AirPods Max, análisis: contundentes en todos los sentidos
En 2021 llegaremos a los 20 años que nos separan ya de la presentación del iPod original, uno de los mayores experimentos y éxito rotundo de Apple que hizo posible mucho de lo que vino después. En ese momento de la compañía, presentar algo que no fuera un ordenador era tan raro, que la invitación a prensa para la keynote de aquel 23 de Octubre de 2001 tuvo que anticiparse para conseguir gestionar las expectativas ("Pista: no es un Mac").
El sonido es una parte tan importante de la compañía que el primer Macintosh ya habló recién salido de aquella mítica bolsa en 1984. El iPod supuso la puesta de largo de varias de las intenciones que hoy definen a Apple, como son la movilidad y el interés por algo que todos amamos en algún momento de nuestras vidas: la música. Este pequeño dispositivo no sólo consiguió iterar durante varias generaciones, también incluso eclipsó a los propios Macs en una época donde la innovación eran los dispositivos que se alejaban del escritorio - con muchas más posibilidades.
AirPods Max, un concepto que viene de lejos
El iPhone fue el paso definitivo a la computación de bolsillo, pasamos de llevar nuestra música a la calle a tener nuestra vida digital completa en el dispositivo. Esta visión también indicó que el mundo estaba cambiando, y gracias a ello, la compañía empezó a abrir caminos diferentes. Dos de ellos fueron clave para la historia de los AirPods Max que hoy tenemos entre manos: el primero, el factor de miniaturización que se aprendía generación a generación con el iPhone o el iPad, y el segundo, la construcción de sus propios chips especializados para llevar más allá el producto.
El iPod HiFi fue la primera incursión de Apple en el mundo de los altavoces, cuyo sucesor natural fue el HomePod
Apple A1121. Este fue el nombre de un producto que quería buscar su propia fama dentro de la gama iPod, como un accesorio adicional. Más conocido como iPod Hi-Fi, se trataba de un altavoz de 7,6 kg de peso en cuya parte superior contaba con un dock al que anclar el iPod. La nota de prensa sigue en la web de Apple España: "El primer accesorio para iPod que aporta auténtico sonido con calidad de alta fidelidad al iPod" decía el mismísimo Steve Jobs de él. La calidad de sonido fue muy elogiada en la época. Al igual que su diseño, podría pasar por ser perfectamente un producto actual y seguía las líneas minimalistas de Ive - aún a pesar de "errores" como el contar con pilas tradicionales para cargar el iPod. Su precio fue de 359€, muy cercado a los 329€ que cuesta hoy en día su claro sucesor natural, el HomePod.
Como casi todo todo en esta compañía, aquel acercamiento a la fabricación de un sistema de sonido les enseñó mucho, tanto en fabricación de sistemas de sonido como en posibilidades inalámbricas - que en 2006 aún no estaban tan extendidas como hoy en día. Los iPhone desde 2007, la fabricación de chips de la familia AX desde 2010 y todo el feedback de ambos mundos pintaron un escenario a la compañía para la construcción de una nueva gama de productos musicales. Y comenzaron por los EarPods, convertidos en icono desde los anuncios de iTunes hasta la aparición de los primeros AirPods - curiosamente a finales de 2016, justo 10 años después de la aparición del iPod Hi-Fi original.
La llegada de los AirPods fue fruto de años mejorando la miniaturizaron de dispositivos con el iPhone y el iPad
Apple estos últimos años ha estado mejorando en portabilidad, en chips que ofrecen mejoras computacionales sobre soluciones tradicionales, iterando en cada una de las generaciones y ofreciendo posibilidades que permitieron la llegada de los AirPods Pro después - donde dejamos de pensar que llevar un auricular inalámbrico el la oreja era cosa de ciencia ficción, como vimos en la maravillosa Her (2013), de Spike Jonze. En 2014, con la compra de Beats por parte de Apple, la compañía se aseguraba sumar su experiencia musical acumulada a la que por aquel entonces tenía una de las marcas más reconocidas del sector. La puesta de largo de Apple en auriculares de diadema más allá de los propios de Beats era cuestión de tiempo: lo que en aquel entonces era un rumor basado en conjeturas, se fue a amplificando sobre todo después de la aparición de los AirPods Pro o el HomePod: Apple había aprendido mucho de música y era el siguiente paso lógico.
Diseñados en el corazón de Cupertino
Del diseño de los AirPods Max podríamos hablar largo y tendido, pero en mi opinión es algo que define a la marca: aprende de sus productos, de las ideas que funcionaron, y de las que no. En el caso de los Max vuelven a conseguir un diseño icónico que se aleja de las tradicionales construcciones hi-tech plagadas de luces o controles de otras marcas, y eso se ve desde el primer unboxing. La propuesta de Apple es un diseño basado en el mismo material con el que fabrica sus ordenadores, aluminio, se aleja radicalmente del plástico o similares y simplifica la diadema hasta el mínimo. Comencemos por ella.
La estructura que compone la diadema es de acero inoxidable, se siente completamente robusta y resistente, sin ninguna sensación de fragilidad pero construida con el objetivo de que sea cómoda. Para ello, no cuenta con la típica espuma acolchada, sino con un material suave similar a la silicona que recubre toda la estructura. Este recubrimiento es rígido, pero apenas entra en contacto con nuestra cabeza, ya que esa parte lo hace la malla que rellena su parte interior. Se trata de un material trenzado, muy transpirable, que se adapta perfectamente al contorno de nuestra cabeza ya que cuenta con un buen grado de maleabilidad.
Este trenzado es bastante flexible y podemos incluso con un dedo empujarlo, notando como se adapta al contorno y luego vuelve a su posición original. Está sujeto a la diadema incrustado de una forma muy discreta en la parte inferior de los dos brazos superiores, y no es extraíble. En un primer contacto da la sensación de ser más frágil que las tradicionales diademas con espuma, pero después de dos semanas utilizándolo debo decir que no se ha deformado ni un milímetro ni presenta ningún tipo de desgaste. Parece un material resistente y de alta calidad, y aunque yo lo alejaría de cualquier objeto punzante que pueda perforar la malla, no creo que presente ningún problema si se utiliza sobre pinzas para el pelo u horquillas de forma accidental.
Si bajamos por la estructura de acero inoxidable, llegamos a los brazos telescópicos, fabricados con altísima calidad. No necesitan de eslabones que tengamos que forzar (ni hacer "clic") sobre nuestra cabeza, ya que el desplazamiento por toda su longitud se hace fácilmente con las manos y se queda fijo simplemente soltándolo. Durante estos días, otra de las pruebas que hice fue mover mucho esta amplitud telescópica en diferentes posiciones y marqué donde quedaban los brazos: después de ponerlos y quitarlos muchas veces de la cabeza, no se movieron de su posición original. Esto ocurre en toda la longitud de ambos brazos, ya que la presión de la estructura de acero de la diadema contra el brazo es igual de fuerte en toda su extensión y no se atenúa con el uso en ningún momento.
Una de mis partes favoritas del diseño sin duda es cómo se sujetan estos brazos telescópicos a los auriculares, cuya caja está fabricada en el mismo aluminio adonizado que se utiliza en los Mac. La articulación consta de una pequeña "rótula" esférica también de acero inoxidable que permite rotar cada auricular unos 135 grados en el eje paralelo a la oreja. También tiene cierto ángulo con retorno a la posición inicial si apartamos el auricular desde la parte de abajo, para favorecer la puesta y separación de la cabeza. Esto en la práctica alivia la presión en la cabeza ya que no se fuerza la diadema, con lo que el arco superior no nos presiona cuando queremos quitárnoslos. Los AirPods Max además al no tener espuma en la parte superior hacen que este gesto sea particularmente cómodo.
Muchos ven en ellos cierto diseño "retro", al seguir un lenguaje visual con ausencia de ángulos y perfiles redondeados, sobre todo en la parte del auricular. Este minimalismo y la combinación con el aluminio hace que nos venga a la cabeza cierta estética retro-futurista, que como he comentado antes está bastante alejada de la mayoría de los modelos del mercado, como los XM4 de Sony, los modelos Pro de Plantronics o los Senheiser Momentum. En estética retro pueden parecer del estilo de los H9i de Bang & Olufsen (muy por encima), aunque en materiales y calidad de construcción considero los Max mucho mejores. El lenguaje visual es muy Apple en este aspecto: extremadamente minimalista y diferencial, llamativo sin estridencias allá donde los veáis.
Interacción y comodidad
Cada auricular monta un sensor óptico, de posición, de detección de funda y un acelerómetro. En el caso del auricular izquierdo, se añade un giroscopio que se utilizará para detectar la posición de la cabeza y su movimiento. Estos sensores son importantes ya que los H1 de cada lado pueden procesar el sonido teniendo en cuenta este movimiento (en caso de escuchas con Audio Espacial) junto con el sensor de posición y el acelerómetro. Los sensores ópticos detectan la proximidad de la cabeza para iniciar o detener la reproducción de sonido y el sensor de funda actúa como un botón de encendido o apagado automático al utilizar la Smart Case incluida.
La interacción con los auriculares se hace con dos viejos conocidos del ecosistema: la corona digital y un botón, ambos muy similares (pero de mayor tamaño) que los que tenemos en el Apple Watch. Durante meses se rumoreó una posible interfaz táctil directamente sobre la superficie del auricular, pero la solución actual de los Max funciona realmente bien al interactuar con ellos. Están bien situados en la parte superior del auricular derecho, lo que evitará roces con la ropa accidentales y son fácilmente accesibles. Una vez que te acostumbras a usarlos un par de veces, el contacto con ellos es muy natural.
Usándolos durante estas semanas, se me ocurre que quizás no hubiera sido mala idea complementar estos controles con el uso del giroscopio/acelerómetro para poder hacer uso de los "combos" de reproducción de música "tocando" directamente sobre la superficie de la caja de los auriculares. La gran superficie de ellos haría extremadamente cómodo estas interacciones, aunque habría que solucionar problemas como los movimientos accidentales de la cabeza. Quizás una futura actualización de software pueda añadirlos: mientras tanto, la comodidad de la corona digital para volumen y combos, y el botón para activar entre los modos de sonido, funciona perfecto y es muy cómodo en el día a día. Mención especial a la corona digital de gran tamaño que aquí tiene mucho más recorrido y suavidad que en el Apple Watch (obvio) y puede ser fácilmente controlada con un dedo, sin necesidad de "pellizcarla" para moverla.
Los AirPods Max son del tipo de auriculares circumaurales o "over-ear", es decir las almohadillas rodean y recogen la oreja por fuera, no sobre ella. Este tipo de auriculares suelen ser bastante más voluminosos que los on-ear, en el caso de los Max y su diseño minimalista, no quedan exagerados ni abultan mucho. El peso es algo superior a la media de su competencia, unos 100 gramos más, pero en cabeza no se notan en absoluto debido a la redistribución del peso que consigue su diseño y a la comodidad de la diadema.
Las almohadillas tienen mucho protagonismo porque en mi opinión son una parte importante de la comodidad del conjunto. La espuma de relleno es un material viscoelástico diseñado específicamente por Apple para que sean muy cómodas pero para que también aislen acústicamente y contengan mejor el sonido. Todo ello está envuelto en una malla tejida en un tamaño diminuto que otorga cierta flexibilidad y suavidad en contacto con las orejas. Se pueden separar magnéticamente del auricular ya que su material es lavable, sin necesidad de ninguna herramienta adicional, una característica que ya es muy de la casa. La sujeción magnética es tremendamente fuerte, por lo que es prácticamente imposible que se caigan del cuerpo principal (y lo he intentado, forzando movimientos sin llevarlos puestos).
La espuma viscoelástica tiene algo de memoria del último uso a la hora de volver a utilizarla, con lo que el aislamiento en este sentido es francamente bueno todas las veces que os pongáis los Max. También es cómodo para quienes, como yo, lleváis gafas de forma habitual u ocasional: la espuma recoge muy bien las patillas y sigue manteniendo el aislamiento acústico. Además, no las empuja ni presiona contra la cabeza, por lo que es cómodo utilizarlos aún de este modo durante horas.
Como todo ello, puedo decir que son los auriculares más cómodos que he utilizado nunca. Son fáciles de poner, la presión presenta un equilibrio perfecto entre diadema y auriculares y además ambas parte son muy transpirables (las orejas no sudan ni se calientan en exceso, no molesta nada en este sentido). A pesar de que sobre el papel pesan algo más que auriculares similares, aún utilizándolo más de 12 horas seguidas al día, llega un momento en el que básicamente te olvidas de que lo llevas puestos.
Pruebas de batería y Smart Case
Los AirPods Max no están diseñados para ser utilizados en modo pasivo, es decir, sin batería y conectados mediante cable a una fuente de sonido. Su idea principal es el uso del audio computacional comandado por los dos H1 que equipa para mejorar la descodificación del sonido y mejorarlo para que nos llegue a nosotros de la mejor forma posible. Esto soluciona en cierta medida como veremos más adelante la compresión de la música que se recibe vía Bluetooth 5.0 y consigue un sonido espectacular para un dispositivo de estas características, que analizaremos posteriormente al detalle.
Por ello, en términos de batería (20 horas por carga, que cuadran con mis pruebas), debe estar cargada o no podremos utilizarlos de ninguna forma. Esto ha sido resuelto por Apple con un sistema de carga rápida que hace que 5 minutos de carga nos permitan usarlo una hora y media de forma continuada (en mis pruebas he llegado incluso a superar esta métrica), lo que elimina el problema de encontrárnoslos sin batería y no poder utilizarlos cuando los necesitemos. He hecho también otra de las pruebas típicas son todos los dispositivos analizados, que consiste en ver que nivel de carga se alcanza en 1 hora utilizando el cargador oficial de 20W USB-C (que por cierto, no está incluido en la caja). El resultado es bastante bueno:
- Cargador oficial Apple 20W, durante 5 minutos = Pasa del 1% al 5%, incremento de +4% (hora y media de uso aproximado posterior)
- Cargador oficial Apple 20W, durante 60 minutos = Pasa del 1% al 77%, incremento de +76%. La carga completa del dispositivo tarda aproximadamente una hora y media.
Estos son los números de carga fáciles. Sin embargo, los AirPods Max no tienen un botón de "apagado" tradicional: cuando no los usamos y los dejamos encima de la mesa sin más, se ponen en un modo de bajo consumo. Este modo no drena la batería como con el uso, pero tampoco están completamente apagados. Para medir esta pérdida de carga en este modo de espera, los dejé durante aproximadamente 8 horas sobre el escritorio:
Como veis en las imágenes, se pasa de una carga del 11% al 8%, por lo que en algo menos de 8 horas gastamos un 3% de batería en modo reposo. Es un buen número y no tendremos que temer por encontrarnos la batería de los Max al día siguiente, aunque no podamos "apagarlos del todo" manualmente. Aunque realmente, sí que podemos: utilizando la Smart Case incluida. Consiste en un una funda silueteada con la forma de los altavoces que tiene una solapa magnética superior para evitar que se salgan.
Esta Smart Case, además de contener los AirPods Max, tiene como objetivo ponerlos en modo de ultrabajo consumo nada más introducirlos. Realmente, lo que hace la funda es apagarlos por completo: para demostrarlo, hice la misma prueba de descarga, dejando los AirPods Max con la Smart Case toda la noche encima del escritorio. El objetivo era medir la diferencia de carga después de 8 horas para evaluar este modo de consumo "ultra bajo". Literalmente, no hay consumo:
Los dejé con 90% de batería y casi 8 horas después, al sacarlos de la Smart Case, seguían teniendo la misma carga. Se puede pensar que si los dejamos durante días o incluso semanas vayan perdiendo carga de forma natural, pero ello se debe a la física de las baterías actuales y no por que estén en ningún modo de reposo o similar. Por tanto, si no vais a utilizarlos durante un buen período de tiempo, es mejor que los metáis en la Smart Case.
Como funda funciona muy justa: sólo cubre los auriculares, dejando al descubierto la Corona Digital y el botón de modos de sonido por arriba, y el conector Lightning con su led por abajo (para que podemos cargarla mientras están guardados en ella). Más que una funda, se puede considerar una "cubierta" para los auriculares, fabricada en un material similar a las carcasas de silicona de los iPhone pero algo más rígida, con un interior suave para evitar arañazos. Para guardarlos, hay que poner ambos de forma plana, no se pueden plegar sobre si mismos como por ejemplo los XM4 de Sony para reducir la envergadura del conjunto. Eso sí, al transportarlos dentro de una mochila o una funda, son cómodos porque quedan un formato bastante plano.
Dicho esto, como funda hay que buscar otras opciones. Se podría esperar que unos auriculares de esta calidad y precio trajeran una funda en formato estuche como ya se ven en otros modelos del mercado, que realmente los protegieran mientras no los usamos o incluso una bolsa con interior aterciopelado (como ocurre con los modelos Pro de Plantronics, como mínimo) para tenerlos al menos protegidos del polvo. En mi opinión, Apple debería haber añadido un botón de apagado (o quizás un combo entre los botones que ya tiene) y desacoplar esta funcionalidad de la Smart Case, que debería haber sido mucho más funcional y segura para el dispositivo y el usuario.
Audio computacional a otro nivel
Como ya he mencionado anteriormente, estos AirPods Max están pensados para ser unos auriculares inalámbricos potenciados por el ecosistema de Apple. Esto significa que los chips H1 son los encargados de transformar el sonido (uno en cada auricular para controlar cada lado de forma independiente, pero gestionados en conjunto). Cada uno de estos chips tienen 10 núcleos y son capaces de ejecutar mil millones (sí, lo he escrito bien) de operaciones por segundo, lo que no equivale a correcciones por segundo: Las operaciones en bruto son los cálculos necesarios para transformar el sonido que llega al auricular, y en base a estos cálculos, cada H1 hace alrededor de 200 correcciones por segundo.
Cuando hablo de ecosistema, no me refiero sólo a poder conectarlos al iPhone, o al iPad utilizando la configuración por proximidad, el modo Hand-off que lleva el sonido entre dispositivos o similar... me refiero a que estos auriculares se han diseñado para corregir y mejorar el sonido que nos llega comprimido por Bluetooth 5.0 y están especialmente pensados para decodificar Apple Music (que codifica en AAC a 256 Kb/s) con un sonido mejorado y potenciado, especialmente orientado a la estructura acústica de los AirPods Max. Y el resultado, realmente sorprende en calidad, consistencia y energía de sonido, como veremos en al análisis del sonido.
Se puede evitar la compresión inalámbrica si utilizamos cable, que Apple debería haber incluido en la caja sin ningún género de dudas. No sólo porque pueda ofrecer más calidad que la tecnología Bluetooth, sino porque es útil para conectarlo a dispositivos domésticos, como por ejemplo consolas de videojuegos o televisiones sin capacidades inalámbricas. El cable Lightning - USB-C sólo sirve para cargar los Max, no se puede utilizar para conectarlo por cable al Mac por ejemplo. Si queremos conectarlos por cable, debemos adquirir por separado un cable Lightning a jack 3.5mm que debe ser bidireccional de forma obligatoria. Ojo con esto porque un cable con certificación MFi (Made For iPhone) no tiene por qué necesariamente serlo. Yo he probado con uno MFi de la marca UGREEN y no funciona, así que de momento - mientras terceras marcas sacan alguna alternativa - sólo tenemos el oficial de Apple que es perfectamente compatible.
Al conectar por ejemplo los AirPods Max al mando de la PS5, inmediatamente detecta la nueva entrada y se desconecta de cualquier fuente inalámbrica que tengamos enlazada en uso. Se puede utilizar la corona digital y la cancelación de sonido exactamente de la misma forma que lo hacemos cuando escuchamos música de forma tradicional. Si lo conectamos al puerto de auriculares del Mac, de la misma forma desconecta la vinculación inalámbrica y se activa el puerto de auriculares:
En todas las pruebas de sonido de estas semanas, he utilizado tanto Apple Music como TIDAL para escuchar música. En éste último sobre todo me interesaba comprobar cómo se escuchaban las versiones con calidad Master de las canciones que hay disponibles en la plataforma de audio streaming, que típicamente alcanzan los 96 kHz y 24 bits de resolución en la suscripción HiFi que compré para probar. Para ello hice una escucha ciega de todos los temas que menciono en la parte de análisis disponible en Masters, y su versión para Apple Music.
Para la prueba, probé ambas plataformas con los AirPods Max conectada por cable al MacBook Air y también utilizándolos mediante conexión inalámbrica. Me temo que mis oídos no están tan bien entrenados como para diferenciar claramente ambos formatos, ya que no logré un pleno de aciertos entre una plataforma y otra. Quizás mi sensación más destacable fue un sonido algo más "bruto" en los Masters de TIDAL. En Apple Music llega algo más procesado al oído, sólo que muy bien procesado, enérgico y contundente. En cualquier caso, en ambos casos, la calidad de sonido es excelente como veremos en el análisis.
La cancelación de sonido mejora con respecto a los AirPods Pro debido a la mayor emergadura y aislamiento. Además los AirPods Max cuentan con micrófonos internos que también analizan lo que estamos escuchando para separarlos del patrón de sonido exterior. Mis impresiones después de usarlos durante dos semanas es que tienen una cancelación con menor ruido blanco que por ejemplo los XM4, más pura en cuanto a sonido como tal. Una parte importante es que el sonido que escuchemos no sufre una degradación importante al entrar en este modo: aunque la sensación sonora no será la misma, aún con la cancelación de sonido tendremos una experiencia excelente. Aquí se nota de nuevo el empuje de los H1 y el diseño acústico de los Max, que están más cerca de la tecnología de los HomePod que de la de los AirPods.
AirPods Max, análisis del sonido
Como sabéis, cada uno de nosotros percibe el sonido de distintas formas. Más allá de los matices y de cómo tengamos entrenado el oído, está el factor personal y emocional. La música no es sólo parte de nuestra vida, son también momentos y sensaciones que percibimos cuando la escuchamos y re-escuchamos. Para describiros cómo es el sonido de estos AirPods Max y que podamos después sacar conclusiones, he utilizado esta lista de diez temas musicales de referencia del experto en sonido de Xataka, Juan Carlos López. Son diez temazos que recorren algunas de las facetas sonoras más importantes que debemos revisar en un análisis musical. Hagamos un repaso por todas ellas y su comportamiento en los AirPods Max, explicando cada prueba:
- Eagles - Hotel California (2013 Remaster): La banda de Glenn Frey y su country rock nos ayudará a revisar la tímbrica y la resolución. El timbre es lo que nos permite identificar a los instrumentos y ese carácter tonal se define claramente desde los primeros acordes de guitarra al comenzar la mezcla con el bajo. Es una canción fantástica para diferenciar cada uno de los instrumentos que se superponen, en cuyo desarrollo escuchamos como cada instrumento tiene su cuerpo propio, extremadamente detallado y totalmente identificables de principio a fin, empastándose perfectamente unos con otros pero con la voz de Frey sumando calidez para dar una buena escena con cuerpo, profundidad y fidelidad tímbrica.
- Dire Straits - So Far Away: Otra banda clásica de rock británico, liderada por el gran Mark Knopfler. En esta popular canción, repasamos el sonido que ofrecen los transductores de los auriculares: la dinámica con los AirPods Max entre volúmenes grandes y pequeños en amplificación presenta un contraste nada plano, que suma a una buena calidad de timbre y transparencia. Canciones como éstas enfatizan con esta dinámica el vigor, la separación de instrumentos y sus matices. En mi opinión, no corresponde con un sonido neutro, más bien un bajo muy potenciado en medios/bajos con agudos que afilan cada detalle sin romper la sonoridad. Un sonido muy llamativo, divertido y nada monótono. Esto nos da pistas de la signatura de la respuesta de frecuencia de los AirPods Max, que con esta canción nos empujan a pensar en signaturas U o V.
- Santa Esmeralda - Don't let me be misunderstood: Es imposible escuchar este canción y no lanzarse a bailar, o como mínimo, mover la cabeza. Fue parte de la banda sonora de las Kill Bill de Tarantino, y es perfecta para - como en el caso anterior - buscar la dinámica de la amplificación y la rotundidad del sonido sin caer en la monotonía durante el desarrollo. Con los AirPods Max, cada detalle, cada cambio de volumen y cada matiz del instrumento y la voz se plantan claramente dentro de la escena sonora. Es una canción perfecta para re-descrubir en estos auriculares cuyo sonido no es nada monótono ni aburrido y se maneja muy bien con estos cambios de volumen. No presenta saturación ni posibles sibilancias en los vocales, ni siquiera a máximo volumen.
- Bob Marley - Is this love: Si la música de Bob Marley no nos traslada a las playas de Jamaica, nadie lo hará. En esta canción buscamos ver si los auriculares presentan una escena musical con anchura, profundidad y altura, colocando correctamente la voz y los intrumentos en este espacio tridimensional. Los auriculares cerrados como es el caso de los Max suelen tener menos espacio de escena que los abiertos, pero aún así con esta canción escuchamos las distintas percusiones distribuidas a nuestros lados, la voz de Marley bien situada, con una buena amplitud de campo pero sin alejarse de la escucha y arropada por el resto de instrumentos. Un claro ejemplo de sonido espacioso y bien distribuido.
- Rebecca Pidgeon - Spanish Harlem: Una de los matices que más me sorprendió de esta versión de la cantante y actriz angloestounidense es el uso de la profundidad de la escena en los Max para situar, a mitad de la canción, una percusión que se nos queda flotando en el medio/superior cuando el desarrollo de la canción se completa con más profundidad e instrumentos. Aporta, como hemos visto en el caso anterior, una buena tridimensionalidad al sonido. También de nuevo verificamos la tímbrica que nos permite identificar cada ingrediente de la música y notamos una excelente transparencia de sonido: detallado y claro, con muy buena precisión al restituir estas frecuencias medias y sin distorsión o ruido audible.
- Hugh Masekela - Stimela: Toca probar graves, y esta canción es una de las más apropiadas para ver como los AirPods Max los entregan. Comenzando por la voz de Masakela, rotunda y potente, envuelta por todos los enérgicos matices sonoros de los graves que se escuchan bien diferenciados y contundentes sin emborronar el conjunto de la canción. El sonido destaca todos los matices de los vocales, pero también del sintetizador de fondo, percusión, batería... Una gran escena donde el sonido nos llena alrededor, nos aísla en los solos vocales, nos acoge de nuevo al progresar del desarrollo con calidad y detalle, sin ningún tipo de distorsión. Sin duda, el proceso de los dos H1 de los AirPods Max está haciendo mucha "magia" aquí: la dinámica es tremenda y hace incluso descubramos al público en bajadas al fondo con detalle como una parte más de la canción.
- Tsuyoshi Yamamoto Trio - I left my heart in San Francisco: Es imposible hablar de música sin hablar de Jazz. Para esta prueba, contamos con una de las piezas más famosas del pianista y compositor japonés Yamamoto Tsuyoshi. Aquí de nuevo espectacular tímbrica que casi nos permite sentir cada uno de los instrumentos, en particular el piano con su calidez y una transparencia de sonido excepcionalmente detallada y precisa. Casi nos trasladamos a una de aquellas mesas de un club de Jazz del sur de Estados Unidos. Aquí la amplitud de la escena se hace patente mostrando un espacio sonoro más abierto, lo que ayuda a la sensación de estar escuchando el directo, en directo pero apreciando cada matiz de las notas.
- Vivaldi - Flute Concerto in D: utilizamos una de las composiciones más populares del genio del barroco, donde revisamos de nuevo la tímbrica de los distintos intrumentos (viento, cuerda,..) cada uno de ellos está absolutamente bien diferenciado y la calidad del sonido les da un protagonismo detallado y absolutamente definido. Importante también para revisar si se introduce ruido de fondo, en el caso de los AirPods Max es nulo: la música es clara y fantásticamente perfilada en cada instrumento, sin que escuchemos ningún elemento fuera de la composición introducido por ningún defecto artificial.
- Carl Orff - Carmina Burana (por la London Symphony Orchestra): Sin duda una de las canciones más espectaculares que he escuchado en los AirPods Max y un claro ejemplo de cómo mueve el sonido con una gran masa orquestal. Aquí los auriculares de Apple son absolutamente espectaculares: nos van montando la escena por capas, donde cada instrumento de cada una de ellas es perfectamente discernible en la canción. Esta estratificación llega al culmen en la parte final de la canción donde a pesar de estar envueltos de instrumentos a volumen muy alto, somos capaces de percibirlos muy detallados. Corrobora lo que hemos venido comentando en anteriores canciones sobre la amplitud de la escena sonora, que lleva el sonido a nuestro alrededor con potencia y clara contundencia.
- Symphony No. 40 in G Minor, K. 550: II. Andante con moto: Para acabar, uno de aquellos cortes que nos van a servir para terminar de corroborar los dos puntos claves del sonido: la tímbrica y la dinámica. La tímbrica es importante en cuanto que describe un sonido detallado, describiendo sonoramente a la perfección cada aspecto del sonido, algo que parece que los AirPods Max son capaces de conseguir de forma sobresaliente. Sin embargo, la dinámica es aún más importante: nos rompe la monotonía auditiva y nos lleva arriba y abajo conforme la canción se desarrolla en sus diferentes matices, consiguiendo una música viva, potentísima sin ningún tipo de distorsión y detallada al extremo en volúmenes más cortos.
La conclusión después de este paseo musical es que con los AirPods Max, Apple ha conseguido alcanzar una excelencia en el sonido con una ingeniería que ha aprendido mucho más de la tecnología de los HomePods que la de los AirPods. El sonido es absolutamente detallado, se aprecia una tímbrica excepcional, diferenciando perfectamente lo que define y diferencia a cada uno de los instrumentos que escuchamos. Además, es capaz de repartir el sonido en un amplísimo escenario sonoro a nuestro alrededor que no hace perder ningún detalle a la música.
Más allá de la calidad de sonido después de estas escuchas, mención especial a la excepcional reducción de distorsión que tiene a cero en cualquier tipo de escenario musical: no he conseguido, en ninguna de mis pruebas, ningún tipo de distorsión. La sensación musical con estos auriculares al llevarlos al límite para buscar la distorsión es que incluso aún tendrían más recorrido antes de llegar a romper. Esto consigue un sonido contundente en cualquier volumen, con mucho cuerpo y seguro en calidad que escapa de sibilancias o distorsiones.
La dinámica que estos auriculares desarrollan nos permiten disfrutar mucho en canciones con subidas y bajadas, donde no sólo sentiremos estos contrastes, también escucharemos los detalles de cada composición perfectamente perfilada en cada uno de los extremos. Es divertidísimo escuchar música de esta forma, ya que te descubre nuevos matices incluso en canciones que llevamos escuchando mucho tiempo, consiguiendo romper cualquier posible monotonía sonora y que siempre quieras escuchar más. Todo ello contribuye a una total ausencia de fatiga acústica, propiciada como es el caso por una casi nula tasa de distorsión que permite disfrutar de sesiones prolongadas de escucha sin adolecer de molestias de ningún tipo, basados sin ninguna duda no sólo por los tres pilares en los que se basa el concepto del producto: calidad sonora, diseño y ecosistema.
Contundencia a todos los niveles
Los AirPods Max han sorprendido por su calidad de sonido, sobre todo teniendo en cuenta que es la primera aproximación de la marca a auriculares de este tipo. Páginas audiófilas de referencia como Whathifi han calificado el nuevo producto de Apple con 5 estrellas en todos sus aspectos, y esto significa que es brillante en los términos que maneja: calidad sonora sin duda, pero también un diseño de calidad y un ecosistema que no sólo sirve para acompañar el producto sino también para mejorar la interacción con él, como la descodificación de Apple Music utilizando los H1 y las posibilidades acústicas de los Max.
No es un producto para todos o fácil de recomendar, como puede ocurrir con los AirPods "normales": los Max están diseñados para ser excelentes no sólo en sonido, también en diseño, construcción y posibilidades y ese precio es interesante sobre todo para quienes viven en el ecosistema Apple. Quienes se conformen con buen sonido sin más buscando modelos más ajustados en precio, o profesionales que necesiten equipos de alta gama para conectar a amplificadores de estudio o similares, quedan fuera del usuario medio del producto en mi opinión.
Para quienes disfrutamos del sonido y queremos llevarlo un poco más allá dentro del ecosistema Apple (aunque no limitado a él), los AirPods Max se perfilan como un dispositivo rotundo para disfrutar ya no sólo de la música, también por ejemplo de las películas con Audio Espacial que mejora y mucho la experiencia que habíamos probado en los AirPods Pro. Ahora, la tridimensionalidad está mucho más conseguida y ver películas con el iPad donde las escenas literalmente nos rodean, es absolutamente espectacular. En definitiva, Apple ha sido contundente: en precio, desde luego, pero también buscando esa contundencia en la calidad de los aspectos principales en los que se basa esta nueva apuesta sonora de la compañía.
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La noticia AirPods Max, análisis: contundentes en todos los sentidos fue publicada originalmente en Applesfera por Pedro Aznar .
Fuente: Applesfera
Enlace: AirPods Max, análisis: contundentes en todos los sentidos
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