La tecnología que se negó a morir: cómo el libro físico ha resistido y salido más fuerte de la revolución digital
Como en otras industrias culturales, en el mundo editorial también hubo un momento en que parecía que lo digital iba a borrar del mapa el formato tradicional, ese papel con siglos de vigencia y que había moldeado la transmisión de conocimiento desde la Edad Media , cuando Johannes Gutenberg inventó la imprenta en Maguncia. Corría el año 2006 y por aquel entonces la primera generación del Kindle o los lectores PRS de Sony, ya sin teclado incorporado, causaban furor. Dispositivos que copaban las listas de venta de electrónica y se convertían en el regalo más recurrente de las Navidades. Un poco más tarde, en 2010, Amazon anunciaba a bombo y platillo que, por primera vez, los títulos vendidos para el Kindle superaban a los comercializados en tapa dura ( hardcover ). Ese mismo año, el boom de los eBooks llevó a un tecnófilo de relumbrón como Nicholas Negroponte , gurú y fundador del MIT Media Lab, a pronosticar el "fin del libro en papel" para 2015, o, por lo menos, su decl