Por qué el códec definitivo para grabar vídeos es de Apple: así funciona ProRes
Cuando se presenta una cámara nueva ya no vale mirar las prestaciones fotográficas, también es necesario contar las características videográficas para saber si merece la pena apostar por ella o no. Aunque no te dediques al vídeo, es importante conocer el códec de moda, Apple ProRes RAW, y todo lo que supone para los que cargamos una cámara al hombro o la llevamos en el bolsillo.
Grabar un vídeo es más sencillo que nunca. Hoy en día tenemos prestaciones profesionales al alcance de nuestras manos en cualquier cámara o móvil. Al final todo depende de lo que sepamos hacer realmente con una cámara en las manos, pero si nos fijamos en cuestiones técnicas, una de las cosas en las que nos tenemos que fijar son los códecs, es decir, un programa capaz de codificar y decodificar un flujo de datos digitales de imagen y sonido.
La historia de Apple ProRes
Los más populares en la actualidad, por todo lo que vamos a ver, son Apple ProRes y Apple ProRes RAW, diseñados evidentemente por Apple, para ser competencia directa de otros códecs del mercado profesional como Cinema Raw de Canon, DNxHD de Avid o Blackmagic RAW, que es de código abierto. Tal es su éxito, que parece que se ha convertido en un estándar a la hora de elegir un códec necesario para aligerar el almacenamiento de datos. ¿Pero qué es exactamente? ¿Qué diferencia hay entre el Apple ProRes y el ProRes RAW?
El gran problema del vídeo digital es la cantidad de información que contiene una grabación. Las tarjetas se pueden llenar rápidamente y ser un cuello de botella. También puede ser un problema grave durante la edición. Para solventarlos, crearon distintos códigos que comprimen todos los datos recibidos y los decodifican cuando el software o el hardware en cuestión se lo piden.
Simplificando mucho, la función de un códec es comprimir la información recibida para ocupar menos espacio en la tarjeta de memoria y posteriormente descomprimirla para poder trabajar con todos los datos que contiene durante la edición. Sobre el papel es perfecto, pero hay que encontrar el equilibrio entre compresión y datos almacenados.
A lo largo de los años, y sobre todo los que tenemos entradas, hemos conocido algunos códecs muy populares, sobre todo por la compresión de información, tales como el MPEG, el MPEG-4, el WMV... pero el rey hoy en día es el Apple ProRes, con su hermano mayor, el Apple ProRes RAW, uno de los más avanzados del mercado.
El formato Apple ProRes se presentó en 2007 en una actualización de su programa de edición de vídeo: Final Cut Pro. Se diseñó con la idea de ofrecer al cliente un formato comprimido, perfecto para la edición o postproducción con dicho programa.
Una de sus principales ventajas, lo que permite tanta calidad, es que la información de cada cuadro, fotograma o frame, se guarda de forma independiente; es decir, es 'intra frame'. Pero lo más importante, es que comprime la información con una pérdida mínima respecto a los demás códecs del mercado, como podemos ver en este cuadro donde se comparan todos los codecs.
Así es posible editar con la máxima calidad posible, lo que incluye algo tan complejo como el tratamiento del color y la luminosidad sin sufrir los efectos devastadores de otros códecs más antiguos. Hasta su aparición, si queríamos resultados profesionales, no nos quedaba más remedio que acudir a formatos sin compresión que exigían gran espacio y ordenadores potentísimos para la edición.
Para hacernos una idea de lo que supone, los propios ingenieros de Apple estiman que los 800 MB/s que puede ocupar el 'frame' de un DCI 4K 60p sin comprimir, se reduce a los menos de 300 MB/s en un ProRes 422 HQ. Esto además supone que el renderizado (guardar la película final con todos los cambios) es casi cinco veces más rápido.
La presentación del Apple ProRes RAW
Pero la tecnología sigue avanzando. Y necesitamos más rango dinámico y la posibilidad de trabajar en HDR, para representar de forma limpia tanto las luces como las sombras. Así que en 2018 Apple presentó el ProRes RAW, un nuevo códec que trabaja directamente con los datos originales del sensor.
¿Qué quiere decir esto? Que podemos trabajar con la información original del sensor y tener, al igual que en el mundo de la fotografía, la posibilidad de modificar el color con todas las garantías durante el proceso de etalonaje. Con la ventaja de ocupar mucho menos tamaño que cualquier formato RAW puro.
Respecto a la grabación en este formato, con las tarjetas de memoria adecuadas, evitamos los cuellos de botella que teníamos con otros códecs. La trasmisión de los datos en un ProRes RAW varía según el contenido de los fotogramas. No es lo mismo grabar un partido de futbol que un paisaje veraniego.
Este nuevo formato, al utilizar los datos sin comprimir del sensor, permite utilizarlos directamente en la postproducción. La ventaja es que la información, al no ser interpretada directamente por la cámara, se puede procesar completamente con el software, así la calidad del color y de la luminosidad será mucho mayor. Además de poder aprovechar los avances futuros de los programas para interpretar todos los datos sin procesar de la cámara.
Este códec permite crear contenidos de alto rango dinámico (HDR) porque captura toda la luminosidad y la gama de colores del sensor de la cámara. La interpretación de los datos depende del programa que utilicemos y puede trabajar con toda la información en bruto, sin necesidad de interpolar datos ya procesados.
Lo mejor de todo es que tenemos acceso a prácticamente toda la información sin los problemas de trabajar con un archivo puro. Es decir, podemos ajustar el equilibrio de blancos, la sensibilidad y la información del objetivo, algo mucho más complicado con otros códecs que no manejan la información en bruto.
Al principio solo era compatible con el universo Apple, pero ya es compatible con todos los sistema operativos y los mejores programas de edición de video, como el mismo Adobe Premiere o DaVinci Resolve.
¿Qué tengo que mirar para comprar una cámara para grabar vídeo?
Hoy en día, cualquier cámara permite la más alta calidad fotográfica. Solo necesitamos comprar buenos objetivos, distinguir entre técnica o calidad y dominar programas como Photoshop o Capture One. Sin embargo, si tenemos la intención de hacer vídeos profesionales, todo cambia.
Recientemente, se ha presentado la nueva FujiFilm X-H2. Una de sus grandes bazas es que es la primera cámara con sensor APS-C que permite grabar en 8K con el códec Apple ProRes en tres variantes: ProRes 422 HQ, ProRes 422 y ProRes 422 LT. Y si le acoplamos un grabador por HDMI, podemos grabar en Apple ProRes RAW.
En el mercado encontramos más cámaras que permiten grabar con este famoso códec, incluso si nos vamos a los teléfonos móviles nos encontramos con los mismos iPhone 13 Pro y iPhone 13 Pro Max. Si queremos llegar al ProRes RAW el salto es a iPhone 12 Pro, iPhone 12 Pro Max, iPhone 13 Pro y iPhone 13 Pro Max.
Pero si queremos disfrutar de un sensor grande, tenemos la Canon EOS R5, las últimas Lumix de Panasonic, las A1 o A7 SIII de Sony, las Z6 y Z7 de Nikon (incluidas sus actualizaciones), las Sigma fp y fpL; incluso dentro del formato medio encontramos las FujiFilm GFX100 y GFX100S.
Con estos modelos, la calidad técnica de nuestros vídeos será profesional. Y solo nos hará falta saber hacer una película, que es precisamente lo más difícil.
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La noticia Por qué el códec definitivo para grabar vídeos es de Apple: así funciona ProRes fue publicada originalmente en Xataka por Fernando Sánchez .
Fuente: Xataka
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