Windows se ha dejado 20 puntos de cuota de mercado en una década: Windows 11 debe ser su gran reinicio
En el año 2009 los smartphones todavía no habían terminado de estallar como hicieron poco después y los relojes inteligentes solo eran un futurismo más, así que los reyes de la tecnología y la electrónica de consumo todavía eran los ordenadores en general y los portátiles en particular, que ya se habían abaratado mucho al mismo tiempo que habían mejorado la experiencia que podían ofrecer. Gloria efímera.
En ese contexto, Windows reinaba como sistema operativo de escritorio con una cuota de mercado de más del 95%. La informática era cosa de Microsoft, con macOS (entonces Mac OS X) y Linux limitándose a las migas que dejaba el primero. Entonces llegaron los años diez, y con ellos, el auge del smartphone, la era post-PC (que nunca significó que fuésemos a quemar nuestros ordenadores, sino simplemente a usarlos mucho menos en favor de otros dispositivos) y el cambio de reglas del juego.
Ya no es que Windows sea menos relevante por no haber sabido subirse al carro del smartphone, el principal dispositivo de acceso a Internet de la humanidad-casi-entera, es que su cuota de mercado ha caído en más de veinte puntos desde 2009 hasta 2021, según los datos de StatCounter. El mercado de ordenadores sigue siendo muy mayoritariamente un mercado de Windows, pero macOS, Linux y ChromeOS le han ido arrebatando cada vez más protagonismo.
Además, la división de negocio de Microsoft donde se ubica Windows (junto a la gama Surface, el conjunto de Xbox o los ingresos por Bing) es la única de las tres que va a la baja. Mucho mejor están las de software empresarial (Office, Dynamics) y la de nube (Azure, SQL, Windows Server...).
Pero sobre todo, Windows no ha sabido romper con su legado. En 2012 quiso empezar a hacerlo con Windows 8, que no dejaba de ser la inclusión de una interfaz táctil sobre un muy aceptado Windows 7... sin llegar a cambiar nada. Cuando la apuesta se deja en manos del usuario, es difícil que estos acepten los cambios bruscos. La clásica frase de Henry Ford, "si le hubiera preguntado a las personas qué querían, me hubieran dicho que caballos más rápidos". Poca gente abraza interfaces rompedoras, pero cuando no queda otra, se acaban asumiendo.
Windows ha hecho varios intentos en los últimos años para trascender a su legado: ninguno ha tenido recorrido. 11 es la nueva oportunidad.
Con Windows 10 hemos visto cómo la historia se repetía en estos seis años. El mejor ejemplo fue Windows 10 S lanzado junto al Surface Laptop, otra apuesta a medias que no duró ni un año.
Una suerte similar corrió Windows 10X, una idea tan ambiciosa como futurista, con dobles pantallas y vuelta a un enfoque en dispositivos móviles, que también se acabó cancelando antes de su primer año de vida.
Han pasado casi nueve años desde la llegada de Windows 8m y aunque el sistema operativo de Microsoft ha avanzado en muchísimos aspectos, han sido casi nueve años sin que se diese una ruptura con el pasado, con interfaces tradicionales, con demasiadas incoherencias visuales a lo largo del sistema, con visiones enquistadas en el escritorio, que permita avanzar hacia lo próximo mediante interfaces simplificadas. Y cuando ha habido un amago, ha sido interrumpido antes de que le diese tiempo a nada.
Y de repente, Windows 11
La llegada de Windows 11 debe ser el punto de inflexión. O mejor dicho: es necesario que lo sea. Para dejar de perder cuota de mercado y para ofrecer, a falta de una plataforma móvil, una mayor sensación de ecosistema a los usuarios. El soporte para ejecutar apps nativas de Android puede ser un gran punto de partida.
Si los desarrolladores responden al intento de seducción de las nuevas condiciones de la tienda de Windows, que les permiten quedarse con el 100% de los ingresos si usan su propia plataforma de pagos —un trato inmejorable para ellos en un momento en el que Apple es cada vez más cuestionada por su 30% inicial—, por ahí también podrían llegar novedades que hagan la experiencia de uso mucho mejor. Y con ella, la capacidad de fidelizar y atraer usuarios.
Nadella dijo tras presentar Windows 11 que "este es la primera versión de una nueva era de Windows". El mismo CEO que cambió el enfoque de la apuesta móvil de Microsoft tras entender que la heredada no tenía recorrido, que abrazó el código abierto como nunca hubiésemos esperado de su empresa o que apostó por el videojuego en la nube en lugar de seguir la senda de Sony o Apple, que reniegan de este modelo.
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La noticia Windows se ha dejado 20 puntos de cuota de mercado en una década: Windows 11 debe ser su gran reinicio fue publicada originalmente en Xataka por Javier Lacort .
Fuente: Xataka
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