Cómo exprimir al máximo el submuestreo de tu GPU para conseguir la mejor calidad de imagen con tus videojuegos
Si nos ceñimos a un punto de vista técnico la experiencia que nos propone un videojuego está condicionada por dos parámetros: su calidad de imagen global y la cadencia de imágenes por segundo que nos entrega su motor gráfico. La potencia de nuestras tarjetas gráficas es limitada, por lo que los jugadores nos vemos obligados habitualmente a moderar nuestras exigencias en materia gráfica para obtener una tasa de imágenes sostenida aceptable a la resolución a la que disfrutamos nuestros juegos. Si la GPU de nuestra tarjeta gráfica trabaja al límite de sus posibilidades a la resolución que solemos utilizar no tendremos margen para utilizar la estrategia que vamos a proponeros en este artículo. Sin embargo, este no es el escenario en el que se encuentran todos los jugadores. Algunos de ellos tienen una tarjeta gráfica capaz de trabajar sin demasiado estrés a la resolución nativa de su monitor, y, por tanto, preparada para arrojar cadencias de imágenes por segundo muy altas. Un usuario