Las pequeñas mentiras «corrompen» al cerebro
Las pequeñas mentiras no son inofensivas para el cerebro, sobre todo si se repiten con la suficiente frecuencia. Según un estudio publicado este lunes en la revista «Nature Neuroscience», la repetición de actos de deshonestidad en beneficio propio acaban con la sensibilidad del cerebro a la inmoralidad de uno mismo. Esto con el tiempo crea un efecto de bola de nieve en el que las pequeñas mentiras se transforman en actos de notable deshonestidad. Es la principal conclusión obtenida por un equipo de investigadores del University College, de Londres y dirigido por Neil Garret. Para llegar a esta conclusión, le pidieron a un total de 80 adultos, de entre 18 y 65 años, que le dijeran a una segunda persona cuánto dinero había en un jarro lleno de monedas que ellos no podían ver. Mentirle a otro sobre cuánto dinero había en el jarro que este no podía ver tuvo varias consecuencias en este estudio. En ocasiones, mentir sobre el dinero beneficiaba al mentiroso a costa del segundo, en otras bene...