He vuelto a jugar al PC Fútbol 5.0 casi 25 años después: la nostalgia de un adelantado a su tiempo
Uno de mis regalos de navidades de cuando era niño fue mi primer videojuego de fútbol, el PC Fútbol 5.0. Mi familia lo compró en el quiosco del barrio y yo casi lloré al abrirlo: al fin podría hacer algo más con el ordenador de casa que jugar al Buscaminas. Lo instalé mientras devoraba un paquete de Tosta-Rica y descubrí que aquel juego era algo mucho más serio de lo que parecía. Yo tenía asumido que los videojuegos eran cosa de niños como yo, pero lo que me encontré era algo que parecía pensado para adultos, no para mí. Y aun así, me encantó y lo disfruté durante años.
Casi veinticinco años después, he vuelto a sentarme frente al PC Fútbol 5.0 para reencontrarme con aquel juego que me hizo entender que los videojuegos no eran cosa de niños, un legado aún mayor que el que pudieron darme las horas jugadas marcando goles increíbles con Mendieta.
Doble pivote y balones a Vlaovic
El menú inicial del PC Fútbol 5.0, cuya imagen encabeza este artículo, es una magdalena de Proust. Fue abrirlo y retrotraerme a los apoteósicos años noventa. Comencé una 'Liga Manager' eligiendo directamente al Valencia, aunque podría haber optado por una 'Liga Promanager' y empezar humildemente en equipos de 2ºB intentando ascender en mi carrera. Demasiado desafío.
El juego ofrece cuatro opciones en función de lo compleja que queramos hacer la experiencia, yo opté por el control total, que incluye renovaciones de contratos, gestión financiera y alineaciones y tácticas controladas a mano.
El siguiente paso es elegir los amistosos y el partido de presentación que queremos jugar durante el mes de agosto, pudiendo elegir rivales de entre cualquier equipo de 1ª, 2ª y 2ªB, así como varios equipos extranjeros -en ligas foráneas normalmente solo había una pequeña selección, no todos sus clubes-. Me decanté por equipos de la 1ª división española de aquella liga 1996-1997, centrándome en aquellos que ya han desaparecido o que han tenido una menor presencia en Primera en los lustros posteriores.
Ver estadios icónicos en los noventa, como el Multiusos de San Lázaro (hoy 'Estadio Municipal Verónica Boquete'), Las Gaunas o el viejo Carlos Tartiere, ya derribado, en una interfaz tan profesional como la que ofrecía este juego, es otro viaje a una época que ya no volverá. Con la temporada ya en marcha, el juego avisa de que nuestro vitriólico central Iván Campo tiene una conmoción cerebral y no podrá jugar en dos semanas. Empieza el desfile de detalles.
Es hora de escoger una alineación para el primer partido, frente al Logroñés. Aparecen las estadísticas de cada jugador, que si pueden parecer básicas frente a los FIFA o PES actuales, demostraban un nivel de detalle inusual en los juegos de la época. Alguien se molestó en puntuar decenas de miles de atributos de los miles de jugadores que tenía este título para hacer la experiencia lo más realista posible en un contexto tecnológico y de recursos muy distinto al actual.
Antes de iniciar el partido podíamos elegir algunos parámetros gráficos para que la calidad fuese la mejor posible ajustándola a las posibilidades de nuestro ordenador. Ahí va una comparativa entre lo que permitían ambos extremos, desde lo más básico hasta el mayor nivel de detalle.
La imagen inferior, bastante detallada para estar hablando de 1996, puede parecer quizás demasiado buena para la época. La previsualización en estático no se terminaba de corresponder con la calidad a la hora de jugar un partido, donde la cantidad de polígonos era la que era y los detalles eran los que se podían ofrecer (y bastante era).
Un par de imágenes de un partido.
En algunos momentos concretos del partido se hacía patente que la cantidad de píxeles que componían a cada jugador se podían contar con los dedos de las manos. Por ejemplo, en los saques de puerta, con Zubi en primer plano. Así y todo, ofrecer esa perspectiva del campo, con todos los jugadores dispuestos y el detalle del balón (exactamente el que se usaba en aquella liga, logo de Nike incluido) dan buena cuenta del cuidado de Dinamic por hacer un buen producto incluso en las minucias.
No obstante, si por algo trascendió el juego y seguimos hablando de él casi un cuarto de siglo después no fue por su simulador, sino por su modo manager. Ahí es donde el PC Fútbol 5.0 destilaba calidad y sorprendía con permanentes detalles que hacían sentirse no solo como un jugador y un entrenador, sino como un presidente de un club de fútbol. De los de los noventa, puro en mano y dando declaraciones incendiarias domingo sí domingo también.
Por ejemplo, viendo el desglose de gastos e ingresos del club en función de la semana o del mes para ver qué tal evoluciona nuestro balance.
O con mensajes sobre la renovación de contrato automática por la cláusula de partidos jugados de nuestro veloz lateral izquierdo.
O la notificación de que nuestro próximo partido iba a ser retransmitido, y por tanto, cobraríamos los 75 millones de pesetas correspondientes.
Además, cada club tenía un objetivo específico en función de su presupuesto y de los resultados de las temporadas anteriores. En nuestro caso, optábamos a la UEFA (actual Europa League) a la que accedían los clasificados entre la tercera y la sexta plaza, salvo que uno de ellos fuese ganador de la Copa, en cuyo caso pasaba a jugar la Recopa de Europa y su plaza UEFA la ocupaba el séptimo, como así ocurrió aquel año con el Betis, finalista de Copa frente al Barça, segundo clasificado.
A nivel táctico, el PC Fútbol 5.0 también fue un adelantado a su época. Permitía asignar marcajes individuales o modificar la altura de las líneas de presión, tanto defensivas como de mediocampo.
PC Fútbol 5.0 era un juego que podía ser tan fácil o tan complejo como el usuario demandase, y quizás esa fuera la razón de su éxito y su trascendencia muchos años después. Encajaba en el niño que era yo en la 1996-1997, pero también encaja en mi treintena. Algo nada fácil, y menos en 1996.
Plaza para la UEFA y una base de datos descomunal
La liga continuó con bastante realismo: partidos relativamente asequibles que se iban superando por lo general, y partidos imposibles de ganar, como los que nos enfrentaban contra el intratable Madrid de Capello o el Barça de Ronaldo Nazario. Atención a detalles como el porcentaje de asistencia (hasta 1997, y por el cambio de normativa europea, el Bernabéu tenía capacidad para más de 100.000 espectadores) o el de las vallas publicitarias vendidas para ese partido.
La clasificación también fue bastante realista, y aunque la última captura que hice fue de la jornada 23 (la temporada termina de forma abrupta pasando a la pretemporada siguiente, sin dejar ver la tabla final), no hubo grandes desviaciones frente a lo esperado aquel año, más allá de algún caso puntual.
La devoción por esta saga y por este título, elevado a obra de culto, quizás también se sustente en la presencia de elementos que invocan a la nostalgia, como jugar contra el Sevilla con Monchi de portero. En esa época, antes de coronarse como el rey del Big Data aplicado al fútbol, era satirizado en televisión pese a tener un papel secundario en su club. La dulce venganza del nerd y todos los recuerdos que nos trae ver su nombre impreso en pantalla, como si el tiempo se hubiera detenido en 1996 dentro de nuestra pantalla.
La vista de las estadísticas del equipo también permitía tomar decisiones para los jugadores muy especializados. Por ejemplo, relegar a los que tenían peores porcentajes de acierto en el pase para los partidos decisivos o descubrir con datos puros, no impresiones, a los delanteros que tenían menos acierto de cara a portería, al menos para encajar el balón entre los tres palos.
PC Fútbol 5.0 podía ser tan sencillo o complejo como el usuario quisiera, quizás por eso conquistó tanto a niños como a adultos
Que el programa vaya recogiendo toda esta información en segundo plano y almacenándola para luego ofrecérsela al manager es otra muestra de hasta qué punto llegaba la obsesión por los pormenores del juego, disfrutaba únicamente por los más entusiastas del fútbol.
Así se explica que Quique Sánchez Flores, exentrenador de equipos como el Getafe, el Espanyol, el Atlético o el Valencia, confesase en su momento pasar horas viendo jugar los partidos. Viendo jugar a un algoritmo.
El final de la temporada muestra también los mejores jugadores de cada equipo (también proclamados al final de cada mes) o los ganadores de distintas competiciones. El Borussia ganó la Champions, el Celtic logró la UEFA y el Atlético conquistó la Copa del Rey, de la que nos apeó un meritorio Sporting de Gijón en cuartos.
La Liga fue para un Madrid que dominó de principio a fin. El drama del descenso lo sufrieron Logroñés, Hércules y Extremadura, tres equipos en lugar de los cuatro que finalmente descendieron aquel año por la corrección administrativa que provocó aquella liga anómala de 22 equipos.
Más allá de la carrera como manager y de la enorme base de datos que manejaba, este título tenía una cantidad descomunal de información, desde las clasificaciones históricas de varias competiciones hasta las fichas de jugadores de 2ªB pasando por anecdotarios de futbolistas y entrenadores. Hoy en día quizás algo así, con todos los datos disponibles en mil rincones de la red, suene simple. Hace casi veinticinco años, el esfuerzo de recolección de datos tuvo que ser titánico.
Legado
Como decía al principio, el mejor legado de PC Fútbol 5.0 no solo fue el de un juego que debió acumular millones de horas de entretenimiento, sino haber contribuido como pocos a que los videojuegos dejasen de ser vistos como algo reservado a los niños. Por supuesto que había espacio en ellos para los adultos.
Han pasado casi 25 años y seguimos hablando de este juego
Su impacto es tal que hoy, casi veinticinco años después, seguimos hablando de él, de su impacto, de su tremenda calidad. PC Fútbol 5.0 fue más que un videojuego, y con un simple ajuste de resolución y de gráficos, sin pensar en ninguna locura, bien podría pasar como un juego de fútbol para móviles y tablets totalmente actual. Así de adelantados a su tiempo fueron en Dinamic.
Tantos años después, sigue habiendo una notable comunidad de entusiastas de esta saga que siguen jugándolo, siguen editando su base de datos para hacerla actual y siguen compartiéndola para que otros puedan jugarla también. Así marcó PC Fútbol.
Jugar de nuevo en 2020 implica mucha nostalgia -incluida la dosis de tristeza por los que estaban entonces y ya no están-, muchos recuerdos, mucho regreso a la inocencia. Hasta sirve como recordatorio de que tenemos que aprovechar nuestros días: muchos de los entrenadores que comandan los equipos de aquel año ya murieron. Hasta murió el enorme Michael Robinson, que dio su imagen a un videojuego cuando lo razonable entonces para un tiburón de la comunicación como él tal vez hubiese sido enfocarse en cosas más serias.
Por mi parte, siempre estaré agradecido a toda la gente que hizo posible este título y que me permitió tantas horas de diversión aun siendo un niño, como si se hubiesen esforzado en que incluso yo, que apenas me daba la mano para abarcar todo el ratón, pudiese pasarlo bien pese a ni entender las finanzas que se me presentaban. ¿Acaso el precio de las patatas fritas se decide? Y que hoy, cinco lustros después, me han hecho volver a aquellos días gracias a un título atemporal y eterno. A cuando tenía seis años y mi sueño era ser parte de los muñecos de aquella pantalla.
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La noticia He vuelto a jugar al PC Fútbol 5.0 casi 25 años después: la nostalgia de un adelantado a su tiempo fue publicada originalmente en Xataka por Javier Lacort .
Fuente: Xataka
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