Pasar de un liderazgo "tóxico" a uno productivo es clave para las empresas: el 60% de las renuncias se deben a ello
El trabajo no solo consiste en realizar una tarea, sino que también implica hacerla en equipo y para ello es necesario contar con las llamadas Soft skills o habilidades blandas, que engloban habilidades sociales, colaborativas y de productividad imprescindibles para cualquier persona, pero sobre todo para aquellas que deben liderar los equipos. Las investigaciones apuntan a que cuando un jefe no cuenta con estas habilidades produce un impacto negativo en el resto del equipo, generando un ambiente tóxico que deriva en menos motivación de los empleados, renuncia silenciosa , Síndrome del empleado quemado y en muchos casos, la renuncia de los empleados hartos de lidiar con las incoherencias de un jefe tóxico . Tal y como la define la doctora Jean Lipman-Blumen , profesora de comportamiento organizacional en la Universidad de Claremont, los líderes tóxicos son “aquellos individuos que a fuerza de sus comportamientos destructivos y cualidades personales disfuncionales generan un efec