La larga sombra de Trinity: qué pasó con la zona de Nuevo México donde se lanzó la bomba atómica de Robert Oppenheimer
Si hace unas décadas te dabas un paseo por los campos de Alamogordo, en el estado de Nuevo México, podías encontrarte en el suelo unos curiosos guijarros grumosos de color verde grisáceo, pequeños, de unos pocos gramos y apenas un centímetro de grosor. Lo más curioso no era sin embargo su forma, peso o aspecto vidrioso. Ni siquiera su tonalidad, que en algunos casos incluía motas rojizas. Si algo tenían de especial es que no eran minerales al uso, sino más bien residuos. Y tampoco de cualquier tipo. Aquellas gemas eran restos del suelo que se fusionó en 1945 durante la prueba Trinity , que ahora recuerda la película 'Oppenheimer' . Su nombre habla por sí solo: a esos fragmentos se los conoce como trinititas, atomsita o directamente "vidrio de Alamogordo". Y sí, son radiactivos, aunque no peligrosos, según precisan los técnicos de ORAU . Aún así hacia la década de 1950 las autoridades excavaron y sepultaron toda la trinitita que encontraron en la zona para que nu