el Air monta 2 de los 4 que se utilizan en el Pro para ofrecer una de las mejores calidades de sonido de cualquier dispositivo de Apple. El iPad Air sigue ofreciendo un buen sonido con los dos altavoces stereo (uno a cada lado, en horizontal), potente, marcado y con matices, de buena calidad tanto para consumir contenido como para crearlos - pero no llega a la excelencia del modelo Pro.
Sobre la carga de este iPad Air, con la caja viene incluido un cargador de 20W: este modelo admite carga rápida y puede utilizar incluso los cargadores USB-C de 45W de los MacBook sin ningún problema. Considero un factor importante el porcentaje de batería que alcanza un dispositivo en la primera hora de carga, así que lo medí en este Air: en 60 minutos, pasamos del 0% al 50% si utilizamos un cargador de 20W como el incluido en el paquete. Si usamos otro mayor, podemos mejorar estos números aunque en ningún caso se duplicarán. Son buenos números para emergencias sabiendo que podemos tenerlo cargado a mitad si nos olvidamos de hacerlo durante el día.
Atrevidamente Pro
En el resto de características también tenemos buenas noticias: USB-C para conectar dispositivos como cámaras, monitores, discos duros externos o el soporte para Wi-Fi 6 que será muy importante en el futuro. Recordad que esta nueva norma no nos habla solo de mejora en la velocidad respecto a lo que ya existía antes, sino que mejora la gestión de redes muy congestionadas como las que podemos tener en casa hoy en día evitando saturaciones en el router o entre dispositivos.
Apple ha sabido calcular muy bien la situación de este iPad Air dentro de la gama: a cierta distancia entre el iPad y el iPad Pro, aunque más próximo a éste último. En mi opinión, por 649€ del modelo de entrada y con 64GB es el mejor iPad para recomendar a quien necesite algo más de lo que ofrecen los modelos de entrada pero no quieran llegar al extremo del Pro: es un producto muy bien equilibrado en cuanto a ingredientes de ambos lados, y muy bien potenciado en los puntos necesarios (como el Touch ID, o la mejora en la cámara FaceTime HD en baja luminosidad).
Si os atrevéis a dar el salto y contar con el diseño del Pro y una selección de las mejores de sus funciones, el nuevo iPad Air es vuestra mejor opción. Apple sin duda se ha atrevido en su idea y plantea con él una alineación en la familia iPad completa y con muchísimas posibilidades - apoyado en iPadOS 14 que afianza y trae muy buenas ideas a la gama.
Para que conozcáis mejor el nuevo iPad Air, os hemos preparado un directo en nuestro canal de YouTube para enseñároslo, esta misma tarde a las 19:00 hora española peninsular. Veremos el vídeo del unboxing, pruebas de fotos y vídeos, repasaremos todos los puntos de este análisis y responderemos vuestras dudas en directo. ¡Os esperamos!
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La noticia iPad Air (2020), análisis: atrevidamente Pro fue publicada originalmente en Applesfera por Pedro Aznar .
Fuente: Applesfera
Enlace: iPad Air (2020), análisis: atrevidamente Pro
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