El gran reto del hormigón pasa por "autorrepararse". Y hemos dado un paso clave para conseguirlo
Difícil imaginar el mundo tal y como es hoy sin cemento. Y difícil imaginar el mundo del mañana con cemento si sus fabricantes no logran solucionar algunos de sus retos más acuciantes, como reducir las enormes emisiones de CO2 que deja su producción. En la Universidad de Drexel , EEUU, han decidido afrontar otro de sus grandes desafíos: su mantenimiento. Allí un grupo de científicos acaba de crear un aditivo que permite crear hormigón "autorreparable", capaz de actuar de una forma similar a cómo lo hace nuestra piel cuando nos cortamos. Su nombre: BioFiber. Retocando la fórmula . Eso es básicamente lo que han hecho el doctorando Mohammad Houshmand y sus colegas de la Universidad de Drexel: replantearse la composición del cemento para que sea capaz de regenerarse a sí mismo, igual que lo hace nuestra piel cuando nos herimos. Para ser más precisos, lo que ha logrado el equipo de Houshmand es desarrollar un novedoso aditivo para hormigón que permite que luego las estructur