Samsung The Freestyle, análisis: va a ser difícil que otros proyectores portátiles hagan sombra a esta gozada
Este es un proyector peculiar. En las tiendas podemos encontrar un abanico amplio de dispositivos de proyección portátiles y razonablemente compactos, pero este se desmarca de la mayor parte de ellos, además de por su diseño, por lo bien que resuelve los escenarios de uso en los que a priori no parece fácil utilizar un proyector.
Samsung lo dio a conocer a principios del pasado mes de enero, durante el CES, y ya en ese momento nos llamó la atención por la flexibilidad de uso que nos propone sin dejarse en el camino la calidad de imagen, al menos sobre el papel. Es evidente que The Freestyle aspira a no ser considerado un proyector portátil más, pero tiene que demostrarnos que realmente consigue entregarnos la experiencia que nos promete.
Así que, cómo no, lo hemos probado a fondo en cuanto se ha presentado la oportunidad. Antes de meternos en harina os adelantamos algo para ir abriendo boca: cuando lo pruebas este proyector no te deja indiferente. No es la opción ideal para todos los escenarios de uso posibles, pero en algunos de ellos se defiende como pez en el agua. Llegará a las tiendas durante la primera semana de marzo, y promete hacer mucho ruido.
Samsung The Freestyle: especificaciones técnicas
|
características |
---|---|
tecnología de proyección |
DLP de Texas Instruments / Matriz DMD Full HD |
resolución |
1920 x 1080 puntos |
fuente de luz |
LED |
tamaño de la imagen |
30 a 100 pulgadas |
brillo máximo |
550 lúmenes |
duración de la fuente led |
20 000 horas |
nivel de ruido |
30 dB |
relación de contraste |
100 000:1 |
hdr |
HDR10 y HLG |
sonido |
Altavoz con proyección del sonido en 360 grados Potencia: 5 vatios (RMS) Procesado Dolby Digital Plus |
sistema operativo |
Tizen |
asistentes de voz |
Bixby, Google Assistant y Alexa |
conectividad |
1 x micro-HDMI y 1 x USB-C |
conectividad inalámbrica |
Wi-Fi y Bluetooth 5.2 |
consumo máximo |
50 vatios |
dimensiones |
104,2 x 172,8 x 95,2 mm |
peso |
800 g |
precio |
999 euros |
Es bonito y compacto, pero su mejor baza son sus 800 g de peso
El corazón de este proyector es un 'viejo' conocido: un chip DLP fabricado por Texas Instruments con resolución Full HD (1920 x 1080 puntos). La matriz de microespejos de este dispositivo electrónico refleja la luz que le entrega una fuente LED, lo que nos anticipa que, sobre el papel, este proyector debería tener una relación de contraste notable (lo comprobaremos en la sección en la que pondremos a prueba su calidad de imagen). Y también que no tendremos que preocuparnos por la fuente de luz durante mucho tiempo (según Samsung dura no menos de 20 000 horas).
Su motor de imagen, como acabamos de ver, es similar al que podemos encontrar en otros proyectores compactos, pero por fuera este The Freestyle va a su aire. En buena parte de las fotografías que ilustran este análisis podemos ver que su recinto es un cilindro fijado a una base sobre la que puede oscilar. Es un concepto de diseño simple, pero también es muy ingenioso. Y es que podemos inclinarlo con total libertad para proyectar sobre una pantalla de proyección, una pared, o, incluso, sobre el techo.
La mejor calidad de imagen la obtendremos proyectando sobre una pantalla de proyección, pero Samsung ha implementado un algoritmo que persigue optimizar la reproducción del color para que sea lo más fidedigna posible en un abanico amplio de superficies. Ahí va un pequeño espóiler: esta tecnología funciona. Lo hemos puesto a prueba proyectando sobre una pared con un tono beis suave, y también sobre otra de color verde pálido, y su reproducción del color ha sido razonablemente convincente en ambos casos.
La reproducción del color más realista la obtendremos si proyectamos sobre una superficie blanca
Aun así, la colorimetría más realista la obtendremos si proyectamos sobre una superficie blanca. También resuelve el color bien sobre una pantalla o una pared gris, pero su capacidad de entrega de luz es modesta (según Samsung su brillo máximo no supera los 550 lúmenes), por lo que si proyectamos sobre una superficie gris obtendremos unas imágenes un poco apagadas.
El recinto cilíndrico de este proyector tiene una longitud de apenas 17 cm (con la tapa colocada, que es bastante voluminosa), y un diámetro de 9,5 cm, por lo que cabe perfectamente en una mochila relativamente compacta, e, incluso, en un bolso si no es demasiado pequeño. Además, pesa 800 g, por lo que es uno de los proyectores portátiles más compactos y ligeros que hemos analizado hasta ahora. Y no cabe duda de que en esta liga este es un punto muy importante a su favor.
Por último, en lo que se refiere a su construcción no tengo absolutamente nada que objetar. La base sobre la que oscila el proyector es metálica y transmite solidez, y el policarbonato que ha utilizado Samsung para fabricar el recinto de este dispositivo es de muy buena calidad. Además, lo ha revestido con una cubierta de goma ligeramente rugosa que tiene un tacto muy agradable, y que, sobre todo, nos permite manipularlo sin temor a que se deslice entre nuestros dedos y se nos caiga.
Así es como consigue encajar incluso en los escenarios de uso adversos
Poner en marcha este proyector es pan comido. Y lo es porque resuelve los parámetros esenciales de la calibración de la imagen de forma automática y transparente para el usuario. No solo es capaz de identificar la distancia que lo separa de la superficie sobre la que estamos proyectando para ajustar el enfoque con precisión; también corrige por sí solo la deformación geométrica de la imagen actuando sobre la corrección trapezoidal. Y lo hace sorprendentemente bien.
En la práctica lo único que tenemos que hacer para utilizarlo es enchufarlo a la alimentación, vincularlo a una red inalámbrica o conectarlo a una fuente de vídeo, como, por ejemplo, un reproductor de Blu-ray Disc o una consola de videojuegos, y listo. De lo demás se encarga él solo. De hecho, si lo colocamos sobre una superficie que no está nivelada y la óptica del proyector no queda completamente paralela a la superficie sobre la que proyectamos, el nivelado automático y el ajuste de la corrección trapezoidal entrarán en acción para entregarnos una imagen con la geometría correcta.
En la foto de detalle que publicamos encima de estas líneas podemos ver que junto a la óptica este proyector incorpora varios controles táctiles que nos permiten encenderlo, apagarlo y actuar sobre el volumen. No obstante, como veremos más adelante, también incorpora un mando a distancia muy parecido al que nos entrega Samsung junto a sus televisores de última hornada, con los que comparte mucho más que este accesorio.
El sistema operativo de este proyector es Tizen, e incorpora Bixby, Google Assistant y Alexa
Y es que el sistema operativo que actúa como intermediario entre el usuario y el proyector es Tizen, el mismo que esta marca nos propone en sus televisores. Su interfaz es muy similar a la de las teles, y, además, incorpora los asistentes de voz Bixby, Google Assistant y Alexa, por lo que podemos interactuar con el proyector utilizando nuestra voz tal y como si fuese un altavoz inteligente.
El proceso de configuración que tenemos que completar la primera vez que lo ponemos en marcha es casi calcado al que es necesario seguir con cualquier televisor de esta marca. No plantea ninguna dificultad en absoluto; de hecho, en esencia lo único que tenemos que hacer es conectarlo a nuestra red inalámbrica e identificarnos utilizando nuestra cuenta vinculada a los servicios de Samsung, si la tenemos.
A partir de ahí todo debería ser coser y cantar. Tizen incorpora la mayor parte de las apps vinculadas a los servicios de vídeo mediante streaming más populares, como Netflix, Disney+, Amazon Prime Video o Apple TV+, por lo que para acceder a sus contenidos lo único que tenemos que hacer es identificarnos en cualquiera de ellos utilizando nuestra cuenta. Y listo. No hay ninguna diferencia entre los pasos que debemos dar para acceder a estos servicios en una tele y los que requiere este proyector.
Este proyector persigue, ante todo, entregarnos una experiencia satisfactoria allí donde decidamos utilizarlo
Como hemos visto, las funciones que resuelven el enfoque y la distorsión trapezoidal de forma automática y transparente para el usuario nos permiten despreocuparnos de estos dos parámetros tan importantes, pero si lo preferimos también podemos afinarlos 'a mano'.
En lo que se refiere a la capacidad de actuación que tenemos sobre los parámetros que intervienen en la calidad de imagen las posibilidades de este proyector son limitadas, pero me parecen suficientes porque no es un producto dirigido a entusiastas que aspiran a conseguir la mejor calidad de imagen posible; este proyector persigue entregarnos unas imágenes de buena calidad y, ante todo, una experiencia satisfactoria allí donde decidamos utilizarlo. Incluso al proyectar sobre la pared o el techo.
La forma en que Samsung ha resuelto la conectividad física de este proyector no es demasiado generosa, pero no debemos pasar por alto que es un proyector portátil muy compacto, por lo que me parece correcta. Si necesitamos enviarle la señal de vídeo procedente de un ordenador, un reproductor de Blu-ray Disc o una consola de videojuegos, por ejemplo, podemos utilizar la entrada micro-HDMI. Junto a ella residen un interruptor que nos permite desactivar los micrófonos alojados en el recinto del proyector, y también el conector USB-C que actúa como entrada de alimentación.
Un apunte interesante más: este proyector también nos permite utilizar nuestro teléfono móvil como fuente de vídeo. En este escenario de uso lo que hace es duplicar la pantalla de nuestro smartphone, y podemos ejecutar esta función recurriendo a las tecnologías Tap View, SmartThings o AirPlay 2. Por otro lado, lo prometido es deuda, así que, como os anticipé más arriba, en la siguiente fotografía podéis ver que el mando a distancia que nos entrega Samsung junto a este proyector es idéntico al que acompaña a los televisores de gama media de esta marca.
En sus especificaciones Samsung nos indica que el consumo máximo de este proyector asciende a 50 vatios, y es coherente con la cifra que hemos medido durante nuestras pruebas. De hecho, el consumo típico que hemos registrado nosotros con el nivel de entrega de brillo al máximo y un nivel medio de presión sonora de 75 dB oscila en torno a los 42 vatios.
Por otro lado, además de alimentarlo conectándolo a la red eléctrica podemos recurrir a una batería externa. Samsung lanzará próximamente una ideada expresamente para convivir con este proyector, aunque aún no ha dado a conocer cuánto costará ni qué autonomía nos propondrá.
En la liga de los proyectores portátiles su calidad de imagen y sonido sobresale
Poner a punto un proyector tan compacto y ligero como este conlleva algunos compromisos si nos ceñimos a la calidad de imagen a la que podemos aspirar. Su bloque óptico no puede ser tan refinado como el de los proyectores para instalaciones domésticas que no se ven condicionados por el espacio que ocupan. Además, estos últimos pueden incorporar un motor de procesado de la imagen muy sofisticado, y también una fuente con una capacidad de entrega de luz ambiciosa.
Los proyectores portátiles compactos están limitados tanto por el espacio que ocupa su recinto como por la energía que disipan en forma de calor, y este no es una excepción. En cualquier caso, en su liga es un rival duro de pelar. He intentado que las fotografías que ilustran esta sección del artículo reflejen con la máxima precisión posible la calidad de imagen que nos entrega este proyector, y, como podéis ver, está a muy buen nivel.
En la fotografía que publicamos encima de estas líneas podemos ver que su contraste es muy alto, como cabe esperar de un proyector DLP de última generación. Además, su matriz Full HD nos entrega un nivel de detalle muy convincente, y reproduce el movimiento con fluidez. Y en lo que se refiere al color, como he mencionado más arriba, lo resuelve de forma creíble incluso cuando proyectamos sobre algunas superficies que no son blancas. Nada que objetar hasta aquí teniendo presente, eso sí, el tipo de proyector que estamos probando.
En mi opinión su talón de Aquiles es su limitada capacidad de entrega de luz. Samsung anuncia los 550 lúmenes máximos de los que hemos hablado más arriba, y esta cifra no es en absoluto suficiente para entregarnos imágenes convincentes en espacios con luz ambiental. Si queremos que nos proponga una experiencia totalmente satisfactoria tendremos que utilizarlo en un espacio con muy poca luz ambiental, o, mejor aún, completamente a oscuras.
Su punto débil es su modesta capacidad de entrega de luz, por lo que lo ideal es usarlo completamente a oscuras
El fabricante indica que este proyector puede lidiar con contenidos HDR10 y HLG, pero dada su moderada capacidad de entrega de brillo esta prestación me parece anecdótica. Durante mis pruebas su HDR pasó inadvertido, aunque no esperaba que en este apartado fuese a sorprenderme dada su modesta entrega de luz.
En cualquier caso, si aceptamos las limitaciones que conlleva apostar por un proyector tan compacto podemos disfrutar una experiencia muy satisfactoria tanto con cine como con videojuegos. Eso sí, en este último escenario de uso adolece de cierta latencia de entrada, por lo que el control en los juegos que son muy sensibles a este parámetro, como los títulos de acción en primera persona o los de lucha, puede no ser del todo preciso.
Y, para concluir, vamos con su sonido. El altavoz que incorpora está excitado por un amplificador que tiene una capacidad máxima de entrega de potencia de 5 vatios (RMS), y ha sido diseñado para proyectar el sonido en todas direcciones. Su potencia es suficiente para llenar de sonido una habitación con unas dimensiones respetables; de hecho, lo hemos probado en una sala de 35 metros cuadrados y consiguió entregarnos un nivel de presión sonora convincente.
Su calidad de sonido, si no se nos va la mano con el volumen y no excedemos los 80 a 85 dB, es muy decente. No puede competir con el detalle y la capacidad dinámica de un equipo de sonido multicanal de cierta calidad, como es lógico, pero tiene un audio lo suficientemente convincente para permitirnos improvisar un cine en casa casi en cualquier lugar y proponernos una experiencia que, más allá de sus limitaciones, puede ser muy satisfactoria.
Samsung The Freestyle: la opinión de Xataka
Hay un nuevo rival a batir en la liga de los proyectores portátiles compactos. El punto más relevante a favor de esta propuesta es la facilidad con la que nos permite improvisar un cine en casa casi en cualquier lugar que reúna unas condiciones mínimamente aceptables. Su calidad de imagen y sonido no apabulla, pero, en su liga, sobresale, por lo que nos ofrece una experiencia global muy convincente siempre y cuando aceptemos las limitaciones que implica recurrir a un dispositivo de este tipo.
Además, también pone en nuestras manos otros modos de uso que van más allá de su rol como dispositivo central de un cine en casa. Y es que incorpora un modo de ambiente que podemos utilizar, por ejemplo, para iluminar sutilmente una habitación, y también para proyectar un vídeo o una fotografía con la única intención, precisamente, de crear un ambiente concreto en un espacio. Y, por supuesto, su diseño, sus comedidas dimensiones y su moderado peso también puntúan a su favor.
Sin embargo, no es perfecto. Los casi 1000 euros que nos pide Samsung por él probablemente provocarán que algunos compradores potenciales lo descarten. Además, como hemos visto, en la práctica su capacidad de entrega de luz, al margen de los lúmenes que nos indica la marca, es muy modesta, lo que nos fuerza a utilizarlo con poca luz ambiental, o, mejor aún, sin ella, si queremos que nuestra experiencia no se resienta.
Y, por último, su conectividad tiene margen de mejora. Echo de menos que la entrada HDMI tenga el tamaño estándar, y también al menos un puerto USB-A y un conector S/PDIF como el que tienen algunos de sus competidores. Como os adelanté en las primeras líneas de este artículo, este proyector no encaja en todos los escenarios de uso posibles, pero es una opción que merece la pena considerar si apreciamos la portabilidad y buscamos la máxima simplicidad posible.
Este proyector ha sido cedido para este análisis por Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con las empresas.
Más información | Samsung
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La noticia Samsung The Freestyle, análisis: va a ser difícil que otros proyectores portátiles hagan sombra a esta gozada fue publicada originalmente en Xataka por Juan Carlos López .
Fuente: Xataka
Enlace: Samsung The Freestyle, análisis: va a ser difícil que otros proyectores portátiles hagan sombra a esta gozada
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