El oficio de técnico de cables submarinos, contado por alguien que lleva 25 años en él: "Mi peor enemigo son los terremotos"
Nunca pensó que fuese a acabar dedicándose a los cables submarinos , pero cuando Diego Canete vio una oferta laboral de Telxius, una filial de Telefónica, anunciada en un periódico a mediados de los noventa, decidió probar suerte. Acababa de licenciarse como Ingeniero en Telecomunicaciones. Consiguió el puesto, y veinticinco años después, sigue dedicándose a ellos. "Aunque no lo parezca, lo más complejo de un proyecto para instalar un cable submarino es todo el componente administrativo, burocrático. El componente técnico tiene muchos retos, pero es el que menos problemas da", explica Diego, de aspecto nervudo, como de lobo de mar, pese a que recalca que su papel principal está en el proyecto de desarrollo y despliegue del cable submarino, no rodeado de bobinas en aguas internacionales, donde al final y al cabo el tiempo a pasar es menor. 24 meses y un millón de licencias Desde que una compañía decide el despliegue de ese cable submarino hasta que dicho cable está i...