Es verano. Es época del «postureo» y de hacerse «selfies» sin parar para compartilos en las redes sociales o enviarlos vía WhatsApp a los amigos con tal de dar envidia de que estamos de vacaciones. Las fotografías de viajes, en la playa con el bañador o bikini o, incluso, de fiesta, corren como la pólvora. Y más entre los jóvenes, a quienes les encanta compartir este tipo de contenido sin ninguna preocupación. Según el estudio Consumer Security Risks Survey, elaborado por Kaspersky Lab, el 26% de los usuarios españoles ignora por completo los ajustes de privacidad de sus cuentas, publicando todos sus posts o imágenes en modo público. El problema es que dentro de esta práctica generalizada de compartir todo, ha proliferado entre los adolescentes y jóvenes de todo el mundo el «sexting», es decir, el intercambio de información íntima mediante fotografías o vídeos a través de aplicaciones de mensajería o en redes sociales. Tal y como recuerda Kaspersky Lab, esta nueva moda conlleva graves