Pagué para que me hicieran el TFG y me estafaron: la arriesgada compra online de un trabajo de fin de carrera
Cuando sólo existía El rincón del vago, colar un trabajo ajeno por uno propio era una misión relativamente sencilla . Bastaba con buscar el tema deseado, retocar los tres primeros párrafos, reordenar los siguientes y reescribir la conclusión incluyendo algún detalle que despertara la complicidad del profesor y confirmara que el autor del trabajo y quien lo entregaba eran, sin duda alguna, la misma persona. Imprimir, grapar y listo. 6,5. Hoy muchos estudiantes siguen intentando hacer pasar lo ajeno por propio, pero ha cambiado la magnitud y el procedimiento para hacerlo. Ha cambiado la magnitud, porque ya no sólo se falsean trabajos de ocho páginas, sino Trabajos de Fin de Grado (TFG) y de máster (TFM). Y ha cambiado el procedimiento, porque ya no es suficiente con retocar aquí y allá un trabajo descargado de Internet, sino que hay que engañar a programas cuyo objetivo es únicamente corroborar que lo que has escrito salió de tu cabeza y no de ninguna otra (o, en caso de que estés usa