Un vehículo eléctrico, indirectamente, produce una contaminación al medio ambiente. Dependiendo del país, conducir uno de estos puede ser ecológico o no. “Los coches eléctricos son 100% limpios” es una de las afirmaciones más comunes cuando se habla de vehículos eléctricos. La sociedad asume que, al no emitir partículas contaminantes al exterior, el uso de esta clase de vehículos no produce ningún tipo de contaminación . La realidad, en cambio, es parcialmente diferente. Conducir un vehículo eléctrico, en efecto, no produce ningún tipo de contaminación —obviando, eso sí, la contaminación asociada a su fabricación—. No obstante, las fuentes de electricidad con las que se recargan dichos vehículos, en cambio, sí producen ciertos niveles de contaminación que, en algunos casos, pueden llegar a equiparar la contaminación producida por los vehículos de combustión. Así lo demuestra un breve estudio realizado por el analista Damien Linhart, donde asegura que en países como Polonia se con...