Intel acaba de recibir un varapalo: la tensión geopolítica ha frustrado la compra de Tower Semiconductor
A mediados de febrero de 2022 se produjo una noticia no del todo inesperada: Intel estaba decidida a pagar 5.400 millones de dólares para hacerse con el fabricante israelí de circuitos integrados Tower Semiconductor. Lo curioso es que esta empresa no ha desarrollado ningún proceso litográfico de vanguardia; su fuerte es la fabricación de chips con tecnologías maduras, como, por ejemplo, los nodos de 65 nm. Aun así, tiene sentido que a Intel esta capacidad le encaje. Y lo tiene en el contexto de la estrategia IDM 2.0 ( Integrated Device Manufacturing ). A grandes rasgos lo que persigue Intel es desarrollar su infraestructura de fabricación de semiconductores global para proporcionar servicios de producción de chips a sus clientes. Este plan requiere afrontar grandes inversiones, y la compañía liderada por Pat Gelsinger las está desplegando tanto en EEUU como en Europa o Asia. No obstante, hay algo más. Gelsinger también se ha propuesto tener los mejores transistores y la tecnolog