Blog de Renzo Torres Cabrera

Con los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero establecidos ya para 2030 y 2050 y una industria cada vez más interesada en alcanzar la anhelada neutralidad climática como telón de fondo, Graphyte asegura haber logrado el santo grial del sector: "La primera solución para eliminar carbono que es asequible, permanente e inmediatamente escalable". El entrecomillado es potente, pero si esta startup que está construyendo su primera planta en Arkansas ha logrado captar el interés fuera y dentro de EEUU no es por sus promesas o las cuentas que, asegura, avalan sus sugerentes anuncios. Si ha generado interés es por su propuesta y por haber logrado ya el respaldo de Bill Gates . Porque lo que plantean en Graphyte es eliminar dióxido de carbono de la atmósfera usando ni más ni menos que bloques fabricados con biomasa. Objetivo: "secuestrar" CO2 . Lo que propone Graphyte es crear enormes vertederos de carbono, aunque con un enfoque y una fil

Es una pena, pero hay que decirlo. Navegar por internet es una experiencia cada vez más hostil , donde la privacidad se va quedando atrás. Y con los móviles eso se ha vuelto aún más arriesgado, porque son dispositivos que registran datos privados constantemente. Protegerse ante esta tendencia con herramientas como una VPN o limitando aplicaciones es, por lo tanto, muy importante. Y una de las prácticas para lograrlo es borrar las cookies de vez en cuando, evitando que se acumulen en el iPhone. Si no las borras, puedes estar expuesto a varios riesgos . Las consecuencias de no borrar las cookies del iPhone Las cookies, por sí solas, no son necesariamente malas. Se encargan de almacenar datos que necesitan las páginas web como inicios de sesión (siempre que lo elijamos así) y datos que hacen nuestra navegación más cómoda. Pero al mismo tiempo también sirven para registrar datos que se usan para rastrear nuestra actividad en la red , que pueden acabar siendo usados con fines

La llegada de los ordenadores de 16 bits a mediados de los años 80 comenzó a cambiarlo todo más allá de nuestras fronteras, pero España aún iba a su aire. En 1985 la incipiente industria de los videojuegos española ya apuntaba maneras, y los fundadores de Dinamic , Indescomp y ERBE, que eran tres de las empresas más importantes del sector, empezaban a vislumbrar el potencial de lo que tenían entre manos. En aquella época bastaba que un equipo de no más de dos o tres personas trabajase durante unas pocas semanas para poner a punto un éxito comercial . Este era el modelo de negocio sobre el que se erigió el desarrollo de videojuegos para las plataformas de 8 bits en todo el planeta, y tanto en España como en otros países de nuestro vecindario alcanzó su máximo apogeo durante la segunda mitad de los 80. La industria de los videojuegos estadounidense, británica y alemana comenzaba a coquetear tímidamente con los primeros ordenadores de 16 bits , pero el mercado de los 8 bits tenía una