Las lecciones de productividad que aprendí de Kahneman. Toma de decisiones y pensamiento a dos velocidades
Hace unas semanas murió Daniel Kahneman , un psicólogo que ganó el Nobel de Economía en 2002. El primero de sus libros que leí (y debería haber leído más) fue 'Pensar rápido, pensar despacio', un recorrido por la mente humana que da una singular perspectiva del cerebro y de nuestro comportamiento. De él aprendí algunas claves para una productividad reflexiva. Por qué es importante . En esta era tenemos que tomar decisiones con mucha agilidad. Ya no estamos en 1999, todo funciona mucho más rápido. La calidad de estas decisiones es crucial para nuestro recorrido personal y profesional. Y eso es parte de la productividad a largo plazo, más allá del día a día. Breve y claro . Kahneman nos mostró que nuestro cerebro está programado para buscar atajos en la toma de decisiones. Esto es eficiente, pero también suele ser inexacto. La eficiencia se consigue al sacrificar precisión, y de ahí pueden llegar errores a nuestra vida. Entender y moderar esa propensión a decidir demasiado r