"Mi iPhone está ardiendo, ¿eso es que me han hackeado?" y otros mitos y medias verdades sobre ciberseguridad
Vigilar la privacidad y la seguridad de nuestros datos regularmente es algo muy sano y que desde Applesfera recomendamos sin dudar. Ahora bien: exagerar con eso puede acabar convirtiéndose en ese remedio que acaba siendo peor que la enfermedad.
Personalmente lo veo de vez en cuando con algunos usuarios a los que ayudo, personal o profesionalmente. La información que se hace viral en las redes suele ser exagerada, y provoca temores que en realidad no existen. Vamos a ver algunos de los mitos más frecuentes con los que me he encontrado para desmentirlos.
"Mi iPhone está caliente, ¿eso es que me espían?"
Los iPhone no son a prueba de sistemas como Pegasus, algunos políticos españoles involucrados en el llamado Catalangate lo saben bien. Pero de ahí a determinar que alguien ha hackeado tu iPhone simplemente por que ha cogido algo de temperatura hay un trecho. No, no te espían: que tu iPhone se caliente es debido a otro motivo con casi total certeza.
Puede ser que alguna aplicación o juego que utilices consuma muchos recursos, o que hayas hecho muchas fotografías seguidas, o que estés dentro de un tren o coche y el esfuerzo de buscar cobertura móvil constantemente hace que la batería se resienta. También puede ser que haga mucho calor, lo que complica la refrigeración del iPhone (y más si lo tienes dentro de una funda).
Pero no, no temamos por algo tan complicado y conspiranoico: Pegasus se utiliza en terminales con datos muy delicados de grandes personalidades o de expertos en seguridad. Si alguien quiere tus datos, buscará sacarlos a través de uno de los muchos mensajes engañosos que circulan hoy en día.
"El Mac me dice que tengo virus, necesito un limpiador"
Es extremadamente complicado que hoy en día tu Mac pueda ser infectado por un virus propiamente dicho. Si te ha aparecido una alerta o unas notificaciones en las que se te dice que tienes el ordenador infectado, probablemente se trata de una publicidad engañosa que busca asustarte para que compres el antivirus que te muestra si haces click.
Se trata de una acción comercial que carece de ética que utilizan algunos desarrolladores (Sí, te miro a ti, MacKeeper), y que esperemos que en un futuro se regule para que no haya que aprender a esquivarla más. Lo mejor que puedes hacer si te ocurre algo así es cerrar las notificaciones o páginas web en las que te aparece esa advertencia falsa.
"No guardo las contraseñas en el Llavero para que Apple no las sepa"
Más de una persona me ha dicho esto tanto en mis sesiones profesionales como en la vida privada, y no es cierto. Sí que podemos guardar nuestras claves y contraseñas en el Llavero de iCloud para que así haya una sincronización que haga más cómoda la gestión de estas contraseñas, pero eso no significa que queden guardadas sin protección.
Desde hace ya tiempo, Apple cifra las contraseñas utilizando una clave única que viene dada por nuestros propios dispositivos. Eso significa que Apple sincroniza dichas contraseñas, pero sólo nosotros podemos consultarlas ya que los datos que tienen los servidores de iCloud están completamente cifrados y son ilegibles.
"Hay gente que te clona las tarjetas del iPhone con máquinas que sólo necesitan estar cerca"
No pretendo ser borde, pero me temo que hemos visto demasiadas películas de superespías. Precisamente la gracia de Apple Pay y la aplicación Cartera es que las tarjetas de débito y crédito se guardan cifradas y no se pueden acceder a ellas a menos que usemos Touch ID o Face ID, de modo que clonarlas con sólo acercarse a ellas es absolutamente imposible.
Por ese mismo motivo también recomendamos utilizar el iPhone o el Apple Watch para sacar dinero en los cajeros (en aquellos que lo permitan), ya que así podemos evitar que alguna máquina que instalen para copiar la información de nuestras tarjetas logre su objetivo. Lo que cifrado está, cifrado se queda.
"Nunca doy la clave de mi Wifi por si alguien entra en mis dispositivos"
Esta última situación es quizás la menos exagerada, pero no por ello tenemos que tomárnosla demasiado en serio. No, no deberías darle la contraseña de tu Wifi a cualquier persona que pase por tu casa, pero no debes llegar al punto de no dársela a absolutamente nadie. No pasa nada si familiares o amigos la tienen, y más cuando puedes compartir la contraseña sin tener que revelarla usando tu iPhone o un código QR.
Si quieres, algo que puedes hacer para mejorar la seguridad de tu red es cambiar la contraseña de tu Wifi una vez cada cierto tiempo. Implica reconfigurar todos tus dispositivos con la nueva contraseña y por lo tanto es algo a lo que le deberás dedicar un tiempo, pero es el mejor modo de echar a intrusos que sospeches que se ha aprovechado de tu amabilidad.
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La noticia "Mi iPhone está ardiendo, ¿eso es que me han hackeado?" y otros mitos y medias verdades sobre ciberseguridad fue publicada originalmente en Applesfera por Miguel López .
Fuente: Applesfera
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