Con la cancelación de 'Jupiter's Legacy' Netflix confirma que no tiene claro cómo montar su propio MCU: así lo ha intentado durante años
'Jupiter's Legacy' ha sido pseudo-cancelada por Netflix. O cancelada, a efectos prácticos, ya que los actores quedan libres de compromisos contractuales, pero Millar ya anda vendiendo que en realidad estamos ante una serie antológica y que la segunda temporada se centrará en los villanos, algo que posiblemente no lleguemos a ver. Una situación que no tiene demasiado de sorprendente.
Dejando aparte que la serie no ofrecía nada que no estuviera haciendo más y mejor Disney+ con su explotación del MCU, es un clavo más en el ya enorme ataúd de series de superhéroes de la plataforma de streaming. Netflix ha intentado, prácticamente desde el principio del éxito de las películas Marvel, montar su propia cosmogonía superheroica, y nunca ha tenido éxito. Estas son algunas de las razones.
Marvel según Netflix
En 2015 Netflix estrenó la primera temporada de 'Daredevil', coincidiendo con el final de la Fase 2 del MCU en cines, un fenómeno ya completamente consolidado aunque aún con capacidad para crecer. Para hacernos a la idea: acababa de llegar 'La era de Ultrón', una de las películas más irregulares de Marvel, y aún quedaba por aterrizar en la franquicia la apisonadora de los hermanos Russo, que regurgitaría con una estética y tono común toda la larga Fase 3, orientada ya abiertamente a la épica cósmica con Thanos como gran villano global.
Han pasado seis años, pero parece una eternidad: Marvel estaba dispuesta a licenciar sus propiedades a otras compañías, y Netflix estaba en ese momento en plena expansión internacional, con inversiones cada vez más potentes en contenido propio. En 2016, por ejemplo, gastó 5.000 millones de dólares en su propio contenido. Las series Marvel eran parte de esa inversión, y su apuesta era la de darles un tono más urbano y "maduro" que el que tenían las películas.
El resultado de aquella ambiciosa apuesta, para muchos no superada por la propia Netflix, fueron un puñado de series basadas vagamente en los héroes que componían el sello Marvel Knights: 'Daredevil', 'Jessica Jones', 'Luke Cage', 'Iron Fist' y 'The Punisher', más una serie conjunta, 'Los Defensores'. La última en ser cancelada fue 'The Punisher' en 2019 y ninguna pasó de las tres temporadas.
De entre ellas, algunas consiguieron un notable éxito de público y crítica, y otras no tanto. En cualquier caso, el experimento se frustró cuando Disney decidió producir sus propias series de superhéroes para Disney+. Aún así, y aunque solo se puede conjeturar qué habría pasado si Netflix hubiera renovado las licencias Marvel, lo cierto es que no se puede considerar un fracaso de la plataforma, sino una mezcla de mala suerte y poca visión de un futuro inmediato en el que Disney, obviamente, querría explotar sus propiedades sin el concurso de terceros. Netflix tuvo que buscar en otros sitios.
Películas de superhéroes: fuera de órbita
Recientemente, y ya con el MCU completamente implantado en las tendencias más influyentes de la narrativa audiovisual moderna, Netflix ha intentado que cuajen sus propias películas de superhéroes. Ninguna de ellas se ha saldado con un triunfo comparable al cine Marvel, y en algún caso, de hecho, ha quedado muy por debajo. Hablamos de la muy floja 'Proyecto Power', un fallido intento de desatar un universo superheroico propio y cuyo único valor es unas entonadas y algo antipáticas interpretaciones de Jamie Foxx y Joseph Gordon-Levitt.
Más lucida quedó 'La vieja guardia', una interesante historia de inmortales atormentados por la envergadura de sus poderes y que hilaba algo mejor la épica superheroica, posiblemente porque se basaba en un cómic independiente de Greg Rucka. La apropiadísima Charlize Theron le daba el apropiado toque dramático a una historia de superhéroes de baja intensidad que encajaba con las limitaciones a las que puede aspirar una producción Netflix. Con todo, no alcanzó la repercusión buscada.
A alguna producción menor más (la paródica y muy divertida 'Patrulla Trueno', que en cualquier caso no busca competir con Marvel y DC en sus mismos términos) se suman, por supuesto, la búsqueda de películas de terceros que han engordado el catálogo de la plataforma con ficciones superheroicas, y variando según países. Recientemente, por ejemplo, Netflix y Sony llegaron a un acuerdo para que -entre otras- las películas de Spider-Man estuvieran en la plataforma, pero son acuerdos por tiempo limitado. Netflix necesita sus propias franquicias.
Series de superhéroes: entre el intimismo y el mainstream
Netflix ha experimentado, más allá de sus series con origen en personajes Marvel, con distintas aproximaciones al género. Una de las más curiosas, por lo que tiene de intimista, es 'Cómo criar a un superhéroe', que pasó algo desapercibida pese a unificar drama infantil y códigos superpoderosos. La segunda temporada se estrenará próximamente.
En una onda que busca la aceptación del público más acostumbrado a las películas de Marvel están 'Jupiter's Legacy' y 'Umbrella Academy', ambas basadas en comics previos de Mark Millar y Gerard Way. Aunque van bien sobradas de espectacularidad y colorido, y sintonizan con el mainstream superheroico más hábilmente que las películas de género que ha producido Netflix, tampoco han terminado del todo de encontrar su hueco. El ritmo apagado y la estética poco inspirada de la primera y la excentricidad de la segunda (que, sin embargo, está lejos de disparates mucho más redondos como la 'Doom Patrol' de Warner) no han terminado de dar pie a esa serie abanderada de superhéroes que busca Netflix.
También en este terreno Netflix ha licenciado series ajenas, pero su disponibilidad variable según territorios y, sobre todo, lo pasajero de las licencias impiden que Netflix las convierta en "Originales de Netflix". Por ejemplo, en España 'Titanes' es una serie Netflix, y en Estados Unidos The CW está en la plataforma, mientras que a España solo llegan algunas de las series DC del canal.
¿Por qué han fallado todas?
Una crítica recurrente a 'El vecino', la parodia superheroica española basada en un cómic de éxito, ha sido que Netflix la ha cancelado justo cuando empezaba a encontrar un ritmo y una identidad propios y diferenciadores. Es posible que ese sea uno de los grandes motivos por los que a Netflix le cuesta encontrar una serie de superhéroes apropiada: su escasa paciencia a la hora de dejar que las series tomen carrerilla.
En el caso de las series de Marvel coincidió con decisiones empresariales sobre las que Netflix no podía influir, pero incluso allí series como 'The Punisher' o 'Los Defensores' eran claramente productos en busca de una identidad, y con el suficiente talento implicado como para acabar encontrándola. La necesidad de Netflix de rentabilizar rápido sus producciones más caras acaba jugando en su contra, salvo en éxitos inmediatos como 'The Witcher'.
Ya que Netflix tiene a Marvel como claro referente, de los comics originales podría aprender un detalle: la construcción de una mitología compleja y rentable lleva años de entrecruzar historias, equivocarse e insistir. Los multiversos no se construyen solos, pero en una sola temporada, menos todavía.
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La noticia Con la cancelación de 'Jupiter's Legacy' Netflix confirma que no tiene claro cómo montar su propio MCU: así lo ha intentado durante años fue publicada originalmente en Xataka por John Tones .
Fuente: Xataka
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