Tras el desastre con AstraZeneca, la gran esperanza del plan de vacunación español se llama Johnson & Johnson: esto es lo que sabemos
Los problemas de AstraZeneca van mucho más allá de una simple batalla de declaraciones políticas. Los retrasos de la vacuna de Oxford están obligando a todos los países de Europa a replantear (en algunos casos, con mucha profundidad) sus planes de vacunación. Sin embargo, el objetivo continental de llegar al 70% de la población en verano se mantiene.
A día de hoy no está muy claro cómo se conseguirá, pero de lo que no hay duda es que en la consecución de ese objetivo tendrá mucho que ver una vacuna en concreto: la de Johnson & Johnson. Un inyectable fácil de almacenar, que necesita una sola dosis y que, si logra demostrar su eficacia, podría cambiar la evolución de la pandemia rápidamente.
La noticia es que el gigante farmacéutico norteamericano acaba de pedir a la FDA que autorice su vacuna para "uso de emergencia" En Estados Unidos. Y ese movimiento, como ocurrió con las vacunas de Pfizer-BioNTech o Moderna, es la antesala de la aprobación en la Unión Europea. ¿Qué sabemos de la vacuna de J&J y cómo nos afecta?
¿Cómo funciona esta vacuna?
La vacuna de Johnson & Johnson (también conocida como "de Jansen" por la filial belga de la compañía que la está desarrollando) surge de una colaboración con el Beth Israel Deaconess Medical Center de Boston. Los investigadores de este centro, llevan más de una década trabajando con el 'adenovirus 26' (Ad26) para desarrollar vacunas. La más conocida hasta ahora ha sido la del ébola, pero también han trabajado en vacunas contra el VIH o el Zika.
La idea de fondo de la mayoría de vacunas que estamos viendo llegar al mercado es similar: exponer de forma segura al sistema inmunitario a la proteína S (o "de pico") del SARS-CoV-2, la proteína que usa el coronavirus para entrar en las células del cuerpo. Mientras que las vacunas de Pfizer y Moderna usan ARN mensajero para que la maquinaria molecular de nuestras propias células la produzcan, otras vacunas como la de J&J o la de Oxford "disfrazan" otro virus distinto (e inocuo) para que tenga esa proteína en su superficie.
Un adenovirus, para ser precisos. Los adenovirus son virus muy conocidos que se utilizan desde hace años para terapias génicas y desarrollar vacunas. Lo que hicieron los investigadores del BIDMC es agregar el gen de la proteína en cuestión al Ad26, un virus modificado que puede entrar en las células, pero no puede replicarse en ellas ni causar ningún tipo de síntomas o enfermedades.
La principal ventaja frente a las vacunas de ARNm es que las que se basan en adenovirus son más estables y resistentes. Por su propia naturaleza, el ARN mensajero es algo que tiende a desaparecer pronto y, aunque tenemos técnicas para encapsularlo y conservarlo, no puede compararse con la resistencia de un virus protegido por sus propias capas de proteínas. El principal problema es que lo que ganamos en robustez, lo perdemos en precisión.
¿Cuál es su eficacia?
A finales de enero, Johnson & Johnson presentó los resultados de la Fase III de su ensayo clínico de 45.000 participantes. Según estos datos, la vacuna mostró una eficacia del 72% en los Estados Unidos, el 66% en América Latina y el 57% en Sudáfrica. Según explicó la compañía, los resultados más bajos en América Latina y Sudáfrica (especialmente en esta última) probablemente se debían a las nuevas variantes del virus.
No obstante, esos datos se referían fundamentalmente a contagios. Si miramos cómo protege la vacuna de casos graves, la eficacia era del 85% en todas las regiones. Los resultados son bastante interesantes para una vacuna de estas características (y la hace especialmente interesante para vacunar al grueso de la población). Además, desde finales de noviembre, la compañía tiene en marcha un ensayo clínico para comprobar si con dos dosis las cifras mejoran.
En las próximas semanas, a medida que se vayan publicando las revisiones de la FDA, la EMA y el resto de agencias nacionales conoceremos más detalles sobre su funcionamiento.
¿Qué importancia tiene para nosotros?
El 8 de octubre la Unión Europea llegó a un acuerdo con la farmacéutica por 200 millones de dosis. Eso significa que España dispondrá de 20 millones de vacunas: las suficientes para vacunar casi a la mitad de la población.
Además, el hecho de no refrigeración espeical y necesitar una única dosis, hace que la logística se simplifique muchísimo. Es decir, lo esperable es que, una vez que empiece a llegar a los centros de salud, el ritmo de vacunación se dispare. Es, hoy por hoy y tras los problemas con AstraZeneca, la gran esperanza española (y europea) para alcanzar el 70% de vacunaciones en verano.
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La noticia Tras el desastre con AstraZeneca, la gran esperanza del plan de vacunación español se llama Johnson & Johnson: esto es lo que sabemos fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .
Fuente: Xataka
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