Hasta que las máquinas puedan dudar, no serán del todo inteligentes: lo difícil de replicar la imperfección humana
“Las computadoras son inservibles. Sólo te pueden dar respuestas”. (Pablo Picasso) Los ordenadores no dudan. Al menos de momento. Dudar es un atributo humano, como pensar. Sin embargo, los ordenadores se mueven en la incertidumbre; la certeza completa es ajena al mundo real. Algunas cuestiones pertinentes son, ¿qué hacemos los humanos cuando dudamos? ¿Serviría de algo trasladar nuestra forma de dudar a las máquinas? Y la más importante: ¿cuándo formularán preguntas las máquinas? Preguntarse si los ordenadores dudan es preguntarse qué significa dudar en los humanos . Disponer de máquinas que en alguna medida emulan el comportamiento humano nos ayuda a reflexionar sobre nuestra naturaleza. Lo importante no es si la máquina piensa, la máquina hace lo que sus diseñadores decidieron que hiciera (si funciona bien). Lo importante es saber qué es pensar. Las máquinas ¿ven, deciden, piensan, esperan o dudan? Estrictamente hablando no hacen nada de todo eso. El problema de comparar a las